?Qu¨¦ arquitectura representa el pabell¨®n premiado en la Bienal de Venecia?

Junto al hermoso y deteriorado pabell¨®n que Carlo Scarpa dise?ara para Venezuela, el pabell¨®n suizo en los jardines p¨²blicos de Venecia ¡ªque acogen a la mayor¨ªa de los pabellones nacionales en las diversas bienales¡ª suele representar bien a ese pa¨ªs. En general, propone un tema aislado, enviando un mensaje tan rotundo y bien elaborado como al margen del lema decidido por los comisarios de la muestra. Este a?o no ha hecho una excepci¨®n. Sus cuatro j¨®venes comisarios, Alessandro Bosshard, Li Tavor, Matthew van der Ploeg y Ani Viherwaara han ideado ¡°no una casa, sino un tour por una casa para que los visitantes puedan convertirse en turistas en el interior de la vivienda¡±, han declarado. Y mucho de eso hay en el montaje: una atracci¨®n tur¨ªstica en toda regla que combina el juego, la sorpresa, el humor y¡­ la ambici¨®n cultural.

La muestra Svizzera 240 House Tour es, efectivamente, un tour muy did¨¢ctico que informa eficazmente sobre c¨®mo afecta la escala a la vida en el interior de una vivienda. El jurado se bas¨® justo en eso para premiarlo ¡°afronta cuestiones clave de la escala en el espacio dom¨¦stico¡±. Sin embargo, la memoria de los arquitectos no hablaba de ese objetivo, sino que describ¨ªa la voluntad de los autores de ¡°en lugar de representar el edificio, construir su representaci¨®n¡±. As¨ª, no resulta f¨¢cil establecer la relaci¨®n entre el lema de la Bienal, Freespace, y la divertida instalaci¨®n suiza. ¡°El pabell¨®n ilustra las maneras muy diversas de abordar el tema¡±, zanj¨® el presidente de la Biennale, Paolo Baratta. Y seguramente en ese asunto, la interpretaci¨®n de un lema, reside el quid de la cuesti¨®n. ?Que un lema sea ampliamente interpretable indica riqueza, ambig¨¹edad o escapismo?

Para las comisarias de esta edici¨®n, las irlandesas Shelley Mcnamara e Yvonne Farrell, Freespace es a la vez lo gratuito y lo generoso, el espacio de libre acceso (p¨²blico) y el que los arquitectos regalan al usuario. Sin embargo, la escala ser¨ªa una de las herramientas para abordar una cuesti¨®n que hoy define el crecimiento de las ciudades, la naturaleza de los edificios y la vida de los ciudadanos desde un punto de vista, como m¨ªnimo te¨®rico. ?Es eso lo que quiere hacer la reuni¨®n de arquitectura m¨¢s emblem¨¢tica del mundo? ?Teorizar? ?No ser¨ªa m¨¢s interesante por lo menos informar, proponer, denunciar o empatizar ahora que tantos arquitectos se llenan la boca con la necesidad de acercarse a las necesidades de la sociedad?

En los mismos jardines p¨²blicos, el pabell¨®n de Israel ciertamente informa cuando analiza la geopol¨ªtica de los espacios sagrados. El americano propone cuando refleja los diversos grados de ciudadan¨ªa. El australiano denuncia la desaparici¨®n de la vegetaci¨®n aut¨®ctona, y el alem¨¢n se acerca realmente a la gente poni¨¦ndose en la piel de las personas que a d¨ªa de hoy viven junto a un muro.

Por eso hay que se?alar que el Le¨®n de oro de esta Bienal no es reivindicativo. En boca de los arquitectos aborda un tema acad¨¦mico, el de la representaci¨®n, y en opini¨®n del jurado una cuesti¨®n privada, la del interior de la vivienda. Que esto suceda cuando el lema de la Bienal es la interpretaci¨®n del espacio libre, o gratuito, o p¨²blico, llama la atenci¨®n. Y permitir que la arquitectura se convierta en una mera cuesti¨®n de interpretaci¨®n ling¨¹¨ªstica, se antoja como un gesto m¨¢s escapista que reparador.

Si bien los j¨®venes arquitectos de Z¨²rich se hicieron con el encargo del pabell¨®n a trav¨¦s de una convocatoria p¨²blica y han levantado una experiencia divertida y did¨¢ctica, su mensaje tiene mucho de evasi¨®n y diversi¨®n. Nada que objetar sobre el pabell¨®n, pero bastante al m¨¢ximo galard¨®n de la Bienal. En una disciplina que se llena la boca con la voluntad de acercarse a la gente uno se pregunta si el cl¨¢sico de feria de los espejos deformantes es la manera de hacerlo.