Lorenzo Caprile: ¡°El estilo es expresi¨®n de inteligencia¡±
Va por libre en el mundo de la moda espa?ola. Al frente de un equipo de 12 personas en un mod¨¦lico taller artesanal?que cumple ahora 25 a?os, viste a novias y madrinas, pero tambi¨¦n a actrices y presentadoras de televisi¨®n. Fueron sonados sus trajes para do?a Letizia y para las hermanas del Rey.?Culto y refinado, y a la vez castizo y exc¨¦ntrico, vive desde hace a?os en un hotel NH y reivindica la palabra modista en lugar de dise?ador, que le parece un anglicismo que se debe evitar.
En su taller de Madrid, Lorenzo Caprile, de 50 a?os, est¨¢ haci¨¦ndole esta ma?ana una prueba a la actriz Malena Alterio. Todo son risas y buen humor. Culto, lector voraz, Caprile ha ido siempre por libre. Dice lo que piensa y, lejos de flotar en el ¨¦ter de la creaci¨®n, tiene los pies en la tierra y las ideas claras sobre la realidad empresarial de su profesi¨®n. ¡°Nuestro oficio no es desfilar, sino vestir a las personas¡±, dice. Quiz¨¢ por eso su taller cumple 25 a?os a velocidad de crucero. Antes de dedicarse a la moda, se licenci¨® en Lengua y Literatura en Italia, tierra de sus ancestros. De all¨ª le viene la finezza, que sabe combinar con un trato llano y sin grandes formalidades. Al final pudo una vocaci¨®n despertada por su madre, Paola Trucchi, una elegante se?ora que, en un revelador retrato que le hizo Gyenes, recuerda a Mina, la volc¨¢nica cantante italiana. Mujer de rompe y rasga, dice Caprile. Y de ah¨ª su estilo apasionado, en el que brilla su dominio de los bordados (fruto de su paso por el taller romano de Pino Lancetti) y de los vol¨²menes (que aprendi¨® en el Fashion Institute of Technology de Nueva York, ciudad donde se rindi¨® ante las creaciones de Charles James). Uno de siete hermanos, nieto del empresario italiano Emilio Caprile, que fund¨® durante la posguerra espa?ola una gran compa?¨ªa de equipos el¨¦ctricos, tuvo la suerte de que las relaciones familiares le facilitaran la vida profesional en sus inicios. Lo dif¨ªcil despu¨¦s fue resistir. En este a?o especial ha recibido la Medalla de Oro al M¨¦rito en las Bellas Artes y ha ejercido de jurado del programa de televisi¨®n Maestros de la costura, en La 1, en el que ha quedado claro que, en cuestiones de coser, pocos secretos le pueden ya ser revelados.
?C¨®mo ha sido su relaci¨®n con Mar¨ªa Escot¨¦ y Palomo Spain, los otros miembros del jurado? Maravillosa. De Mar¨ªa destaco su profesionalidad, que ha sido una visionaria con todo el tema de la venta por Internet y que su producto te entra por los ojos. Y de Palomo me gusta su inocencia, su frescura, la fuerza que te da tener 25 a?os y querer comerte el mundo sin miedos ni ataduras.
Usted que ya es un veterano, ?qu¨¦ le recomendar¨ªa a alguien tan joven? Que no se deje deslumbrar, porque todo esto es muy ef¨ªmero y no vivimos del aire. Vivimos de que nuestro trabajo guste y se venda.
¡°Los hombres espa?oles visten cada vez mejor, y eso ha sido tambi¨¦n gracias a nosotros, el movimiento gay, que ha influido en romper estereotipos¡±
Beyonc¨¦ present¨® a sus gemelos en Instagram vestida con un traje de Palomo, una de las fotos con m¨¢s me gusta de toda la historia de esa red social. ?Qu¨¦ le parece? Me produce mucha curiosidad el fen¨®meno. Pero yo soy ya mayor y s¨¦ lo que vale un peine. Si eso se tradujera en ventas, pues vale, pero desgraciadamente una cosa es darle a un botoncito en tu iphone y otra ir a comprar y gastarte tu dinero.
A usted le ocurri¨® un poco lo mismo, pero en otro momento y en el contexto espa?ol. S¨ª, momentazos he tenido varios y no pas¨® nada. Primero fue el boom del traje de novia de do?a Cristina [1997], y el taller sigui¨® exactamente igual; lleg¨® el boom del traje rojo de do?a Letizia [en la boda de Federico de Dinamarca y Mary Donaldson, en 2004] y despu¨¦s do?a Elena vestida de goyesca [en el enlace de la princesa de Suecia, en 2010]. Estos bombazos te ayudan a encontrar mesa en un restaurante o a que te inviten a cuatro fiestas, pero nada m¨¢s. No se traduce en negocio, al menos en mi caso.
Ese traje rojo que us¨® do?a Letizia marc¨® la presentaci¨®n europea de una futura reina. Nosotros no sab¨ªamos el momento exacto en el que se iba a utilizar. Recibimos un encargo de hacer una serie de trajes de noche y de gala para do?a Letizia, que a¨²n no estaba casada con el actual Rey. Y luego ella los fue distribuyendo en sus compromisos sociales.
Desde 2009 su mayor proyecci¨®n son las campanadas de fin de a?o en La 1, con Anne Igartiburu vestida de rojo con alguna de sus creaciones. ?Qu¨¦ significa para usted el rojo? Es un color universal, que sienta de maravilla a casi todo el mundo. A las rubias porque son rubias y a las morenas porque son morenas. Sobre todo el rojo que usamos en el taller, que es con mucho amarillo, muy anaranjado, no es un rojo fr¨ªo. Y el rojo es fuerza, es pasi¨®n y es muy espa?ol.
?Y el blanco de las novias? Me hace mucha gracia que uno de los colores m¨¢s dif¨ªciles de la paleta sea el que por tradici¨®n las mujeres elijan para vestirse en uno de los d¨ªas m¨¢s significativos de su vida.
?Por qu¨¦ es tan dif¨ªcil? Por c¨®mo te refleja la luz. Para que el blanco te siente bien tienes que ser una belleza muy racial, muy morenaza. A las p¨¢lidas las apaga todav¨ªa m¨¢s, y la mujer espa?ola media es esa mujer casta?a, de ojo pardo, que corresponde al oto?o, a los colores tierras, beis, ocres. El blanco puro es muy complicado y no es un color que favorezca a la espa?ola media.
?C¨®mo ve usted a la espa?ola media? Pues la veo que, gracias a Zara, cada vez viste mejor. Soy un firme defensor del grupo Inditex, creo que es un orgullo que un grupo espa?ol haya cambiado las reglas de juego del mundo de la moda para siempre, esa ropa de temporada, bien hecha, digna, graciosa, que te apetece comprar sin gastarte una fortuna.
Y en el caso de los hombres espa?oles, ?c¨®mo los ve? Pues cada vez mejor. Y como soy muy reivindicativo, eso creo que ha sido tambi¨¦n gracias a nosotros, el movimiento gay, que ha influido much¨ªsimo en romper muchas barreras, muchos estereotipos, muchos tab¨²es.
?Y el hombre y la mujer italianos? Se lo pregunto por su vinculaci¨®n con Italia. Acabo de estar en Florencia y en Roma, y hace a?os s¨ª que se te iban los ojos tanto con ellas como con ellos, pero ahora no. Lo veo todo m¨¢s uniformado, son las ventajas y las desventajas de la globalizaci¨®n en el mundo occidental. Hablar ya de la elegancia italiana, del estilo franc¨¦s, de la extravagancia inglesa est¨¢ un poco pasado de moda, porque con las redes sociales estamos viviendo en tiempo real una amalgama con los mismos iconos est¨¦ticos.
Todo esto, ?a qu¨¦ nos lleva? Al unisex, esa est¨¢ siendo la genialidad de Palomo, o de Vivienne Westwood. Ya lo hizo en su d¨ªa Jean-Paul Gaultier, que es un adelantado. Vamos hacia el unisex sobre todo en el d¨ªa a d¨ªa.
?Y el mundo de la boda, la gala y la alfombra roja? Ah¨ª, de momento, s¨ª se respetan los c¨®digos tradicionales, la mujer con el traje de sirena y el hombre de esmoquin. Pero eso creo que cambiar¨¢ tambi¨¦n.
?Tiene que ver con la igualdad? S¨ª, tiene que ver con el hecho de que somos seres humanos y cada uno decide hacer con su vida lo que quiere, y con el movimiento gay, y con la pol¨ªtica transg¨¦nero. Ahora se casan dos hombres y dos mujeres y el raro es aquel que se sorprende, no nosotros.
?En qu¨¦ momento de su infancia descubre la moda? Siempre me fij¨¦ en la ropa de mi madre, que ha sido y es una mujer de rompe y rasga, italian¨ªsima, muy elegante, que se ha vestido siempre en los mejores talleres, Elio, Pertegaz, las Molinero¡ Ese ambiente familiar me llev¨® a dedicarme a esto.
?Y c¨®mo descubri¨® que era gay? Yo nunca he descubierto nada. En este sentido me considero un privilegiado porque todo el mundo lo daba por hecho, porque quer¨ªa dedicarme a lo que ha sido mi oficio y en nuestro ambiente de moda y decoraci¨®n se da por hecho. Tienes tus melodramas cuando eres adolescente, lo normal, pero para m¨ª nunca fue un tab¨², no tuve una doble vida ni en mi casa ni fuera de casa.
¡°No nos enga?emos. La moda espa?ola oficial de autor ha estado protegida desde hace 35 a?os, pero cruzamos los Pirineos y nadie sabe qui¨¦nes somos¡±
Usted abri¨® el taller en el curso 1992-1993 y ahora celebra los 25 a?os. S¨ª, y por eso le tengo tanto respeto a Felipe Varela, porque ha sabido mantenerse. De todos los que empezamos en aquellos a?os en Madrid, yo creo que quedan ¨¦l, Modesto Lomba, ?gatha Ruiz de la Prada y poco m¨¢s; Sybilla va y viene. Y de los talleres de novias como el m¨ªo quedamos nosotros y las Navascu¨¦s, los dem¨¢s ya no est¨¢n.
Ahora Sybilla ha vuelto y acaba de abrir tienda en Madrid. Usted siempre ha sentido admiraci¨®n por ella. De todos nosotros, la ¨²nica que va a pasar a la historia es Sybilla.
?Por qu¨¦? Porque es la que tiene m¨¢s talento. Los dem¨¢s hacemos lo que podemos, trajes bonitos, mientras que ella es una creadora que tiene un mundo propio de vol¨²menes, de proporciones, de patronaje, de colorido. Y al mismo tiempo sabe favorecer a sus clientas, no las disfraza de Mar¨ªa Antonieta.
Como modista, ?cu¨¢les son sus principales influencias? Givenchy, porque, sin haber pretendido ser el m¨¢s revolucionario del barrio ni el m¨¢s vanguardista, fue un maestro absoluto con las proporciones y un se?or con may¨²sculas. Y Charles James y su escuela del traje muy construido, muy armado, muy arquitect¨®nico. Yo no soy de la escuela del flou, de dejar flotar las cosas, porque para eso tienes que tener debajo a una mujer de bandera, con un cuerpo 10. Y si vienen a un taller a medida es porque hay algunas cositas que corregir, las que tienen un cuerpo 10 no necesitan un traje a medida, se ponen cualquier pingo y van estupendas.
?C¨®mo ve el futuro de un taller como el suyo, que prepara unas 60 bodas anuales con uno, dos o tres trajes por cada celebraci¨®n? Voy a seguir trabajando porque, mientras en Espa?a se sigan celebrando las bodas a lo grande, este tipo de talleres de confecci¨®n a medida para mujer gozan de muy buena salud. Aqu¨ª tenemos la ventaja de que, al contrario que en el resto del mundo, hay dos protagonistas, que son la novia y la madrina.
Hace poco se jubil¨® Mar¨ªa Dolores Guti¨¦rrez, Loli, una veterana de su taller que llevaba ense?ando el oficio a otros durante muchos a?os. Es muy bonita la idea de talleres artesanales como este. S¨ª, pero todo ese aspecto de la formaci¨®n no solo est¨¢ totalmente abandonado, sino que parece que nos ponen palos en las ruedas. Tener aprendices que quieran formarse es complicado.
Esa falta de ayudas en la formaci¨®n choca con el hecho de que s¨ª ha habido subvenciones para los desfiles. S¨ª, porque hemos querido empezar la casa por el tejado. Es la desfilitis que hay en Espa?a. Y despu¨¦s de los desfiles, ?qu¨¦? Nuestro oficio no es desfilar, es vestir a las personas, y que eso se traduzca en realidades empresariales como CH o Dolores Promesas, que no han desfilado jam¨¢s y son superventas.
Usted ha criticado que hay gente que se ha aprovechado de las subvenciones a la moda para mantenerse. Cada vez que comento algo de esto me he llevado un cap¨®n por alg¨²n lado. Ahora intento ser m¨¢s prudente. Hubo casos muy flagrantes, all¨¢ cada uno con su conciencia. Pero no nos enga?emos, creo que la moda espa?ola oficial de autor ha estado protegida, apoyada, institucionalizada desde hace 35 a?os y estamos igual, cruzamos los Pirineos y nadie sabe qui¨¦nes somos ninguno de nosotros, le guste o le deje de gustar a Charo [Izquierdo] o a Cuca [Solana], y la ¨²nica que es un poco m¨¢s conocida y respetada, y que podr¨ªa haberlo sido m¨¢s si no hubiera dicho ¡°paso y me voy a Mallorca¡±, es Sybilla.
D¨ªgame un hombre al que admire por c¨®mo viste. Me hace mucha gracia Lapo Elkann. Y Carlos de Inglaterra como ejemplo de elegancia cl¨¢sica. Y la personalidad de John Galliano, c¨®mo se interpretaba en los desfiles. Y en Espa?a, Eduardo Casanova, que tiene mucho desparpajo.
Y alguna mujer. En mujeres soy muy cl¨¢sico, de la antigua escuela, yo soy de mi Nati.
Nati Abascal. ?Por qu¨¦? Pues porque es la m¨¢s, con una biograf¨ªa apasionante. Fue guap¨ªsima y lo sigue siendo, tiene un porte y una estatura impresionantes, mezcla las cosas como nadie y, sobre todo, ha visto mucho y muy bueno. En las nuevas generaciones me hace mucha gracia Miranda Makaroff, tiene mucha personalidad. Y Eugenia Silva, cl¨¢sica y moderna a la vez.
Y fuera de Espa?a. Tilda Swinton. Me gustan los extremos. Tilda Swinton por un lado, y luego, como mujer¨®n, Monica Bellucci, que adem¨¢s la he conocido personalmente y todo lo que se diga es poco. Desbordante, encantadora, simp¨¢tica, arrolladora, con una luz especial.
?Por qu¨¦ vive en un hotel desde hace ocho a?os? Es comod¨ªsimo. Para un solter¨®n empedernido como yo, al que no le gusta la decoraci¨®n, y que est¨¢ todo el d¨ªa en la calle, es un sitio tranquilo donde me lo dan todo hecho. Tengo un piso y su alquiler me ayuda a pagar el hotel.
?Ha tenido que ser buen relaciones p¨²blicas para mantenerse? No me considero as¨ª; es m¨¢s, tengo fama de borde en el mundo de las novias. Lo que s¨ª creo es que siempre he sido aut¨¦ntico, siempre he ido con la verdad por delante. Carmen Mart¨ªn Gaite nos ense?¨® al grupo que la frecuent¨¢bamos a decir que no. La conoc¨ª porque nuestras familias ten¨ªan casas en El Bolao, en la sierra madrile?a. Nos ense?¨® que una cosa es la fama y otra el prestigio, que son cosas que no tienen nada que ver. Y el prestigio se consigue con el no, no con el s¨ª.
Usted escribi¨® De qu¨¦ hablamos cuando hablamos de estilo. ?Puede contestar a la pregunta que plantea el t¨ªtulo del libro? Hablamos sobre todo de inteligencia. Y eso consiste en enfrentarse al espejo y ser realista, y de toda la oferta infinita que te da la industria de la moda saber elegir, en funci¨®n de tu f¨ªsico, de tus gustos, de tu cultura, de tu bolsillo y de tu edad, aquello con lo que te sientes m¨¢s c¨®modo, m¨¢s identificado y m¨¢s guapo, porque al final nos vestimos para estar guapos, para gustarnos y gustar.
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