La hora del desarrollo sostenible
El nuevo Gobierno de Espa?a tiene la oportunidad de abordar medidas urgentes en ¨¢mbitos en los que el pa¨ªs ha quedado rezagado. Nueve expertos en Cooperacion Internacional firman este texto que reivindica los ODS como oportunidad ¨²nica
El per¨ªodo pol¨ªtico que ahora se cierra es el de una Espa?a que ha vivido de espaldas a la cooperaci¨®n internacional y a la agenda del desarrollo sostenible. A lo largo de una d¨¦cada, una combinaci¨®n de limitaciones presupuestarias y decisiones pol¨ªticas elegidas han conformado un pa¨ªs enrocado en sus problemas dom¨¦sticos, precisamente cuando todo cambiaba a nuestro alrededor y los desaf¨ªos globales se disparaban de forma acelerada. El mundo de 2018 es mucho m¨¢s complejo, inestable e impredecible de lo que era hace solo cinco a?os. Y todos vivimos con angustia la sensaci¨®n de que, precisamente ahora, es necesario tomar decisiones que determinar¨¢n el futuro mismo del planeta.
Todas estas son razones que justifican el compromiso de cada pa¨ªs con el inter¨¦s com¨²n. Nuestra sociedad y nuestro sistema pol¨ªtico est¨¢n llamados a participar de forma proactiva en la construcci¨®n de un modelo de relaciones internacionales y desarrollo justo e igualitario dentro de los l¨ªmites naturales del planeta. Este papel es particularmente necesario en un momento en el que ha cobrado fuerza una narrativa del ensimismamiento: no puede haber America first, ni Europa, Francia, Reino Unido o Espa?a first. Porque si algo hemos aprendido con los desaf¨ªos del clima, las pandemias, la desigualdad o los desplazamientos forzosos es que en este tiempo nadamos o nos hundimos juntos.
Espa?a tiene ahora la oportunidad de elegir su lugar en el mundo. La buena noticia es que el mundo requiere de las capacidades que mejor puede ofrecer nuestro pa¨ªs, las basadas en el poder blando que otorgan la responsabilidad, la solidaridad y el liderazgo. Espa?a ha demostrado en las tres ¨²ltimas d¨¦cadas que puede establecer lazos firmes a trav¨¦s de la cooperaci¨®n internacional, la cultura, el compromiso con la UE y la defensa de sus valores universales. Todo ello nos confiere una posici¨®n privilegiada y protagonista en la construcci¨®n de la gobernanza europea y global.
Quienes firmamos esta tribuna hemos comprobado la importancia de trabajar juntos, por encima de leg¨ªtimas ideolog¨ªas e intereses institucionales. Y creemos que existe la posibilidad de hacer que el cambio empiece desde el primer d¨ªa de este nuevo Gobierno; incluso con un presupuesto heredado y sobre la base de una alianza parlamentaria fr¨¢gil.
Los primeros pasos son necesariamente pol¨ªticos, empezando por los nombramientos de quienes deban decidir sobre una nueva agenda en los diferentes niveles ministeriales. Ellos y ellas ser¨¢n los responsables de completar el Plan de Acci¨®n para la implementaci¨®n de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, cuyo borrador se expondr¨¢ ante la ONU en julio de este a?o.
Todos vivimos con angustia la sensaci¨®n de que ahora es necesario tomar decisiones que determinar¨¢n el futuro mismo del planeta
Los ODS constituyen una oportunidad ¨²nica para definir las aspiraciones y la hoja de ruta de Espa?a en asuntos como el cambio clim¨¢tico, la salud global, la pobreza infantil o la desigualdad de ingreso. Asuntos donde los objetivos dom¨¦sticos est¨¢n imbricados con los exteriores y donde nuestro pa¨ªs ha demostrado hasta ahora una iniciativa insuficiente. Se debe elevar el perfil pol¨ªtico en el liderazgo de la Agenda 2030 e incluir a los ministerios econ¨®micos en el coraz¨®n del desarrollo de la misma. En comparaci¨®n con sus socios iberoamericanos, Espa?a tiene un retraso considerable en la puesta en marcha de un mecanismo de implementaci¨®n nacional.
Tambi¨¦n es prioritario resucitar la ayuda humanitaria, definir el papel de Espa?a en los organismos multilaterales o abordar la reforma siempre aplazada de la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional para el Desarrollo (Aecid). Para ello es necesario dotar a la direcci¨®n y gesti¨®n de la Cooperaci¨®n Espa?ola del perfil profesional que esta demanda. Los gestores y expertos que sostienen esta pol¨ªtica han de poder adaptarse a una agenda nueva y a un entorno diverso.
La gesti¨®n inteligente de este capital pol¨ªtico no debe devolvernos al modelo de cooperaci¨®n de hace una d¨¦cada, sino adaptar la ayuda espa?ola a un contexto que ha cambiado. En ¨¢mbitos como las energ¨ªas renovables o la salud global, estos recursos tienen incluso m¨¢s valor como palanca de innovaci¨®n, conocimiento y alianzas que como mero combustible financiero.
A partir de aqu¨ª, el nuevo Gobierno y sus socios parlamentarios tienen la oportunidad de abordar medidas urgentes en algunos ¨¢mbitos en los que Espa?a ha quedado insoportablemente rezagada:
Movilidad humana. En la llamada crisis de refugiados, nuestro pa¨ªs debe asumir sus obligaciones ¨¦ticas, pol¨ªticas y legales en materia de acogida de desplazados forzosos. Asimismo, debe trabajar para que la pol¨ªtica migratoria europea abandone la obsesi¨®n por el control y la externalizaci¨®n de fronteras, y optimice las oportunidades que un planeta diverso y en movimiento ofrece al desarrollo de los pa¨ªses de origen y destino.
Creemos que existe la posibilidad de hacer que el cambio empiece desde el primer d¨ªa de este nuevo Gobierno
Igualdad. Debemos convertir la justicia de g¨¦nero en una marca de agua de las pol¨ªticas p¨²blicas espa?olas dentro y fuera de nuestro pa¨ªs. La igualdad social y salarial, as¨ª como la protecci¨®n de las mujeres y ni?as agredidas y asesinadas por la violencia machista constituyen hoy una prioridad ineludible en la que Espa?a debe dar ejemplo.
Cambio clim¨¢tico y sostenibilidad. Debe impulsarse una estrategia espa?ola de desarrollo sostenible que incluya las obligaciones de Ad¨ªs Abeba, la Agenda 2030, los acuerdos del clima COP21 y la nueva doctrina de desarrollo y salud urbana de H¨¢bitat III. Es el momento de dar el espaldarazo definitivo a la aplazada ley de cambio clim¨¢tico y transici¨®n energ¨¦tica.
Equidad. La desigualdad extrema dentro de Espa?a y en el conjunto del planeta es al mismo tiempo un desaf¨ªo ¨¦tico y un freno para el progreso com¨²n. Precisamos un Plan Nacional contra la Desigualdad que contemple medidas contra la evasi¨®n y elusi¨®n fiscales, la precariedad laboral y la opacidad financiera. Espa?a debe incorporar indicadores de desigualdad en su cuadro econ¨®mico.
Agenda 2030. La transformaci¨®n profunda que conlleva esta hoja de ruta debe traducirse en estrategias consensuadas por cada uno de los 17 objetivos y para cada administraci¨®n implicada. Tambi¨¦n en la elaboraci¨®n de una Ley de desarrollo sostenible e impulso de la Agenda 2030, y en la coordinaci¨®n incentivada de todos los actores que desde la sociedad civil y el sector privado contribuyen al ¨¦xito de estos objetivos.
Cada una de estas medidas se consolidar¨¢ eventualmente con los nuevos presupuestos que se negocien en el Parlamento. Pero todas ellas exigen consensos complejos que pueden ser construidos desde ahora sobre la base del compromiso pol¨ªtico. Eso es lo que le pedimos al nuevo Gobierno, a sus socios parlamentarios y a todos los que tienen la responsabilidad de hacer de la cooperaci¨®n internacional y la Agenda 2030 una pol¨ªtica de Estado. Ni m¨¢s, ni menos.
Federico Buyolo Garc¨ªa es director general de cooperaci¨®n y solidaridad de la Generalitat Valenciana; Gonzalo Fanjul es coordinador del blog ¡®3.500 Millones'; Carlos Mataix es director del Centro de Innovaci¨®n en Tecnolog¨ªa para el Desarrollo de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid (itdUPM); Jos¨¦ Mois¨¦s Mart¨ªn es economista y autor del informe Oxfam Davos Espa?a 2018; Iliana Olivi¨¦ es investigadora principal del Real Instituto Elcano y profesora de la Universidad Complutense de Madrid; Leire Paj¨ªn es directora de desarrollo internacional del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal); Ignacio Uriarte es Investigador Doctoral en UPCO; Jos¨¦ Mar¨ªa Vera es director general de Oxfam Interm¨®n; Rafael Vilasanju¨¢n es director del ¨¢rea de An¨¢lisis y Desarrollo de ISGlobal.
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