Mi hijo es introvertido, ?debo animarle a socializar m¨¢s?
La introversi¨®n no es un problema, sino un rasgo de ni?os y adolescentes que los padres deben aceptar
Crecer en una cultura que valora tan positivamente la sociabilidad, el carisma y la extroversi¨®n se ha convertido en un reto para los ni?os que se comportan de manera m¨¢s introvertida. Tambi¨¦n en una preocupaci¨®n para muchos padres que ven en esta cualidad un impedimento para la integraci¨®n social y el desarrollo de sus hijos. Sin embargo, los expertos recuerdan que la introversi¨®n no es un problema sino algo que debemos aceptar e, incluso, atesorar.
En 2016, Susan Cain, escritora y conferenciante estadounidense, publicaba Quiet Power: The Secret Strengths of Introverted Kids, la secuela a un primer libro centrado en adultos, que busca ser una gu¨ªa para el entorno familiar y escolar del ni?o y adolescente introvertido con el objetivo de acompa?arle y hacerle fuerte ¡°en un mundo que no puede dejar de hablar¡±. Cofundadora de la organizaci¨®n Quiet Revolution, Cain insta a los padres a apartar la idea de que la introversi¨®n puede ser perjudicial y a asegurarse de que sus hijos sepan que ¡°no solo los aceptan, sino que los aman, piensan que son geniales, se deleitan por ellos¡±.
Para Marta Mart¨ªnez Lled¨®, psic¨®loga y autora del proyecto Educaci¨®n respetuosa, son nuestras creencias sobre la introversi¨®n y nuestra falta de aceptaci¨®n como adultos ante lo que creemos que no es socialmente deseable las que convierten un tipo de car¨¢cter en un problema. ¡°A los adultos nos cuesta aceptar que un ni?o no necesite hacer miles de amigos y prefiera tener relaci¨®n con un n¨²mero peque?o de amistades, nos resulta muchas veces perturbador ver que durante horas puede jugar solo o que prefiere quedarse en casa en vez de ir a una fiesta. Sin embargo, los ni?os con car¨¢cter introvertido eligen ese tipo de vivencias y las disfrutan de esa manera. Son ni?os emocionalmente fuertes y sanos¡±, explica.
El hecho de vivir en un mundo que teme la soledad, en el que las nuevas tecnolog¨ªas de la comunicaci¨®n tienen un papel cada vez m¨¢s importante en nuestra forma de relacionarnos a nivel social, as¨ª como la creciente apuesta laboral y escolar por el trabajo en equipo contribuye a la percepci¨®n de que las personas introvertidas tienen alg¨²n problema que solucionar.
La necesidad social de catalogar personas
El ser humano busca continuamente encontrar una explicaci¨®n para todo y en ese camino tambi¨¦n se esfuerza en clasificar los comportamientos de las personas para intentar comprenderlos. Fue el psic¨®logo suizo Carl Gustav Jung quien populariz¨® a principios del siglo XX el t¨¦rmino introversi¨®n en su teor¨ªa de la personalidad para referirse a las personas con una tendencia a vivir dentro de su mundo interior. Sin embargo, recuerda Marta Mart¨ªnez que cada ni?o es ¨²nico a pesar de que podamos encontrar similitudes de comportamiento entre ellos.
En este sentido, aquellos cuyo car¨¢cter tiende a la introversi¨®n pueden presentar una gran empat¨ªa, actitudes m¨¢s reflexivas y prudentes y ser muy observadores, imaginativos y creativos. Prefieren ambientes tranquilos y requieren de cierto tiempo de adaptaci¨®n a los cambios exteriores. Los ni?os con comportamientos m¨¢s introvertidos, a diferencia de los que act¨²an con timidez, que surge como consecuencia de sentir miedo al juicio o a ser rechazados, eligen tener pocas relaciones con otros. No les faltan habilidades sociales sino que las relaciones que eligen son estables, positivas y seguras: tienen pocos amigos pero buenos y, sobre todo, se sienten satisfechos con esta elecci¨®n.
En opini¨®n de la psic¨®loga, cualquier etiqueta ¡°que le colguemos al ni?o¡± es negativa porque cuando lo hacemos, le decimos que es de una determinada manera, poniendo en ¨¦l unas expectativas de comportamiento que provocar¨¢ que el ni?o acabe adapt¨¢ndose al comportamiento esperado por el adulto. ¡°Vivimos en una sociedad en la que el comportamiento que no encaje c¨®moda y perfectamente con el sistema establecido se considera patol¨®gico. El ni?o movido tiene hiperactividad, el que no est¨¢ motivado d¨¦ficit de atenci¨®n, el que es introvertido podemos convertirlo en fobia social o asperger¡ El sobre diagn¨®stico en la infancia y la consecuente medicalizaci¨®n es un problema social urgente sobre el que debemos reflexionar. Para m¨ª est¨¢ bastante claro que no son los ni?os los que est¨¢n enfermos, sino que el problema es el sistema educativo y social en el que viven que no les ofrece el entorno que necesitan¡±, reflexiona.
Qu¨¦ podemos aportar como padres
Cuando las expectativas de los padres ante lo que debe ser ¡°normal¡± chocan con otras realidades surge el miedo adulto ante lo desconocido y el pensamiento de que lo que ocurre no es lo adecuado. Los mensajes para motivar al ni?o a que asuma comportamientos de ¨ªndole m¨¢s extrovertido y la transmisi¨®n de esos miedos provocan la aparici¨®n del pensamiento de que algo no est¨¢ bien dentro del propio ni?o y es entonces cuando s¨ª surge un problema.
Susan Cain recomienda a los padres revisar nuestro sistema de creencias y aceptar que sus hijos son ni?os tranquilos que necesitan sentirse acompa?ados y respetados; y no solo tolerar su car¨¢cter sino tambi¨¦n atesorarlo, adem¨¢s de hacerles f¨¢cil el camino anticip¨¢ndose a sus necesidades. ¡°Puede ser interesante ofrecer modelos conocidos de personas que tengan un car¨¢cter introvertido; ya sean atletas como Andre Agassi o actores como Emma Watson. Si nosotros mismos u otro miembro de la familia es introvertido, puede ser de utilidad hablarle al ni?o sobre las propias experiencias personales. Deleite a su hijo, comprenda que esta delicia est¨¢ relacionada con su introversi¨®n (probablemente le guste su rica vida interior, su compa?¨ªa leal, su naturaleza consciente, sus maneras reflexivas, etc.), y aseg¨²rese de compartirlo con ¨¦l¡±, explica Susan.
Dado que la tendencia a ser introvertido es un rasgo de la personalidad y, por tanto, no es algo malo que necesite ser cambiado o mejorado, no tiene sentido forzar al ni?o o adolescente a socializar m¨¢s. Basta con valorar su forma de sentir y aceptarla como una opci¨®n tan v¨¢lida como cualquier otra, evitando siempre los mensajes de cr¨ªtica hacia su forma de actuar. ¡°Si su deseo es tener espacio personal, pasar tiempo solo o no le gusta hablar de s¨ª mismo o de sus emociones es importante poder ofrecerles entornos donde puedan tenerlo sin juicios ni presiones. Comprendiendo que eligen a gusto salir poco, tener pocos amigos o pasar tiempo haciendo cosas a solas como leer, escribir, pasear, dibujar, etc.¡±, reflexiona Marta Mart¨ªnez, para quien es importante respetar los ritmos y tiempos de cada ni?o, permiti¨¦ndoles ser, en el sentido m¨¢s amplio de la palabra, a pesar de las presiones sociales.
A?ade la experta que como padres tambi¨¦n tenemos mucho trabajo personal propio para reconocer todas aquellas creencias y valores que reproducimos de forma autom¨¢tica por no cuestionar a nuestro grupo de referencia, ya sea la familia o los amigos. ¡°Un padre o madre que vivi¨® en su infancia dificultades para encajar, marginaci¨®n o sensaci¨®n de soledad es probable que cuando mire a su hijo se le despierten miedos y env¨ªe ciertos mensajes que tienen que ver con su propia experiencia y no con la realidad de su hijo o hija. Es muy dif¨ªcil aceptar y dejar ser al otro si primero no me permito ser a m¨ª misma. No es que sea un trabajo f¨¢cil, ni r¨¢pido, pero sin duda, empezar a tomar conciencia sobre nuestras propias limitaciones y juicios nos ayudar¨¢ a proyectarlas menos en los ni?os y a poder dejar que sean m¨¢s libres para ser lo que son¡±, concluye Marta Mart¨ªnez.
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