?A descolonizar filmando!
Los disc¨ªpulos del l¨ªder revolucionario Am¨ªlcar Cabral, que hicieron documentales ¡®de urgencia¡¯ contra el colonizador portugu¨¦s, revelan su imagen de Guinea Bissau
El esp¨ªritu colonialista es cosa presente, y no importan las d¨¦cadas que hayan pasado desde las ¨²ltimas declaraciones de independencia africanas. Si no, c¨®mo se entiende que alguien pueda ver normal que una enfermera guineana diplomada, en actividad y con a?os de experiencia en su profesi¨®n, tenga que seguir vendiendo las legumbres de su huerta dom¨¦stica, al salir del trabajo, en un mercado andrajoso de Bissau, para que sus hijos puedan estudiar.
C¨®mo podemos ver sin inmutarnos, con estos ojos occidentales, el que una persona en ?frica no disponga de tiempo de ocio, improductivo o de descanso, ?es que la vida de un profesional africano que vive en las reglas de este mismo mercado solo debe estar destinada a la supervivencia m¨¢s b¨¢sica? Son preguntas que nos asedian al ver el discurrir cotidiano y sonriente de la bella Isabel, la enfermera en activo que fue correligionaria de Am¨ªlcar Cabral -el h¨¦roe de las independencias lus¨®fonas- en un documental llamado Bissau de Isabel (2005) de Sana na N'hada.
Sana na N'hada (Enxal¨¦, 1950) es otro pr¨®cer del movimiento por la liberaci¨®n de Guinea Bissau contra la colonizaci¨®n portuguesa, disc¨ªpulo y compa?ero de armas del emblem¨¢tico Am¨ªlcar Cabral, asesinado hace 45 a?os, como record¨¢bamos en en este mismo espacio. Con el realizador tuvimos la oportunidad de compartir un debate en el programa del Foro Always decolonize! (¡°descolonizar siempre¡±), comisariado por el escritor marroqu¨ª Omar Berrada, en el marco de la feria de arte 1-54 Marrakech.
"Es tiempo de empezar una conversaci¨®n en la que los t¨¦rminos no est¨¦n previamente definidos desde Europa, de reivindicar un cosmopolitismo del sur o, como dice el ge¨®grafo Ali Bensa?d, una mundializaci¨®n por los m¨¢rgenes", propone Berrada, al cabo de la proyecci¨®n de El regreso de Am¨ªlcar Cabral (1976), en copia remasterizada, en el auditorio de la Escuela de Artes Visuales de Marrakech (?SAV), en el marco del foro. El regreso¡ es un registro de los funerales del l¨ªder de la lucha de las ex colonias portuguesas por su independencia, asesinado el 20 de enero de 1973, en Guinea Conakry.
¡°Yo quer¨ªa ser agr¨®nomo pero Am¨ªlcar Cabral nos dijo a los que sab¨ªamos leer y escribir que deb¨ªamos ser cineastas y nos propuso ir a Cuba, a estudiar con Santiago ?lvarez, para volver convertidos en los narradores en im¨¢genes de lo que estaba pasando¡±, rememora Sana na N¡¯Hada. ?l fue disc¨ªpulo de Cabral y compa?ero de Flora Gomes, a la que nombra todo el tiempo: juntos empezaron a rodar, se formaron con el padre del documentalismo de la urgencia en Cuba y juntos fundaron una productora de cine. Tambi¨¦n aprendieron cine con el griot senegal¨¦s Ousmane Sembene y con un nombre propio de culto del videoarte mundial: Chris Marker.
De las batallas siempre hab¨ªa que salvar los negativos
¡°Yo no invento nada. Solo filmo lo que hay en la realidad¡±, es la m¨¢xima del realizador guineano. Le toc¨® vivir un tiempo de epopeyas, cuando Cabral los hac¨ªa so?ar con un solo gran pa¨ªs que conformar¨ªan Guinea Bissau y Cabo Verde, al expulsar al colonizador portugu¨¦s. Sana na N¡¯Hada registr¨® todo lo que pudo de aquellas horas ¨¦picas, y hoy lamenta lo much¨ªsimo que se perdi¨® en el camino. ¡°Film¨¢bamos pero no pod¨ªamos ver lo que hab¨ªamos filmado, porque no hab¨ªa laboratorios cerca, as¨ª es que mand¨¢bamos las cintas a revelar a Conakry (que desde los 50 ya era un Estado independiente)¡±. As¨ª era la guerrilla y el arte, filmar a ciegas, ir dando pasos, sin saber si en alg¨²n campo se dar¨ªa forma a los sue?os. Los contornos pr¨¢cticos se ir¨ªan dilucidando en el metraje de la vida.
Am¨ªlcar Cabral hab¨ªa estudiado en Lisboa y sab¨ªa que la cultura era a la vez el arma de batalla y el sedimento que quedar¨ªa tras el triunfo de la lucha revolucionaria. Era un l¨ªder que quer¨ªa fundar un pa¨ªs resignificado con su propia Historia africana, sin olvidar a nadie en el camino, y por eso propugnaba un conocimiento profundo de los saberes de la gente de todas las geograf¨ªas. En la cultura se asentar¨ªa, adem¨¢s, la posibilidad de sostener una nueva naci¨®n independiente, s¨®lida frente a los embates colonialistas.
"Yo quer¨ªa ser agr¨®nomo pero Am¨ªlcar Cabral nos dijo a los que sab¨ªamos leer y escribir que deb¨ªamos ser cineastas y nos propuso ir a Cuba", dice?Sana na N¡¯Hada
De las batallas siempre hab¨ªa que salvar los negativos.
El pa¨ªs se independiz¨® reci¨¦n en 1974, tras una d¨¦cada de lucha armada. Am¨ªlcar Cabral hab¨ªa muerto y Cabo Verde ser¨ªa otro pa¨ªs. Pero sus compa?eros de trinchera siguieron dando la batalla cotidiana, cada uno en el frente en el que les toc¨® formarse para contribuir a aquel sue?o. Sana na N¡¯Hada continu¨® haciendo cine y a trav¨¦s del cine pudo reencontrarse con otros correligionarios de aquellos tiempos, como Isabel, la enfermera, sobre quien rod¨® la piecita -de algo m¨¢s de una hora de duraci¨®n- que es un canto a ella, la mujer, y a la ciudad de Bissau. Con Isabel paseamos por esa capital-refugio de gente de todas las regiones y proveniente de m¨¢s de 20 etnias, que hablan el cr¨¦ole, la lengua de la post-independencia, un idioma aluvional que se asienta en el portugu¨¦s, pero que est¨¢ hecho tambi¨¦n de las part¨ªculas que cada hablante a?ade de acuerdo con su cultura de origen. Son solo un mill¨®n y medio de habitantes y viven en un pa¨ªs que figura entre los m¨¢s pobres del mundo. El cine sigue siendo urgente.
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