Las siete mejores t¨¦cnicas de estudio para que tu hijo apruebe los ex¨¢menes

Es la recta final. Libros, cuadernos y folios subrayados en fosforito son las municiones que cargan los j¨®venes en estas fechas. La m¨²sica de fondo en casa, el metro y la calle son frases como: ¡°el examen es ma?ana y a¨²n me falta la mitad por estudiar¡±; ¡±toda la noche a base de redbulles¡± o ¡°pero, ??c¨®mo?! ?Eso tambi¨¦n entra?¡± Aaagh. Y la contraparte de padres y profesores: ¡°hazme el favor de estudiar¡±; ¡°ni Play ni m¨®vil hasta que acabes el curso¡± o ¡°hay que hincar codos como hac¨ªa yo¡± (a veces, sin pruebas que lo demuestren). Por no hablar del cl¨¢sico y pol¨ªticamente incorrecto ¡°la letra con sangre entra¡±. Bueno, no nos pasemos.

Los nervios se multiplican en las comunidades que han adelantado los ex¨¢menes de septiembre a junio. Madrid, La Rioja y Castilla-Le¨®n se estrenan este curso, mientras que en Navarra, Pa¨ªs Vasco, Cantabria, Comunidad Valenciana, Canarias y Extremadura, el sistema ya lleva funcionando unos a?os, con sus partidarios y sus detractores. Independientemente de cu¨¢ndo y cu¨¢nto, ?alguna vez nos preguntamos c¨®mo estudian nuestros hijos y d¨®nde han aprendido a hacerlo? Luisa M. Redondo, fil¨®loga-reeducadora pedag¨®gica, especializada en dificultades de aprendizaje, logopedia escolar y terapia pedag¨®gica, del ISEP Cl¨ªnic, nos responde que ¡°los alumnos tienen la sensaci¨®n de que nadie les ha ense?ado a estudiar¡±.

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Y tienen raz¨®n. Espa?a es el segundo pa¨ªs de la Uni¨®n Europea en fracaso escolar, con un 19% de j¨®venes entre 18 y 24 a?os que han abandonado prematuramente el sistema educativo, seg¨²n los datos de Eurostat de 2017. ?Tiene esto que ver con la forma de estudiar? La experta opina que s¨ª. ¡°El modelo pedag¨®gico actual hace que el alumno sea un receptor pasivo. Predominan las clases magistrales y los contenidos se les presentan de manera poco atractiva, por lo que acaban desconectando de ellos¡±. Nos encontramos, pues, con chicos desmotivados, que no saben estudiar: ¡°las herramientas que usan no les funcionan. No poseen una rutina de estudio adaptada a sus dificultades o aptitudes. En general, tampoco planifican ni priorizan tareas, son poco aut¨®nomos y no est¨¢n acostumbrados a razonar lo que estudian. Son dependientes de distractores (m¨®viles, tablets, ordenador...) y no se concentran¡±, afirma Redondo.

?Qu¨¦ papel cumplimos los padres en el estudio?

¡°Es importante educar a los ni?os desde peque?os en t¨¦cnicas de estudio para aprender a optimizar su tiempo y a ser m¨¢s operativos¡±, aconseja Nuria Vallejo, pedagoga especializada en e-learning, quien explica que ¡°la idea es adaptar t¨¦cnicas al ni?o, a su edad y ritmo¡±. A los m¨¢s peque?os conviene acompa?arlos (ojo, que no hacerle los deberes). ¡°Entre los 6 y 10 a?os pueden empezar haciendo los deberes a la misma hora, repasar la agenda y manejar las fechas clave¡±.

Preparando el terreno

Algunos aspectos que es bueno tener en cuenta a la hora del estudio:

• Respetar las horas de sue?o. Seg¨²n un estudio de la Universidad de Brigham Young, dormir bien favorece la memoria y el aprendizaje. Por eso, es aconsejable que el estudiante tenga un horario regular y no se salte horas de sue?o.
• Comer sano. Cinco veces al d¨ªa, alimentos ricos en antioxidantes (frutas, verduras) buenas prote¨ªnas (carnes magras, legumbres y huevo), carbohidratos (arroz, cereales, patatas) y ¨¢cidos grasos omega 3 (pescados azules, aceites vegetales, frutos secos).Y, por supuesto, agua. Si todo esto va bien, las bebidas energ¨¦ticas y los suplementos son innecesarios.
• Un lugar de estudio. Conviene estudiar siempre en el mismo lugar, que est¨¦ limpio, ordenado, iluminado con luz natural si es posible, a una temperatura adecuada y libre de distracciones.
• Higiene postural. Sentarse bien a la mesa de estudio favorecer¨¢ la concentraci¨®n y evitar¨¢ dolores de espalda.
• Planificaci¨®n. Un calendario servir¨¢ para visualizar el tiempo versus la cantidad de estudio, pruebas y proyectos a entregar. Es mejor planificar el estudio fraccionado con antelaci¨®n (una semana, por ejemplo). Tambi¨¦n es bueno incluir en ¨¦l las horas de tiempo libre, actividades extraescolares y deportivas del ni?o. No se trata de que este deje de hacerlas sino que aprenda a organizar su tiempo.
• El tiempo de estudio. La concentraci¨®n empieza a decaer a partir de los 30 o 40 minutos de estudio. En l¨ªneas generales, entre los 3 y los 6 a?os, conviene empezar con tareas de 10-15 minutos para que el peque?o se vaya habituando a trabajar; 30 a los 8 a?os; 45 minutos a los 10 a?os, y periodos de una hora a partir de los 12 a?os.
• La importancia de una pausa. Tampoco es productivo que los ni?os estudien todo el d¨ªa sin parar. Nuria Vallejo recomienda el m¨¦todo Pomodoro, una t¨¦cnica creada por el italiano Francesco Cirillo para alternar el tiempo de estudio con el de descanso. Consiste en realizar periodos de estudio de 25 minutos (un ¡°pomodoro¡±), sin distracciones. Pasado ese tiempo, una pausa de 5 minutos y luego otros 25 minutos estudiando. As¨ª, hasta completar cuatro ¡°pomodoros¡±, tras los cuales se puede tomar una pausa de 15 minutos y repetir el ciclo otra vez.
• Deberes s¨ª o no. Uno de los temas m¨¢s controvertidos de la vida escolar. Seg¨²n un estudio de la universidad de Oviedo, para los mayores de 11 a?os una hora al d¨ªa de deberes es suficiente para reforzar lo aprendido en clase. Para los m¨¢s peque?os la investigaci¨®n recomienda multiplicar el curso en el que est¨¢n por 10 minutos. Vallejo a?ade que ¡°en primaria lo ideal ser¨ªa iniciar los deberes en el colegio, destinando un tiempo para terminarlos all¨ª y proseguir en casa con lo que quede. En secundaria aunque no traiga tareas para casa, los adolescentes deber¨ªan invertir tiempo en repasar las asignaturas, leer los apuntes, hacer res¨²menes de lo aprendido en el d¨ªa¡±.

Siete t¨¦cnicas de estudio que funcionan

Tal y como nos explica la pedagoga de e-learning, ¡°las t¨¦cnicas de estudio deben mejorar el proceso de aprendizaje. No hay t¨¦cnicas mejores que otras, porque todo depende del alumno. Algunos encuentran ¨²til subrayar el texto, por ejemplo, y otros marcar los t¨¦rminos m¨¢s importantes, hacer res¨²menos o esquemas¡±. Tambi¨¦n depende de qu¨¦ se estudie: memorizar puede servir para recordar datos num¨¦ricos y fechas mientras que las ideas y conceptos se comprenden bien con mapas mentales. Lo importante es encontrar la id¨®nea para cada joven y con cierta flexibilidad: quiz¨¢ funciona solo una t¨¦cnica, combinada con otra o m¨¢s o elegir seg¨²n las tem¨¢ticas. Aqu¨ª recogemos algunas que han dado resultados a muchos estudiantes:

1. M¨¦todo Pascal: El cl¨¢sico. No es atractivo para todos los ni?os, pero a muchos les sigue funcionando: una lectura r¨¢pida para obtener la idea global; una lectura comprensiva con subrayado; resumen o esquema; estudio y memorizaci¨®n, y el repaso.

2. Practicar con ex¨¢menes. Seg¨²n una investigaci¨®n de Ken State University, estudiar con preguntas que han aparecido en ex¨¢menes anteriores as¨ª como con ejercicios pr¨¢cticos es efectivo para plantearse preguntas relevantes sobre el tema, sobre todo, matem¨¢ticas, gram¨¢tica o idiomas.

3. Reglas mnemot¨¦cnicas. No valen para todo, pero son recomendables para memorizar listas cortas que aparentemente no tienen vinculaci¨®n l¨®gica. Asocian conceptos nuevos con elementos que m¨¢s familiares, palabras clave, siglas, abreviaturas, acr¨®nimos...

4. Tormenta de ideas. El conocido brainstorming es buena din¨¢mica para estudiar en grupo. Se trata de que cada uno aporte su conocimiento, tras haber estudiado individualmente antes. En un grupo de estudio, los chicos repasan, resuelven dudas, analizan y asimilan conceptos.

5. Visual Thinking. El pensamiento visual aprovecha la capacidad del dibujo para sintetizar contenidos, conceptos y emociones. No hace falta saber dibujar: valen las figuras geom¨¦tricas, l¨ªneas, bocetos mezclados con textos. Se puede hacer una biograf¨ªa de un escritor, por ejemplo, dibujando un libro abierto, con pictogramas indicando el nombre del autor, las fechas clave, lugar de nacimiento...

6. Mapas mentales y esquemas. Son representaciones gr¨¢ficas en las que se visualizan ideas con una jerarqu¨ªa. Desarrollados por primera vez por el consultor educativo ingl¨¦s, Tony Buzan, sintetizan una unidad de informaci¨®n en la que el tema principal va en el centro, en un c¨ªrculo u ¨®valo. Las ideas secundarias se disponen de manera radial, conectadas con la central a trav¨¦s de l¨ªneas o flechas. Y as¨ª, de mayor a menor importancia, desde el centro a la periferia. Aconsejables para Ciencias Naturales y Sociales.

7. Tests y rosco. Para ponernos a prueba los d¨ªas antes del examen. Puedes ayudarle a tu hijo haci¨¦ndole preguntas de respuesta r¨¢pida con tres alternativas. En esta l¨ªnea, jugar un rosco como el de Pasapalabra con preguntas sobre el tema agilizar¨¢ sus respuestas y se aprovecha un ratito en familia para pasarlo bien.

En cualquier caso, sea cual sea la o las t¨¦cnicas elegidas, no debemos olvidar que el proceso de ense?anza-aprendizaje debe ser afectivo, por un lado, y atender a la empat¨ªa, a las necesidades individuales y a la diversidad, y tambi¨¦n efectivo, haci¨¦ndole ver a nuestro hijo que el estudio y la formaci¨®n es un instrumento indispensable que, como concluye Mar¨ªa Luisa Redondo, ¡°nos ayuda a ejercer la libertad individual, a realizarnos como personas y a progresar en la sociedad¡±.