Jean-Michel Frank, el interiorista que invent¨® el lujo mudo
Herm¨¨s reedita una selecci¨®n de piezas dise?adas de un artista que reinvent¨® el 'art d¨¦co' y que acab¨® quit¨¢ndose la vida
Quiz¨¢s el gran logro de Jean-Michel Frank fue despojar al art d¨¦co de toda su fanfarria ornamental. Nacido en Par¨ªs en 1895, en una familia burguesa jud¨ªa diezmada por la I Guerra Mundial, con poco m¨¢s de 25 a?os acometi¨® su primer encargo al decorar el apartamento de su amigo, el escritor y dandi Pierre Drieu de la Rochelle.
A partir de ah¨ª llegar¨ªan otros, desde el piso de Nelson Rockefeller hasta la tienda de Guerlain en la parisina place Vend?me. Pero sus obras maestras ser¨ªan su propio apartamento ¨Cdonde un cuarto de ba?o de m¨¢rmol surcado de vetas diagonales se convert¨ªa en una experiencia de lo que se llama op art, el estilo que utiliza las ilusiones ¨®pticas¨C y el fumoir de los vizcondes de Noailles, con sus paredes recubiertas de planchas de pergamino blanco.
Junto con la parquedad ornamental y los juegos de dimensiones, su sello fueron estos materiales exc¨¦ntricos, a menudo en desuso, como la marqueter¨ªa de paja que aplic¨® sin complejos. Tambi¨¦n retom¨® la mica, el grafito o el galuchat, esa piel curtida de raya o tibur¨®n que evoca exotismos orientales y h¨¢bitos innombrables.
Aunque cercano a los surrealistas, su estilo tend¨ªa a la austeridad cisterciense m¨¢s que al exceso on¨ªrico: "Un joven encantador, l¨¢stima que los ladrones se lo hayan robado todo", dijo un c¨¢ustico Jean Cocteau al ver su espartano apartamento de la rue de Verneuil. Tras un exilio autoimpuesto en Buenos Aires, ocasionado a medias por la amenaza nazi y por un desenga?o amoroso, en 1941 termin¨® suicid¨¢ndose en Nueva York.
Ahora Herm¨¨s reedita algunas piezas que Frank dise?¨® en su d¨ªa para la maison, como el sof¨¢ y la butacas Confortable, de l¨ªneas puras, tan lineal como los cuatro ¨¢ngulos de un pa?uelo de seda. Un lujo ins¨®lito para principios del siglo XX que nos merecemos intensamente en el XXI.
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