El mayor centro de investigaci¨®n en renovables denuncia su abandono

El mayor centro de investigaci¨®n de energ¨ªa solar de concentraci¨®n de Europa est¨¢ irreconocible. Bajo una de las torres que recogen la luz concentrada para fabricar electricidad, los trabajadores de la Plataforma Solar de Almer¨ªa (PSA) portan una pancarta negra en la que exigen al Gobierno que les deje trabajar sin trabas burocr¨¢ticas. Mientras, parte de sus compa?eros del Centro de Investigaciones Energ¨¦ticas, Medioambientales y Tecnol¨®gicas de Madrid, del que depende la PSA, tambi¨¦n protestan por la situaci¨®n.

Este centro de investigaci¨®n, considerado estrat¨¦gico por la Uni¨®n Europea, se encuentra en una situaci¨®n surrealista. Aunque tiene millones de euros en financiaci¨®n de la UE, corre el peligro de tener que devolverlos porque las trabas legales impuestas por el Gobierno no permiten gastar parte de ese dinero. El origen del problema es una normativa presupuestaria aprobada en 2016, a la que se suman otras medidas legales que est¨¢n ahogando a este centro y muchos otros organismos p¨²blicos de investigaci¨®n.

En la PSA, los problemas burocr¨¢ticos afectan a 6,8 millones de euros de 15 proyectos europeos cuya cuant¨ªa total, contando tambi¨¦n la parte que se realiza en otros pa¨ªses de la UE, es de 71 millones de euros. Si no se anula la normativa de 2016, la PSA tendr¨¢ que empezar a devolver parte de ese dinero con intereses a partir de 2020, seg¨²n han asegurado Sixto Malato, exdirector de la plataforma, y Eduardo Zarza, uno de sus investigadores, en una rueda de prensa en Madrid en la que han exigido al Gobierno que solucione cuanto antes su situaci¨®n. En noviembre dimitieron como director de la PSA y jefe de unidad, respectivamente, como protesta.

¡°Llevamos dos a?os advirtiendo del problema por los cauces oficiales y haci¨¦ndolo p¨²blico desde hace seis meses, pero la situaci¨®n no se soluciona¡±, ha dicho Malato. ¡°Estamos afectados por un c¨²mulo de normas que hace imposible realizar los proyectos de investigaci¨®n europeos. Hemos conseguido dinero de la UE que habr¨¢ que devolver, adem¨¢s tenemos a entre ocho y 15 personas en el paro por no poder formalizar sus contratos. Esta normativa no se adapta a lo que debe ser un centro de investigaci¨®n, as¨ª que o volvemos a la situaci¨®n anterior a 2016 o nos dan el mismo trato que a las universidades o el CSIC, que est¨¢n exentas de cumplir estas normas¡±, ha explicado el investigador.

Zarza y Malato se?alan que su principal escollo no es el Ministerio de Econom¨ªa, de quien dependen las competencias de I+D+i, sino de Hacienda, que es quien debe permitir la modificaci¨®n de la normativa. ¡°El ministerio de Hacienda no tiene respeto intelectual por nuestras peticiones¡±, asegura Malato. Mientras, ¡°la secretaria de Estado de I+D+i [Carmen Vela] tiene una situaci¨®n muy d¨¦bil dentro del Gobierno y no consigue que las cosas cambien¡±, a?ade Zarza.

El sector empresarial apoya la causa de estos cient¨ªficos. De la PSA ha salido buena parte de las innovaciones que han conseguido que la energ¨ªa termosolar sea competitiva y de ella depende que estas tecnolog¨ªas sigan aumentando su eficiencia y contribuyan al progresivo abandono de los combustibles f¨®siles. Este es un sector en el que Espa?a tiene un gran peso internacional, ha explicado Luis Crespo, secretario general de Protermosolar, la patronal espa?ola del sector, y presidente de Estela, la patronal europea. ¡°Las empresas espa?olas est¨¢n presentes en al menos el 90% de los nuevas plantas que se est¨¢n construyendo en todo el mundo a excepci¨®n de China, que sigue siendo un mercado algo m¨¢s herm¨¦tico¡±, ha explicado. Se trata de proyectos por valor de cientos de millones de euros en Dubai, Marruecos, Chile y otros pa¨ªses. ¡°Estamos muy preocupados por que se le corten las alas al mayor laboratorio de investigaci¨®n de esta tecnolog¨ªa que hay en todo el mundo. La soluci¨®n del problema parece f¨¢cil. Si la Plataforma de Almer¨ªa no funciona, esto puede perjudicar a la proyecci¨®n de las empresas espa?olas en el resto del mundo¡±, ha advertido Crespo.