La b¨²squeda en las canas de se?ales sobre nuestra salud
Algunos estudios han relacionado la p¨¦rdida prematura del color del cabello con enfermedades cardiovasculares, pero los resultados no son concluyentes
La aparici¨®n de las canas es una se?al m¨¢s del envejecimiento. Durante toda nuestra vida, contamos con un tipo de c¨¦lulas llamadas melanocitos que producen el pigmento que da color a nuestro pelo. Con la edad, estas c¨¦lulas dejan de producir ese tinte natural y el cabellos se vuelve gris. M¨¢s all¨¢ de ser una se?al de que nos hacemos mayores, algunos cient¨ªficos han relacionado la p¨¦rdida de color del pelo con algunos problemas de salud.
Recientemente, un equipo de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) y de la Universidad de Alabama (EE UU) han encontrado una relaci¨®n inesperada entre la aparici¨®n de las canas y las infecciones. En un trabajo que publican en la revista PLOS Biology, muestran una conexi¨®n entre los genes relacionados con la coloraci¨®n capilar y los encargados de advertir a nuestro organismo de que se est¨¢ produciendo una infecci¨®n.
Seg¨²n explican los responsables de la investigaci¨®n, cuando est¨¢ en marcha una invasi¨®n v¨ªrica, todas las c¨¦lulas del organismo tienen la capacidad para lanzar las se?ales de alerta a trav¨¦s de unas mol¨¦culas que se llaman interferones. Esa se?al enciende los genes que bloquean la reproducci¨®n de los virus y aumentan la actividad de las defensas. En su trabajo, los investigadores observaron que el factor de transcripci¨®n MITF, que regula muchas de las funciones de los melanocitos, como la producci¨®n del pigmento del pelo, tambi¨¦n mantiene bajo control la respuesta de estas c¨¦lulas ante el ataque de un microorganismo. Cuando MITF perd¨ªa el control de esta respuesta inmune, los ratones con los que se realizaron los experimentos produc¨ªan m¨¢s pelo gris.
Este descubrimiento de la relaci¨®n entre una desregulaci¨®n del sistema inmune y las canas podr¨ªa explicar por qu¨¦ en ocasiones aparece el pelo blanco antes de tiempo y, en un futuro, podr¨ªa ayudar a comprender la relaci¨®n entre la respuesta inmunol¨®gica y enfermedades de la piel como el vit¨ªligo.
En los ¨²ltimos meses, tambi¨¦n han aparecido estudios que relacionan la aparici¨®n prematura de canas y el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. El a?o pasado, en una presentaci¨®n en el congreso Europrevent 2017 celebrado en M¨¢laga, la investigadora de la Universidad de El Cairo Irini Samuel, mostr¨® los resultados de un an¨¢lisis en el que encontraba una correlaci¨®n entre una mayor cantidad de canas y un mayor riesgo de aterosclerosis. Seg¨²n explic¨® Samuel, las dos cosas comparten mecanismos como una menor capacidad del organismo para reparar el ADN, la inflamaci¨®n o cambios hormonales. ¡°Nuestros descubrimientos sugieren que, independientemente de la edad cronol¨®gica, que el pelo se vuelva gris es un indicador de la edad biol¨®gica que podr¨ªa ser una se?al de advertencia¡±, afirmaba.
En un congreso de la Sociedad Cardiol¨®gica de India (SCI) de ese mismo a?o, un equipo del Instituto U.N.Mehta de Investigaci¨®n en Cardiolog¨ªa en Ahmedabad (India) se present¨® otro an¨¢lisis en el que se afirmaba que la p¨¦rdida prematura del color del pelo y la alopecia androg¨¦nica ten¨ªan una relaci¨®n con la edad cardiovascular independientemente de la edad cronol¨®gica y pod¨ªan plantearse como alertas ante las enfermedades cardiacas.
Tanto el caso del estudio indio como el de la Universidad de El Cairo, teniendo en cuenta los grupos estudiados, de 790 y 545 individuos respectivamente, no pueden considerarse resultados concluyentes. Irini Samuel reconoce que son necesarios mayores estudios, en los que se incluyan hombres y mujeres (ella solo incluy¨® a los primeros), para confirmar la asociaci¨®n entre las canas y la enfermedad cardiovascular en personas sin otros riesgos conocidos. Por el momento, seg¨²n comentaba Marco Roffi, director de la Unidad de Cardiolog¨ªa Intervencionista del Hospital Universitario de Ginebra (Suiza), a¨²n est¨¢ por determinar que el color del pelo se pueda a?adir a los indicios conocidos de riesgo, como la diabetes, la historia familiar de este tipo de enfermedades, el tabaco, una vida sedentaria o la presi¨®n sangu¨ªnea elevada.
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