_
_
_
_

T¨² a California y yo a Haw¨¢i: la di¨¢spora olvidada de espa?oles en EE UU

Espa?oles rumbo a EE UU en 1926 a bordo del transatl¨¢ntico 'Aquitania'.
Espa?oles rumbo a EE UU en 1926 a bordo del transatl¨¢ntico 'Aquitania'.Jos¨¦ Losada

Entre finales del siglo XIX y principios del XX, decenas de miles de espa?oles emigraron a EE UU. Trabajaron en tabacaleras, en la industria, en la mina. Se asentaron por todo el pa¨ªs, de California a Haw¨¢i, de Florida a Ohio. Un descendiente de aquella odisea, hoy profesor en la Universidad de Nueva York, lleva 10 a?os recopilando la memoria de estos pioneros.

Diciembre, 1920. C¨¢mara de Representantes, Washington, DC. En medio de un enconado debate sobre inmigraci¨®n, el congresista Harold Knutson pide la palabra. Se levanta del esca?o y carraspea dispuesto a lanzar una arenga.

Knutson, nacido en Noruega, comienza arremetiendo contra ciertos extranjeros que, seg¨²n ¨¦l, solo vienen a quitar puestos de trabajo a los nativos y a contaminarlos de radicalismos for¨¢neos. Afirma haber estado d¨ªas atr¨¢s en Ellis Island y haber presenciado la llegada en una sola jornada de m¨¢s de 2.000 hombres de cierto pa¨ªs particularmente peligroso, seg¨²n ¨¦l. Concluye la perorata: ¡°Espa?a es un hervidero revuelto de anarqu¨ªa, y el Gobierno espa?ol est¨¢ juntando a todos esos anarquistas para arroj¨¢rnoslos a Estados Unidos¡±.

?Espa?a? ?Pero es que hubo alguna vez una emigraci¨®n masiva de espa?oles a EE UU? Knutson dej¨® un panorama err¨®neo y efectista de uno de los episodios m¨¢s fascinantes y desconocidos de la historia compartida entre los dos pa¨ªses.

¡°Espa?a es un hervidero de anarquistas y quieren arroj¨¢rnoslos?a EE UU¡±, areng¨® un congresista en 1920

Es cierto que a finales del siglo XIX y principios del XX, decenas de miles de obreros y campesinos espa?oles se establecieron en compactos enclaves desperdigados a lo largo y ancho de EE UU. Al igual que las comunidades de emigrantes espa?oles surgidas en Cuba o Argentina, estas colonias del ¡°norte¡± tambi¨¦n se tej¨ªan gracias a redes informales y locales en Espa?a, y en torno a una definida oferta laboral en el pa¨ªs receptor. Por eso en las primeras d¨¦cadas del siglo XX encontraremos a gallegos, asturianos y c¨¢ntabros en las f¨¢bricas de puros de Florida; vascos, aragoneses y castellanos en la ganader¨ªa y la hosteler¨ªa del suroeste y en los Estados monta?osos del oeste; andaluces, valencianos, extreme?os y castellanos en las plantaciones de ca?a de az¨²car de Haw¨¢i y en las conserveras de frutas, frutos secos y pescado de California; m¨¢s c¨¢ntabros en las canteras de granito de Nueva Inglaterra; a¨²n m¨¢s asturianos, castellanos, gallegos, valencianos y andaluces en las minas y f¨¢bricas del cintur¨®n industrial del noreste y del Medio Oeste. Y en Nueva York, el punto de entrada de tantos, hallaremos inmigrantes de toda Espa?a; no solo en los muelles y barcos, donde destacaban num¨¦ricamente, sino tambi¨¦n en diversos nichos de la econom¨ªa urbana: de los negocios de puros al servicio dom¨¦stico.

Espa?olas en Canton (Ohio), uno de los lugares donde se concentr¨® la emigraci¨®n, hacia 1930.
Espa?olas en Canton (Ohio), uno de los lugares donde se concentr¨® la emigraci¨®n, hacia 1930.Bob Vega

Pongamos por caso a Jos¨¦ y Carmen, ambos asturianos. Se conocieron en el mismo a?o de aquella diatriba de Knutson durante un p¨ªcnic organizado por el Centro Asturiano de Nueva York. Aquel d¨ªa, en un parque de Staten Island, con vistas a la Estatua de la Libertad y Ellis Island, Carmen y Jos¨¦ casi tuvieron que gritar para hacerse o¨ªr entre el vocer¨ªo de los paisanos y las melod¨ªas de una gaita, que no faltaba nunca en semejantes ocasiones. Ella, de 18 a?os, le cuenta a su compatriota que acaba de llegar de Sard¨¦u, Ribadesella, reclamada por una hermana que llevaba varios a?os en la ciudad y que le hab¨ªa conseguido trabajo en Brooklyn como ni?era. ?l, de 31, con traje de lino claro y sombrero de jipijapa ladeado, responde que naci¨® cerca de Avil¨¦s, y que tambi¨¦n est¨¢ reci¨¦n llegado, aunque ya tiene a la espalda periplos en La Habana y Tampa, Florida. El hombre busca en su cartera una tarjeta de presentaci¨®n, reci¨¦n impresa, y se la entrega: Jos¨¦ Fern¨¢ndez ?lvarez, tabaquero. ¡°Vamos a probar suerte aqu¨ª. Pero qu¨¦ l¨ªo con el ingl¨¦s. En Tampa no hac¨ªa falta. ?C¨®mo lo lleva usted?¡±. Ella se r¨ªe: ¡°Pues muy mal. Solo me s¨¦ una frase que me han ense?ado en la pensi¨®n y que ni me sale¡±. ¡°A ver, a ver¡­¡±, insiste el tabaquero. Se sonroja la ni?era mientras chapurrea, sin quitar los ojos de la tarjeta: ¡°My room is number 7¡±.

Jos¨¦ Fern¨¢ndez ?lvarez y Carmen Alonso Mier son mis abuelos. La historia de su encuentro me la cont¨® Carmen una sola vez ¡ªentre risas, con di¨¢logo y todo¡ª poco antes de morir en 1984. Jos¨¦ hab¨ªa fallecido unos meses antes; puedo fechar con precisi¨®n el testimonio, porque los pocos relatos autobiogr¨¢ficos que logr¨¦ escuchar de boca de mi abuela datan todos de ese breve periodo entre una muerte y otra. El abuelo era un narrador carism¨¢tico, impon¨ªa mucho. El d¨ªa que enterramos a Carmen junto a Jos¨¦ en un cementerio neoyorquino, me acord¨¦ de la an¨¦cdota y pens¨¦: ¡°?C¨®mo habr¨ªan reaccionado estos dos asturianos si alguien les hubiera dicho, mientras pelaban la pava en ese p¨ªcnic, que iban a vivir juntos el resto de sus d¨ªas en Brooklyn, para acabar enterrados juntos en Nueva York, rodeados de cinco hijos Spanish-American y m¨¢s de 20 nietos llanamente American?¡±.

Durante el trabajo de campo hemos degustado paellas, filloas, hojuelas y decenas de versiones?de tortilla de patatas

Cincuenta a?os despu¨¦s de la excursi¨®n y del discurso de Knutson, yo tuve que ir al colegio para aprender a chapurrear en espa?ol ¡°mi habitaci¨®n es la n¨²mero 7¡±. Mi madre era de ascendencia irlandesa; en casa solo se hablaba en ingl¨¦s. Siempre me parec¨ªa que mis abuelos observaban con una mezcla de orgullo y extra?eza mi creciente inter¨¦s por un pa¨ªs que ellos hab¨ªan dejado atr¨¢s de forma tan definitiva. Recuerdo en particular la escueta respuesta de mi abuelo ¡ªen su ingl¨¦s rudimentario¡ª cuando, poco antes de su muerte, le coment¨¦ que pensaba hacer un doctorado en letras hisp¨¢nicas: ¡°OK. But what can you make with that?¡± (vale. Pero ?qu¨¦ puedes fabricar con eso?).

Las hijas de dos asturianos emigrados a Nueva York.
Las hijas de dos asturianos emigrados a Nueva York.Amor Garc¨ªa

Con eso fabriqu¨¦ una carrera; 20 a?os de art¨ªculos y clases, libros y congresos. Durante las primeras dos d¨¦cadas como profesor universitario, mantuve mi historia familiar herm¨¦ticamente aislada del hispanismo que practicaba como investigador y docente. Le¨ªa y ense?aba con frecuencia Poeta en Nueva York, por ejemplo, pero en todos esos a?os jam¨¢s se me pas¨® por la cabeza que el poeta Federico, el tabaquero Jos¨¦ y la ni?era Carmen hab¨ªan respirado el mismo aire contaminado durante los meses que Garc¨ªa Lorca pas¨® en la ciudad en 1929-1930. En mi imaginario, estas figuras se mov¨ªan en planos distintos, incomunicados entre s¨ª: el plano de la cultura, de la historia, en el caso del granadino universal; el de la particularidad ¨ªntima e irreductible en el caso de los abuelos.

Un encargo de 2006 abri¨® la primera brecha en el muro que yo mismo hab¨ªa levantado entre lo familiar y lo profesional. Para una exposici¨®n titulada Frente al fascismo: Nueva York y la guerra civil espa?ola, el Museo de la Ciudad de Nueva York me pidi¨® un estudio de c¨®mo la colonia de emigrantes espa?oles en la ciudad hab¨ªa respondido a la conflagraci¨®n en Espa?a. Me puse a estudiar la prensa local en lengua espa?ola de la ¨¦poca, y en los diarios empec¨¦ a encontrar largos listados de asociaciones de emigrantes espa?oles que, con el objetivo de coordinar sus iniciativas a favor de la Rep¨²blica, se hab¨ªan unido bajo el paraguas de las Sociedades Hispanas Confederadas. Esas listas me revelaron la existencia de todo un archipi¨¦lago de enclaves espa?oles por todo el pa¨ªs, cada uno con sus p¨ªcnics, con sus abuelos en potencia¡­

¡°El espa?ol fue mi primera lengua, porque hasta los tres a?os viv¨ª con mis abuelos¡±, recuerda la descendiente KAthy Meers

Tambi¨¦n realic¨¦ entrevistas con ancianos ¡ªmi padre entre ellos¡ª que pudieran tener recuerdos vivos de aquellos a?os de discordia y solidaridad. Pronto descubr¨ª que los materiales imprescindibles para reconstruir esta olvidada di¨¢spora se encontraban en un estado precario, a punto de perderse, en las casas privadas ¡ªy en las cabezas¡ª de los descendientes. Por aquellas fechas, conoc¨ª al documentalista Luis Argeo, que acababa de estrenar AsturianUS, una pel¨ªcula sobre emigrantes asturianos en Virginia Occidental y Pensilvania. Argeo hab¨ªa llegado por su cuenta a la misma conclusi¨®n que yo sobre el valor y la precariedad de esta historia desconocida. Decidimos colaborar. Programamos en un GPS el mapa que hab¨ªamos elaborado con aquellos listados de las Sociedades Hispanas Confederadas, y con esc¨¢neres port¨¢tiles, c¨¢maras y micros en el equipaje, nos lanzamos a tocar a puertas de descendientes de espa?oles por todo Estados Unidos.

Espa?oles en un parque de Nueva York en 1939; Gabriel Campos.
Espa?oles en un parque de Nueva York en 1939; Gabriel Campos.Gil Cividanes

Los protagonistas de esta historia de hace m¨¢s de un siglo ya no est¨¢n con nosotros. Sus hijos, si viven, son octogenarios, nonagenarios. Muchas veces hablan espa?ol m¨¢s como un vestigio de su infancia que como una lengua viva. Nos reciben con frecuencia en las modestas casas que en su d¨ªa adquirieron sus padres, llenas todav¨ªa de objetos, fotos y olores que evocan a aquella primera generaci¨®n. Si los que nos reciben son nietos o bisnietos, las viviendas son casi siempre m¨¢s grandes y mejor ventiladas: m¨¢s luz, m¨¢s aire y menos historia. Los nietos raramente conservan el espa?ol, por lo que les resulta ilegible buena parte de sus archivos familiares.

La Guerra Civil supuso para los emigrantes el final del sue?o de volver a Espa?a y el comienzo de un proceso de olvido

Una visita nuestra ocupa un d¨ªa entero; adem¨¢s de filmar extensas entrevistas, digitalizamos esos archivos. Y en casi todos los hogares ¡ªla hospitalidad es hereditaria¡ª se nos da a probar alg¨²n plato basado en una antigua receta. Durante 10 a?os de trabajo de campo hemos degustado: la paella de un hijo de alicantinos en Monterrey, California; las filloas de una hija de coru?eses en Astoria, Nueva York; chorizos caseros embutidos por nietos de andaluces en California, de asturianos en Misuri y de gallegos en Nueva York; el gazpacho de una nieta de almeriense y malague?a en California; hojuelas fritas por la nieta de una abulense en Haw¨¢i, y docenas de versiones de la tortilla de patata o del arroz con pollo, preparadas en lugares como Virginia Occidental, Nueva Jersey y Pensilvania. En ocasiones, logramos que nuestros viajes coincidan con actividades colectivas de los descendientes, como aquel inolvidable p¨ªcnic celebrado en un gran parque p¨²blico a las afueras de Canton, Ohio. Kathy Meers, de apellido Pujaz¨®n cuando naci¨® en 1952, lleva a la ¡°jira campestre¡± una gran olla de arroz con pollo, un t¨¢per enorme lleno de pesti?os y dos bolsas de pl¨¢stico repletas de fotos y documentos. Mientras la ayudamos a descargar su coche, nos cuenta en ingl¨¦s: ¡°Me han dicho que el espa?ol fue mi primera lengua, porque hasta los tres a?os viv¨ª con los abuelos. Luego, en la escuela, lo fui perdiendo¡±. Esos abuelos, Juan Pujaz¨®n Valencia y Adelaida Justo Bl¨¢zquez, nacieron en Nerva, Huelva. Pasaron por Ellis Island en noviembre de 1920, m¨¢s o menos cuando Knutson visit¨®, horrorizado, el centro de inmigraci¨®n. Una huelga en las minas de Riotinto en 1920 impuls¨® a varios centenares de onubenses a dirigirse a Canton en busca de trabajo en las grandes acer¨ªas. Entre ellos, Juan y Adelaida. Estos mineros se incorporaron a una comunidad asturiana establecida poco antes en la zona. Canton era ya un gran centro industrial con obreros inmigrantes de medio planeta; en ese mismo a?o nacer¨ªa en la ciudad la National Football League.

El legendario hotel Santa Luc¨ªa y restaurante Jai Alai, en Nueva York.
El legendario hotel Santa Luc¨ªa y restaurante Jai Alai, en Nueva York.Frances Aguirre

Ya en el recinto del p¨ªcnic, Kathy trajina sin parar; saluda a las otras familias que llegan, y dispone la comida sobre dos grandes mesas. Promete ense?arnos los contenidos de las bolsas de pl¨¢stico despu¨¦s de comer: ¡°No quiero que se me ensucien los programas¡±.

Esta di¨¢spora se ir¨ªa forjando paulatinamente mientras el imperio espa?ol daba sus ¨²ltimos coletazos y EE UU se estrenaba como potencia industrial con ambiciones imperiales. El flujo llegar¨ªa a su punto ¨¢lgido durante la Primera Guerra Mundial. La neutralidad de Espa?a durante la guerra, combinada con la oferta de puestos de trabajo que los estadounidenses dejaban vacantes al ser llamados a filas, gener¨® un pico hist¨®rico de emigraci¨®n de espa?oles a Estados Unidos. Pero se trataba de un r¨¦cord ef¨ªmero que caer¨ªa en picado poco despu¨¦s de la intervenci¨®n de Knutson, gracias, en buena medida, a las mentiras y miedos que animaban su discurso y el de los que pensaban como ¨¦l.

Porque ni el Gobierno espa?ol organizaba la exportaci¨®n de sus ¡°peores ciudadanos¡±; ni eran los emigrantes en su mayor¨ªa anarquistas; ni ha habido jam¨¢s d¨ªa alguno en el que hayan entrado 2.000 inmigrantes espa?oles ¡ªni cifra remotamente aproximada¡ª a EE UU. Pero la ciza?a que sembraba Knutson cay¨® sobre tierra f¨¦rtil. Una recesi¨®n econ¨®mica tras el final de la guerra y el notorio Red Scare ¡ªel miedo al comunismo espoleado por la Revoluci¨®n Rusa¡ª bastaron para que prevalecieran las im¨¢genes tremendistas y los argumentos antiinmigrantes de gente como Knutson.

Eduardo Gonsales Arisa, vestido con uniforme militar, posa con un guerrero indio en torno a 1943.
Eduardo Gonsales Arisa, vestido con uniforme militar, posa con un guerrero indio en torno a 1943.Michael C¨¢ceres Cipressi

En los primeros a?os veinte, poco despu¨¦s de las llegadas de los abuelos de Kathy y de los m¨ªos, se aprobar¨ªan una serie de leyes migratorias con el objetivo de restringir la entrada al pa¨ªs a personas del sur y este de Europa, los ¡°bad hombres¡± del momento. Esta xenofobia llegar¨ªa a su m¨¢xima expresi¨®n con la Ley de Cuotas promulgada en 1924, seg¨²n la cual solo podr¨ªan acceder legalmente al pa¨ªs, en todo ese a?o, 131 espa?oles. Ni los suficientes para hacer una buena comida campestre. Con estas cuotas, Knutson & Co. lograron construir entre Espa?a y Estados Unidos ¡ªcon cifras y prejuicios en lugar de ladrillos y argamasa¡ª un gran muro.

La Ley de Cuotas casi fren¨® en seco la inmigraci¨®n legal de espa?oles, pero los a?os veinte ser¨ªan una d¨¦cada de consolidaci¨®n para las colonias ya establecidas. De 1925, por ejemplo, data la fundaci¨®n del Centro Hispano Americano de Canton, el mismo que organiza esta excursi¨®n. Mientras pasamos de mesa en mesa probando platos ¡ªempanada de at¨²n con la familia Guerra, bacalao con los Prendes, flan con los Conde, arroz con leche con los Cabo¡ª reflexionamos sobre c¨®mo han ido evolucionando las comidas en la di¨¢spora. Tambi¨¦n charlamos con los descendientes, a algunos les filmamos entrevistas formales con el fin de documentar c¨®mo perciben y c¨®mo cuentan la historia de sus antepasados.

Entre los descendientes que han acudido hoy a este p¨ªcnic, notamos una tendencia que hemos visto en todos los lugares donde hemos trabajado: si las recetas se transforman al asimilarse, las historias familiares tambi¨¦n. Y lo hacen de forma predecible, no aleatoria. Muchas veces, pese a la evidencia que ofrecen los propios archivos familiares, estas historias suyas, con el paso de las generaciones, se van ajustando m¨¢s y m¨¢s a la horma del gran sue?o americano, seg¨²n el cual todos los antepasados inmigrantes ser¨ªan h¨¦roes solitarios, cortados al patr¨®n del arquet¨ªpico self-made man estadounidense. Como si dijeran: ¡°Mis abuelos vinieron solos, no conoc¨ªan a nadie y nadie los ayud¨®; vinieron de forma legal, y siempre respetaron las leyes de este pa¨ªs. No se interesaron nunca por la pol¨ªtica, solo se dedicaban a trabajar. Salieron de Espa?a ya con la intenci¨®n de quedarse en EE UU y de hacerse ciudadanos. Amaban este pa¨ªs incluso antes de llegar a ¨¦l¡±.

Un grupo de espa?olas en la playa de Tampa (Florida) en torno a 1930.
Un grupo de espa?olas en la playa de Tampa (Florida) en torno a 1930.Cathy Var¨®n

Cae la tarde cuando por fin volvemos con el clan Pujaz¨®n. Encontramos a Kathy sacando fotos de las bolsas de pl¨¢stico y organiz¨¢ndolas en la mesa ya despejada: una imagen coloreada de su abuelo vestido de torero, retratos de grupos de los p¨ªcnics de anta?o. Pero lo que m¨¢s llama la atenci¨®n son dos montones de panfletos variopintos colocados en el otro extremo de la mesa. Kathy los se?ala: ¡°Mi abuelo coleccion¨® todos los programas impresos de esta comida anual desde el a?o 1936 hasta 1973. Yo los he heredado¡±. Las dos portadas m¨¢s visibles, las de los programas que coronan las dos pilas, son las de 1937 y 1946. Forman, azarosamente, un poderoso d¨ªptico que nos da la clave para interpretar la historia de esta di¨¢spora. El primero, escrito en espa?ol, fue dise?ado con los ojos puestos en Espa?a, y emerge de una comunidad que vive entre dos pa¨ªses; el segundo, en ingl¨¦s, lo protagoniza una familia feliz, perro incluido, que parece marchar con paso firme hacia la asimilaci¨®n absoluta.

El d¨ªptico confirma algo que los archivos de los descendientes se?alan una y otra vez: la guerra civil espa?ola marc¨® un parteaguas en las vidas de los individuos y de las comunidades de la di¨¢spora. Los descendientes asimilados y monoling¨¹es podr¨¢n contar sus historias ¨¦picas de individuos aut¨®nomos que salieron de sus aldeas en 1910 o 1920 supuestamente sabiendo de antemano que su destino y el de sus hijos iba a ser estadounidense. Pero no sabr¨¢n explicar por qu¨¦ sus padres esperaron 20 o 30 a?os, hasta 1939 o 1940, para solicitar aquellos papeles de ciudadan¨ªa. Puede que los descendientes no lo perciban o no lo sepan articular, pero igual que esta yuxtaposici¨®n de portadas, las fotos, cartas y recortes period¨ªsticos de sus archivos familiares lo dicen por ellos: la guerra y su resultado representaron el final del sue?o de volver a Espa?a que s¨ª albergaban sus antepasados, y el comienzo de un proceso de olvido.

Las portadas de los programas del p¨ªcnic anual organizado por el Centro Hispano Americano de Canton (Ohio) de 1937 (arriba) y 1946 (abajo) muestran la americanizaci¨®n de los emigrantes espa?oles en una d¨¦cada. De la ¡°jira campestre¡± al ¡°grand annual picnic¡±; de los milicianos con fusiles a la familia con perro incluido.
Las portadas de los programas del p¨ªcnic anual organizado por el Centro Hispano Americano de Canton (Ohio) de 1937 (arriba) y 1946 (abajo) muestran la americanizaci¨®n de los emigrantes espa?oles en una d¨¦cada. De la ¡°jira campestre¡± al ¡°grand annual picnic¡±; de los milicianos con fusiles a la familia con perro incluido.

Cuando ya no hay vuelta, todo cambia en la vida de un emigrante: las relaciones con un pa¨ªs y otro, con el ingl¨¦s y con el espa?ol; las prioridades en la crianza de los hijos, que ahora, irremediablemente, van a ser americanos; las fotos que se guardan y, sobre todo, las historias que con ellas se fabrican.

Si en aquel otro p¨ªcnic, el de Staten Island, 1920, alguien les hubiera contado a Jos¨¦ y Carmen el destino que ten¨ªan por delante, no se lo habr¨ªan cre¨ªdo. Adivinar el futuro es dif¨ªcil; comprender el pasado sin leyendas tambi¨¦n lo es. ?Se reconocer¨ªan aquellos dos j¨®venes ¡ªo cualquiera de los miles de espa?oles que emigraron a EE UU¡ª en las historias casi providencialistas que, desde la asimilaci¨®n, les hemos ido atribuyendo sus descendientes?

En las ¨²ltimas elecciones presidenciales, Donald Trump arras¨® en el condado de Stark, Ohio, donde se encuentra Canton. ?C¨®mo es posible que en un pa¨ªs de inmigrantes como EE UU pueda haber una corriente antiinmigrante tan virulenta como la que alz¨® a Trump a la Casa Blanca? Podr¨ªa haber algunas pistas en el caso de estos espa?oles que emigraron hace 100 a?os, y de sus descendientes que enfocan y estructuran de cierta forma sus memorias familiares, dejando fuera muchos aspectos y trastocando otros. Solemos suponer que debe existir una empat¨ªa natural entre quienes descienden de inmigrantes y quienes inmigran hoy. Pero esa empat¨ªa presupone aceptar que las dos experiencias son, si no iguales, cuando menos, comparables. Y muchos descendientes rechazan las comparaciones, se resisten a identificarse con los que hoy tocan a sus puertas. Me pregunto si no lo har¨¢n bas¨¢ndose en memorias y relatos espurios, que les permiten levantar muros quiz¨¢ m¨¢s insalvables que los de Knutson o Trump, ante la angustia y el anhelo ajenos.?

James D. Fern¨¢ndez es profesor de la Universidad de Nueva York y coautor, junto a Luis Argeo, del libro Invisible Immigrants: Spaniards in the United States, 1868-1945 (editorial White Stone Ridge), del que proceden las im¨¢genes de este reportaje. Ha sido asesor hist¨®rico de la nueva novela de Mar¨ªa Due?as, Las hijas del capit¨¢n (Planeta), ambientada en una colonia de emigrantes espa?oles en EE UU en 1936.

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo

?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?

Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.

?Por qu¨¦ est¨¢s viendo esto?

Flecha

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.

En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PA?S
Recomendaciones EL PA?S
Recomendaciones EL PA?S
_
_
seductrice.net
universo-virtual.com
buytrendz.net
thisforall.net
benchpressgains.com
qthzb.com
mindhunter9.com
dwjqp1.com
secure-signup.net
ahaayy.com
tressesindia.com
puresybian.com
krpano-chs.com
cre8workshop.com
hdkino.org
peixun021.com
qz786.com
utahperformingartscenter.org
worldqrmconference.com
shangyuwh.com
eejssdfsdfdfjsd.com
playminecraftfreeonline.com
trekvietnamtour.com
your-business-articles.com
essaywritingservice10.com
hindusamaaj.com
joggingvideo.com
wandercoups.com
wormblaster.net
tongchengchuyange0004.com
internetknowing.com
breachurch.com
peachesnginburlesque.com
dataarchitectoo.com
clientfunnelformula.com
30pps.com
cherylroll.com
ks2252.com
prowp.net
webmanicura.com
sofietsshotel.com
facetorch.com
nylawyerreview.com
apapromotions.com
shareparelli.com
goeaglepointe.com
thegreenmanpubphuket.com
karotorossian.com
publicsensor.com
taiwandefence.com
epcsur.com
southstills.com
tvtv98.com
thewellington-hotel.com
bccaipiao.com
colectoresindustrialesgs.com
shenanddcg.com
capriartfilmfestival.com
replicabreitlingsale.com
thaiamarinnewtoncorner.com
gkmcww.com
mbnkbj.com
andrewbrennandesign.com
cod54.com
luobinzhang.com
faithfirst.net
zjyc28.com
tongchengjinyeyouyue0004.com
nhuan6.com
kftz5k.com
oldgardensflowers.com
lightupthefloor.com
bahamamamas-stjohns.com
ly2818.com
905onthebay.com
fonemenu.com
notanothermovie.com
ukrainehighclassescort.com
meincmagazine.com
av-5858.com
yallerdawg.com
donkeythemovie.com
corporatehospitalitygroup.com
boboyy88.com
miteinander-lernen.com
dannayconsulting.com
officialtomsshoesoutletstore.com
forsale-amoxil-amoxicillin.net
generictadalafil-canada.net
guitarlessonseastlondon.com
lesliesrestaurants.com
mattyno9.com
nri-homeloans.com
rtgvisas-qatar.com
salbutamolventolinonline.net
sportsinjuries.info
wedsna.com
rgkntk.com
bkkmarketplace.com
zxqcwx.com
breakupprogram.com
boxcardc.com
unblockyoutubeindonesia.com
fabulousbookmark.com
beat-the.com
guatemala-sailfishing-vacations-charters.com
magie-marketing.com
kingstonliteracy.com
guitaraffinity.com
eurelookinggoodapparel.com
howtolosecheekfat.net
marioncma.org
oliviadavismusic.com
shantelcampbellrealestate.com
shopleborn13.com
topindiafree.com
v-visitors.net
djjky.com
053hh.com
originbluei.com
baucishotel.com
33kkn.com
intrinsiqresearch.com
mariaescort-kiev.com
mymaguk.com
sponsored4u.com
crimsonclass.com
bataillenavale.com
searchtile.com
ze-stribrnych-struh.com
zenithalhype.com
modalpkv.com
bouisset-lafforgue.com
useupload.com
37r.net
autoankauf-muenster.com
bantinbongda.net
bilgius.com
brabustermagazine.com
indigrow.org
miicrosofts.net
mysmiletravel.com
selinasims.com
spellcubesapp.com
usa-faction.com
hypoallergenicdogsnames.com
dailyupdatez.com
foodphotographyreviews.com
cricutcom-setup.com
chprowebdesign.com
katyrealty-kanepa.com
tasramar.com
bilgipinari.org
four-am.com
indiarepublicday.com
inquick-enbooks.com
iracmpi.com
kakaschoenen.com
lsm99flash.com
nana1255.com
ngen-niagara.com
technwzs.com
virtualonlinecasino1345.com
wallpapertop.net
casino-natali.com
iprofit-internet.com
denochemexicana.com
eventhalfkg.com
medcon-taiwan.com
life-himawari.com
myriamshomes.com
nightmarevue.com
healthandfitnesslives.com
androidnews-jp.com
allstarsru.com
bestofthebuckeyestate.com
bestofthefirststate.com
bestwireless7.com
britsmile.com
declarationintermittent.com
findhereall.com
jingyou888.com
lsm99deal.com
lsm99galaxy.com
moozatech.com
nuagh.com
patliyo.com
philomenamagikz.net
rckouba.net
saturnunipessoallda.com
tallahasseefrolics.com
thematurehardcore.net
totalenvironment-inthatquietearth.com
velislavakaymakanova.com
vermontenergetic.com
kakakpintar.com
begorgeouslady.com
1800birks4u.com
2wheelstogo.com
6strip4you.com
bigdata-world.net
emailandco.net
gacapal.com
jharpost.com
krishnaastro.com
lsm99credit.com
mascalzonicampani.com
sitemapxml.org
thecityslums.net
topagh.com
flairnetwebdesign.com
rajasthancarservices.com
bangkaeair.com
beneventocoupon.com
noternet.org
oqtive.com
smilebrightrx.com
decollage-etiquette.com
1millionbestdownloads.com
7658.info
bidbass.com
devlopworldtech.com
digitalmarketingrajkot.com
fluginfo.net
naqlafshk.com
passion-decouverte.com
playsirius.com
spacceleratorintl.com
stikyballs.com
top10way.com
yokidsyogurt.com
zszyhl.com
16firthcrescent.com
abogadolaboralistamd.com
apk2wap.com
aromacremeria.com
banparacard.com
bosmanraws.com
businessproviderblog.com
caltonosa.com
calvaryrevivalchurch.org
chastenedsoulwithabrokenheart.com
cheminotsgardcevennes.com
cooksspot.com
cqxzpt.com
deesywig.com
deltacartoonmaps.com
despixelsetdeshommes.com
duocoracaobrasileiro.com
fareshopbd.com
goodpainspills.com
hemendekor.com
kobisitecdn.com
makaigoods.com
mgs1454.com
piccadillyresidences.com
radiolaondafresca.com
rubendorf.com
searchengineimprov.com
sellmyhrvahome.com
shugahouseessentials.com
sonihullquad.com
subtractkilos.com
valeriekelmansky.com
vipasdigitalmarketing.com
voolivrerj.com
zeelonggroup.com
1015southrockhill.com
10x10b.com
111-online-casinos.com
191cb.com
3665arpentunitd.com
aitesonics.com
bag-shokunin.com
brightotech.com
communication-digitale-services.com
covoakland.org
dariaprimapack.com
freefortniteaccountss.com
gatebizglobal.com
global1entertainmentnews.com
greatytene.com
hiroshiwakita.com
iktodaypk.com
jahatsakong.com
meadowbrookgolfgroup.com
newsbharati.net
platinumstudiosdesign.com
slotxogamesplay.com
strikestaruk.com
trucosdefortnite.com
ufabetrune.com
weddedtowhitmore.com
12940brycecanyonunitb.com
1311dietrichoaks.com
2monarchtraceunit303.com
601legendhill.com
850elaine.com
adieusolasomade.com
andora-ke.com
bestslotxogames.com
cannagomcallen.com
endlesslyhot.com
iestpjva.com
ouqprint.com
pwmaplefest.com
qtylmr.com
rb88betting.com
buscadogues.com
1007macfm.com
born-wild.com
growthinvests.com
promocode-casino.com
proyectogalgoargentina.com
wbthompson-art.com
whitemountainwheels.com
7thavehvl.com
developmethis.com
funkydogbowties.com
travelodgegrandjunction.com
gao-town.com
globalmarketsuite.com
blogshippo.com
hdbka.com
proboards67.com
outletonline-michaelkors.com
kalkis-research.com
thuthuatit.net
buckcash.com
hollistercanada.com
docterror.com
asadart.com
vmayke.org
erwincomputers.com
dirimart.org
okkii.com
loteriasdecehegin.com
mountanalog.com
healingtaobritain.com
ttxmonitor.com
nwordpress.com
11bolabonanza.com