Proteger los datos es proteger la democracia

Las ¨²ltimas revelaciones sobre la manera en que Cambridge Analytica tuvo acceso a trav¨¦s de Facebook a los datos personales de m¨¢s de 50 millones de personas son inquietantes. Pero lo m¨¢s inquietante es que esta informaci¨®n se haya utilizado para modificar el comportamiento de los ciudadanos y para influir en su voto y, en resumidas cuentas, en el funcionamiento de nuestra democracia. Si bien a¨²n tenemos que entender qu¨¦ es lo que ha sucedido, lo que ya est¨¢ claro es que algo ha funcionado rematadamente mal. Lo m¨¢s alarmante es que, aunque solo unas 270.000 personas dieron su consentimiento y descargaron la controvertida aplicaci¨®n, seg¨²n la prensa se recogieron los datos de 50 millones de usuarios sin su consentimiento.

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Editorial | Privacidad en la red

"El Brexit no habr¨ªa sucedido sin Cambridge Analytica"

Ninguno de ellos sabe que sus datos se utilizaron para influir en las opiniones pol¨ªticas de millones de personas; tampoco se inform¨® a las autoridades de protecci¨®n de datos del tratamiento indebido de dichos datos. Estas revelaciones representan un claro recordatorio de que las normas actualizadas en materia de protecci¨®n de datos ¡ªque empezar¨¢n a aplicarse en mayo¡ª se necesitan con urgencia. Obligar¨¢n a las empresas a actuar con responsabilidad y transparencia al manejar los datos de sus usuarios. Si una empresa recoge datos para un fin determinado, no podr¨¢ utilizarlos para otro fin, salvo si el usuario da su consentimiento. Los europeos tendr¨¢n as¨ª el control de sus datos y deber¨¢n expresar su consentimiento expl¨ªcitamente. Adem¨¢s, el cumplimiento de estas nuevas normas ser¨¢ garantizado por las autoridades de protecci¨®n de datos, que dispondr¨¢n de poderes sancionadores reales.

Los agoreros dir¨¢n ahora que con las nuevas normas de protecci¨®n de datos los partidos pol¨ªticos no podr¨¢n utilizar datos ¡ªpor ejemplo sus listas de correo¡ª para llevar a cabo campa?as electorales e informar a los potenciales votantes. Las nuevas normas de protecci¨®n de datos no impedir¨¢n estas campa?as. Utilizar los datos para informar mejor a los ciudadanos de cara a unas elecciones contribuye sin lugar a dudas a la salud de nuestra democracia. No obstante, existe una delgada l¨ªnea que no hay que cruzar: la que existe entre ofrecer a los ciudadanos diferentes opciones y manipular a los votantes. Esto es algo que unas normas estrictas de protecci¨®n de datos pueden ayudar a prevenir, para defender nuestra democracia.

El reglamento general europeo de protecci¨®n de datos ofrece a los consumidores el mejor conjunto de salvaguardas y derechos que existe en el mundo hasta la fecha, en lo que a datos se refiere. Una y otra vez, veremos que la econom¨ªa digital pondr¨¢ a prueba los l¨ªmites de la protecci¨®n de nuestros datos. Los ciudadanos deber¨¢n aprovechar la ocasi¨®n y dejar de ser ingenuos sobre el modo en que sus datos se utilizan cada d¨ªa. Todos debemos recuperar el control y la propiedad de nuestros datos. Las nuevas normas de protecci¨®n de datos nos ofrecen herramientas; ahora es necesario que nos pongamos manos a la obra y las utilicemos.

Vera Jourova es comisaria de Justicia de la UE.