Una banda de ahora con los valores de antes
En los setenta se acu?¨® el t¨¦rmino 'art rock' para definir a m¨²sicos formados en facultades de Bellas Artes y que ten¨ªan algo soberbio y obtuso en su actitud. Django Django actualizan, perfeccionan y amabilizan la definici¨®n
¡°Todos tus colores est¨¢n en la forma equivocada¡±, dice casi al final de la conversaci¨®n Tommy Grace, teclista de este combo escoc¨¦s afincado en Londres. Como era de esperar, incluso para los est¨¢ndares de estos tipos, que despu¨¦s de tres discos han logrado armar uno de los discursos m¨¢s especiales y personales de la m¨²sica contempor¨¢nea brit¨¢nica, se hace un silencio. ¡°?Qu¨¦ cojones significa eso?¡±, le pregunta Jim Dixon, el bajista. ¡°?Qu¨¦ ha querido decir?¡±, le inquiere Dixon ahora a Vincent Neff, vocalista y guitarrista de la banda. ¡°Ni idea, pero me encanta. Seguramente, David lo sabr¨¢. Luego se lo preguntamos¡±, informa.
Le recordamos que esto es una entrevista. No hemos cruzado bajo la lluvia el poco amable sur del barrio londinense de Tottenham hasta esta f¨¢brica reconvertida en refugio para el escaso contingente de j¨®venes creativos de esta zona para que, cuando preguntemos sobre sus recuerdos de la escena alternativa, nos respondan con esa frase obtusa. Para m¨¢s delito, admiten que solo podr¨ªa descifrarla el ¨²nico miembro de la banda que no se ha sentado a charlar con nosotros. ¡°Es que ya ha almorzado¡±, interviene Vincent mientras nos ofrece un bocado de su s¨¢ndwich.
Django Django est¨¢n aqu¨ª para hablar de su tercer largo, el notable Marble skies, tal vez su mejor referencia hasta la fecha. Pero se han liado. ¡°Es que, no s¨¦, mira, solo esper¨¢bamos ser un peque?o grupo de culto con cien fans locos que nos siguieran a todas partes. Pero de pronto est¨¢bamos tocando en Australia y vendiendo discos. ?Vendiendo discos!¡±, recuerda Tommy. ¡°Es bonito que la gente compre discos otra vez, nosotros siempre lo hemos hecho¡±, interviene Vincent. ¡°Creo que el hecho de que vuelvan a comprar discos nos da cierta paz, porque nos hace sentir que podemos transitar por esta industria como los dinosaurios que somos, como si no existieran las redes sociales y el streaming y tal. Es una ilusi¨®n, pero consuela¡±.
Llegaron a Londres en 2009 procedentes de Edimburgo, donde se hab¨ªan conocido en la facultad de Bellas Artes. Tres a?os m¨¢s tarde lanzaban su hom¨®nimo disco de debut. Poco a poco, se fueron colocando en la primera fila de las bandas alternativas brit¨¢nicas, hasta ser nominados al prestigioso Mercury Music Prize. Su mezcla de electr¨®nica, psicodelia y pop y su capacidad para integrar su adn ¨Cmantienen lazos sangu¨ªneos y afectivos con miembros de grupos como Super Furry Animals o The Beta Band¨C con lo que les hab¨ªan y transmitido sus padres y hermanos mayores y lo que se hab¨ªan transmitido unos a otros armaron un sonido especial.
La suya es una de esas imposibles amalgamas que solo triunfan si los miembros de la banda escuchan mucha m¨²sica y, adem¨¢s, se escuchan los unos a los otros. ¡°Nos conocemos desde hace tiempo¡±, interviene Tommy. ¡°Sabes que te pueden re?ir en cualquier momento. Puedes decir algo que crees que es genial y al momento notar un silencio superinc¨®modo por parte de los otros. En general, nos gusta el gusto de los dem¨¢s y las canciones que hacemos. Lo que es mucha suerte¡¡±, interviene Vincent para ahondar un poco m¨¢s en la complicada metodolog¨ªa interna de esta banda.
A ver, que estos tipos escriben todas las letras entre los cuatro. ¡°Lo bueno de este sistema es que evita que escribamos cosas excesivamente introspectivas¡±, justifica el vocalista. ¡°Jim, que ha estado en m¨¢s bandas, puede comparar¡¡±, recalca.
El bajista, que se ha mantenido en silencio casi todo el almuerzo, no solo acepta la invitaci¨®n, sino que responde a toda la entrevista con una sola, pero casi perfecta respuesta: ¡°Siempre hemos sido muy independientes y autosuficientes. No nos hemos preocupado demasiado por estar al d¨ªa, pero tampoco hemos perdido la curiosidad, por lo que nos seguimos descubriendo m¨²sica mutuamente. Nunca hemos sentido presi¨®n ni por vender, ni por gustar, ni por encajar. Simplemente, nos hemos ido desarrollando. Igual estamos un poco solos, pero nos gusta. Cada vez que hemos salido de gira y nos hemos encontrado por los festivales con las mismas bandas una y otra vez hemos rehuido el contacto¡±.
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