Agualusa y el absurdo del miedo al otro
Hablamos con uno de los escritores angole?os m¨¢s importantes y que acaba de ser traducido al castellano y al catal¨¢n. En 'Teor¨ªa general del olvido' muestra c¨®mo "los otros somos nosotros"
Aqu¨ª y all¨ª las historias parecen repetirse pero nunca son la misma. Jos¨¦ Eduardo Agualusa me env¨ªa una publicada en este mismo peri¨®dico a principios de mes. Trata sobre una familia, Los Rufino, residente en un pueblo granadino que decidi¨® enclaustrarse tras el asesinato de una de las hijas hasta que el ¨²ltimo de sus miembros muri¨®, sin haber salido de la vivienda, medio siglo despu¨¦s. ¡°Perdieron la fe en la humanidad¡± se lee en el art¨ªculo a modo de explicaci¨®n.
Agualusa me la hace llegar, creo que emocionado, por la coincidencia con la historia de la protagonista de su ¨²ltima novela, traducida al catal¨¢n y al castellano Teor¨ªa general del olvido (Edhasa, 2017). Ludo, que as¨ª se llama, aterriza en Luanda momentos antes de que se declare la independencia a la que le seguir¨¢ la guerra civil. Al principio se instalar¨¢ con su hermana y su cu?ado pero despu¨¦s optar¨¢ por encerrarse tambi¨¦n en su casa durante d¨¦cadas. Los granadinos Rufino y la portuguesa Ludo tienen mucho en com¨²n; se a¨ªslan de un mundo que rechazan, que temen o que les ha defraudado, en el que ya no quieren estar, y todos viven ajenos, pero a la vez sin poder evitar ser parte, aunque de una manera diferente, de los acontecimientos hist¨®ricos que se suceden m¨¢s all¨¢ de los muros de sus viviendas. Pero Agualusa, adem¨¢s, aprovecha la narraci¨®n sobre la familia granadina para responder a una de las cuestiones a cerca de las cuales m¨¢s le suelen preguntar.
La historia de Los Rufino tiene un momento ¡°sobrenatural¡±. Cuentan que al trasladar el cementerio del pueblo de lugar tuvieron que mover la tumba de la joven, cuyo cad¨¢ver estaba intacto, es decir, tal y como medio siglo antes la hab¨ªan dejado, y que se transform¨® en cenizas, llevadas por el viento, al mover el ata¨²d. ¡°?Qu¨¦ bonito! Puro realismo m¨¢gico¡±, exclama el escritor, ¡°Y ocurri¨® en Espa?a. As¨ª, creo que el realismo m¨¢gico tiene que ver con el mundo rural, no con ?frica o Am¨¦rica Latina, sino con el mundo rural¡±. E incide en lo que tantas veces hemos o¨ªdo: que estas situaciones son parte de la realidad cotidiana para los que las viven¡ tanto all¨ª como aqu¨ª. Despu¨¦s matiza y confiesa que ¡°en realidad, el realismo m¨¢gico no me interesa tanto. Me interesa m¨¢s el absurdo, me interesa mucho m¨¢s la forma en c¨®mo se instala en pa¨ªses como Angola; all¨ª donde los poderes p¨²blicos tienen poca presencia, la gente mantiene una relaci¨®n de normalidad con ¨¦l. El absurdo surge en situaciones de vac¨ªo de estado¡±.
Intentando entender la maldad
Otro de los intereses en la original obra de Agualusa son los sue?os, ¡°son parte de la realidad. Son muy importantes, cuando voy a dormir voy a trabajar¡±, afirma. El mundo on¨ªrico tiene una gran fuerza en sus libros, que utilizan una voz po¨¦tica muy cuidada. En concreto en Estaci¨®n de lluvias se habla de este g¨¦nero literario como ¡°el camino m¨¢s obvio de afirmaci¨®n cultural¡± que les qued¨® cuando les quitaron todo, ¡°la dignidad, la tierra, los hombres¡±. Lo cual se plasma en toda su narrativa, tanto en la antolog¨ªa de cuentos Cat¨¢logo de luces como en sus 5 novelas traducidas al castellano hasta el momento, sin contar las que se han publicado en pa¨ªses latinoamericanos.
En sus obras aparece un escritor comprometido, que muestra personajes perseguidos y temas relacionados con los derechos humanos, y tambi¨¦n a contracorriente, interesado por contar siempre el otro lado de la historia, la ocultada. ¡°Si me preguntas qu¨¦ busco cuando leo te tengo que contestar que creo que busco sorprenderme. Busco algo que sea nuevo, una ventana a otro mundo, si la cuesti¨®n es porqu¨¦ escribo, aqu¨ª tengo que decir que lo hago para intentar comprender al otro, tratar de entender la maldad porque la bondad es muy f¨¢cil de entender¡±.
No es de extra?ar, entonces, que de la cantidad de personajes que suelen aparecer en sus narraciones, tenga por preferido a Monte (un polic¨ªa que aparece en varias novelas del autor, incluyendo Teor¨ªa general del olvido, y que desea ser olvidado): ¡°es el que m¨¢s me gusta porque es el m¨¢s complejo, hace cosas mal¨ªsimas pero al mismo tiempo viene de un tiempo de grandes ideales. Esto se da mucho en Angola: gente que ha hecho cosas mal¨ªsimas pero en nombre de grandes ideales. A m¨ª me interesa comprender a estas personas. Creo que principalmente una persona muy malvada es aquella que no es capaz de ponerse en la piel del otro¡±, afirma. En este sentido a?ade que la lectura produce el efecto contrario: mejoran a la gente porque nos ayuda a empatizar.
Sin embargo, en Angola no es f¨¢cil ser escritor. ¡°Si piensas de manera diferente vas contra el estado. All¨ª es muy dif¨ªcil ser iconoclasta. En Espa?a es muy f¨¢cil serlo, puedes hablar mal de alguien, sobre cualquier tema, y la gente no se extra?a. Pero en Angola es un poco diferente. A m¨ª me pas¨® al decir que la poes¨ªa de Agostinho Neto (primer presidente angole?o) era mediocre, fue un gran esc¨¢ndalo, all¨ª es muy f¨¢cil ser escandaloso. Basta que pienses, no ya diferente, basta que pienses, para ser escandaloso. De todas formas esto tambi¨¦n est¨¢ cambiando¡±, explica.
Olvidar o recordar
Teor¨ªa general del olvido parte de una mentira que Agualusa presenta como verdad. En este sentido explica: ¡°la verdad tiene algo de totalitario. Es algo propio de un pa¨ªs totalitario. No hay una ¨²nica verdad, hay m¨²ltiples versiones de la verdad, a diferencia de Angola donde solo hay una. Pero esta situaci¨®n est¨¢ cambiando tambi¨¦n r¨¢pidamente: la sociedad civil est¨¢ m¨¢s activa y est¨¢n haciendo posible el vuelco¡±.
En este sentido hablamos sobre las diferentes maneras de narrar la realidad. La convulsionada, brutal, historia de Angola llena de violencia y muy cruenta aparece en sus obras, sin hurtar sucesos como los del 27 de mayo de 1977. ¡°Me interesa la historia, primero porque puedo conocer mejor el presente si conozco el pasado y luego me interesa la peque?a historia: c¨®mo la gente ha vivido los miedos hist¨®ricos¡±. Uno de los acontecimientos que aparecen en la novela es el colonialismo, que ¡°es parte de la identidad angole?a, construy¨® la identidad angole?a¡±. Agualusa a?ade que ¡°en mi pa¨ªs se habla portugu¨¦s, lengua materna para un porcentaje muy alto de angole?os¡±. Despu¨¦s con la independencia ¡°hab¨ªa una visi¨®n que dec¨ªa: un solo pueblo, una sola naci¨®n¡ una visi¨®n muy totalitaria y muy pr¨®xima a la colonial. Los portugueses pod¨ªan creer esto porque tienen una identidad ¨²nica, una unidad ¨¦tnica, pero en Angola no es posible, hay muchos pueblos diferentes con muchas identidades, lo que es una gran riqueza¡±.
Tras lo anterior se inici¨® la larga y terrible guerra civil. Teor¨ªa general del olvido muestra muchas de las facetas de la misma, siempre desde un tono que elude el dramatismo. ?Y despu¨¦s?. ¡°En la cuesti¨®n de la guerra Mia Couto defiende el olvido, durante mucho tiempo, al menos, lo ha pensado as¨ª. Hay cuestiones muy dif¨ªciles de explicar a la gente de occidente. En Mozambique hay una idea de que cuando hablas de la guerra est¨¢s tratando de despertar los demonios, los esp¨ªritus, entonces es mejor dejar los malos esp¨ªritus adormecidos¡±, explica. ¡°Sin embargo, Angola es muy diferente de Mozambique, por m¨²ltiples razones, una de ellas es que la presencia urbana es m¨¢s antigua en Angola. En cambio en Mozambique tiene mucha fuerza la tradici¨®n oral. All¨ª la mitolog¨ªa campesina es m¨¢s fuerte¡±, afirma. ¡±Personalmente creo que es importante hablar, solo hablando se puede llegar a perdonar¡±.
Los otros somos nosotros
¡°Ser angole?o es ser optimista, no hay otra forma de ser angole?o. No me gusta generalizar. Pero si generalizo digo que el optimismo es una forma de ser angole?o. Cuando estoy fuera del pa¨ªs es algo que echo mucho en falta: la alegr¨ªa de la gente¡±, afirma Agualusa. Y lo anterior aparece en esta novela finalista del ¡°Man Booker International 2016¡± y la que m¨¢s le gusta a su madre porque casi todos los personajes, incluso los malos, tienen una segunda oportunidad. ¡°La gente cambia¡±, a?ade, ¡°No puedes ser juzgado por un crimen que has cometido hace veinte a?os porque puedes haber cambiado. Me gusta esta idea de que la gente tiene la opci¨®n de cambiar, de mejorar¡±.
Esta manera de pensar le lleva tambi¨¦n a considerar al libro como un medio para el cambio. ¡°En Brasil, en las prisiones, hay una ley que dice que por cada libro que lees te quitan una semana de prisi¨®n. Es un buen principio. Los libros, la ficci¨®n, tienen el poder de mejorar a las personas¡±, ilustra. ¡°Puede cambiar la situaci¨®n pol¨ªtica tambi¨¦n, la gente en el poder no lee ficci¨®n pero s¨ª la gente cercana al poder¡±, a?ade.
Escrita en 2012, sin embargo, la historia de Teor¨ªa general del olvido es m¨¢s actual que nunca al hablarnos del miedo al otro y la xenofobia que es, en palabras del autor, ¡°m¨¢s fuerte en el mundo que en Angola, donde hubo una cierta apertura¡±. Despu¨¦s de publicarla Agualusa cuenta que recibi¨® cartas de gente cont¨¢ndole que se hab¨ªan encerrado en su habitaci¨®n por miedo al otro: historias que pueden ocurrir en Nueva York, en Madrid o en cualquier parte. ¡°No existen los otros¡±, dice convencido, y parece hacer suyas las palabras del escritor afroamericano James Baldwin: ¡°Siempre me ha parecido que a un ser humano solo lo puede salvar otro ser humano¡±. El angole?o nos muestra que podemos estar ciegos y el absurdo de todo esto, por eso aparece, como en el resto de su narrativa, la infancia, porque ¡°los ni?os te muestran cosas que son completamente evidentes y te ense?an a ver el mundo¡±, dice el escritor ¡°los ni?os nos devuelven la vista¡±.
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