?Se puede cultivar con agua del mar?
Los invernaderos de agua marina permiten aprovechar el vapor de los mares y la energ¨ªa solar para cultivar vegetales. Podr¨ªa ser la soluci¨®n a los problemas de sequ¨ªa que azotan tierras ¨¢ridas cercanas a la costa
La prueba de que pod¨ªa funcionar se hizo en Tenerife a principios de los noventa. "Hay quien dec¨ªa que se iba a depositar mucha sal y que da?ar¨ªa los cultivos, pero esto no ha ocurrido, y aunque hay sal cerca no se ha depositado en las plantas", dec¨ªa en 1995 a EL PA?S Phillip Davies, uno de los impulsores de la idea.
Hoy, tras otros proyectos en Abu Dhabi u Om¨¢n, y un proyecto comercial en Australia, la compa?¨ªa brit¨¢nica Seawater Greenhouse presenta su sistema como la soluci¨®n a los problemas de sequ¨ªa que azotan tierras ¨¢ridas cercanas al mar. Por ejemplo, Somalilandia. Este pedazo del noroeste de Somalia, independiente de facto y ya de por s¨ª ¨¢rido, lleva varias temporadas sufriendo lluvias err¨¢ticas y escasas que han afectado a la producci¨®n agr¨ªcola y a los pastores, causando la muerte de miles de animales. En consecuencia, la zona costera alrededor de Berbera se encuentra en estado de emergencia alimentaria (el paso anterior a la hambruna).
Y es all¨ª precisamente donde Charlie Paton y su equipo quieren poblar la costa de invernaderos. Pero no son invernaderos al uso, sino instalaciones que combinan dos recursos casi inagotables ¡ªel agua del mar y la luz del sol¡ª para crear peque?os oasis que permitan cultivar verduras (y adem¨¢s obtener sal).
Estos "invernaderos de agua marina" tienen paredes especiales hechas con bloques de cart¨®n corugado que se empapan de agua marina. Entonces el viento seco de la zona atraviesa esas paredes, se lleva la humedad a medida que esta se evapora y entra en el recinto como vapor de agua. Este aumenta la humedad dentro del invernadero y baja la temperatura de 45? a unos 25? grados cent¨ªgrados, generando oasis artificial ideal para el cultivo. Mientras tanto, la sal se va concentrando en esos muros y desciende hasta unos tanques que la recogen para luego secarla y venderla como fuente de ingresos alternativa.
En el proyecto somal¨ª, en el que han enrolado a pastores que hab¨ªa perdido sus reba?os ¡ªy con ellos, su forma de ganarse la vida¡ª han incorporado adem¨¢s una desalinizadora por ¨®smosis inversa que aprovecha para filtrar el l¨ªquido recogido y generar una fuente de agua dulce. La m¨¢quina, como todo el complejo, se alimenta de energ¨ªa solar, sin emitir gases de efecto invernadero. "Ese agua puede servir para beber o para regar pero, a veces, en estos climas, el vapor es casi mejor que el agua", sosten¨ªa Patton. Seg¨²n sus c¨¢lculos, producir un kilo de tomates en este invernadero requiere 20 litros de agua dulce, frente a los entre 120 y 1.000 que hacen falta en la producci¨®n exterior.
Patton, el responsable del proyecto, lo ha presentado en el foro sobre el uso de tecnolog¨ªa solar en la agricultura de peque?a escala organizado estos d¨ªas por la FAO (agencia de la ONU para la alimentaci¨®n y la agricultura). Sus estimaciones plantean que levantar estos invernaderos en 2.000 hect¨¢reas de la regi¨®n proveer¨ªan suficientes tomates, pepinillos o verduras para que cuatro millones de personas comieran al menos 400 gramos diarios, cubriendo as¨ª las necesidades m¨ªnimas de frutas y verduras. Tambi¨¦n se conseguir¨ªan 15 millones de toneladas de agua dulce al a?o y 146.000 de sal. El proyecto piloto en Somalia, que a?ade juegos de sombra, se termin¨® de construir el pasado octubre y ya ha producido sus primeras verduras.
El coste de instalar el sistema en esa superficie ser¨ªa, seg¨²n Patton, de 400 millones de d¨®lares. "O, visto de otro modo, una cuarta parte de lo que la comunidad internacional se gasta en ayuda humanitaria en esta zona". Adem¨¢s de los fondos, solo se requiere una superficie plana cerca de la costa. El agua del mar y el sol, insiste su promotor, ya est¨¢n ah¨ª.
Sin placas solares para los peque?os agricultores
En el foro internacional sobre energ¨ªa solar en la agricultura organizado por la FAO, directivos empresariales de distintos pa¨ªses han lamentado no poder llevar su tecnolog¨ªa solar a los peque?os productores en el mundo en desarrollo por la falta de rentabilidad y capacitaci¨®n, entre otros problemas.
Markus Schawaninger, fundador de la empresa alemana Ecoligo, ha se?alado que facilitan paneles solares y bombas de agua a grandes explotaciones, ya sea de caf¨¦ en ?frica o de vino en Chile, aunque todav¨ªa no han podido hacerlo con las peque?as.
Adem¨¢s del dif¨ªcil acceso a la financiaci¨®n, el responsable de la red italiana RES4Africa Marco Aresti asegur¨® que "no existe a¨²n ning¨²n modelo privado sostenible" para la distribuci¨®n de peque?as redes el¨¦ctricas a partir de energ¨ªa renovable entre los peque?os agricultores en el continente africano, por lo que ahora solo operan con proyectos a gran escala.
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