Se consigue que miles de ni?os soldado dejen las armas... y luego ?qu¨¦?
De los 12.000 menores de edad desmovilizados en Rep¨²blica Centroafricana desde 2014 unos 5.000 est¨¢n a¨²n a la espera de recibir alg¨²n tipo de apoyo para su reinserci¨®n social
El drama para los ni?os soldado desmovilizados no termina con su liberaci¨®n. En Rep¨²blica Centroafricana, unos 12.000 de estos menores enrolados en los grupos armados activos en el pa¨ªs han sido liberados desde 2014, pero 5.000 de ellos est¨¢n a¨²n a la espera de recibir alg¨²n tipo de apoyo para su reinserci¨®n, denuncia Child Soldiers International. Esta organizaci¨®n, que trabaja por el fin de esta pr¨¢ctica, alerta de que para muchos la vuelta a las armas es su mejor salida.
Rep¨²blica Centroafricana vive en guerra desde diciembre de 2012. Tras a?os de enfrentamientos entre grupos y fuerzas armadas, las consecuencias para los ni?os y ni?as est¨¢n siendo devastadoras, indica el Fondo de las Naciones Unidas para la infancia (Unicef), que en 2017 apoy¨® la liberaci¨®n de 2.993 menores soldado. La agencia de la ONU resalta que los m¨¢s peque?os del pa¨ªs tambi¨¦n son objeto de secuestros, asesinatos y abusos sexuales.
"El reclutamiento de ni?os ha sido una se?a de identidad del conflicto en RCA desde que estall¨® la violencia en 2012", resalta la directora de programas de Child Soldiers International, Sandra Olsson, e incide en que la "naturaleza dispar" de los grupos armados en el pa¨ªs, tanto musulmanes como cristianos, hace que la cifra real sea, probablemente, mucho mayor que la estimaci¨®n de 13.000 que aporta Unicef. "Durante el a?o 2017, se produjo en el pa¨ªs un recrudecimiento de la violencia, por lo que el n¨²mero de casos de atrocidades cometidas contra la infancia podr¨ªa ser mucho mayor de lo que se tiene registrado", alerta la agencia.
Voici Veva tiene 14 a?os y es de Rep¨²blica Centroafricana. Recuerda su vida antes del conflicto y nos explica lo importante que es el colegio para ella. / Unicef
Aunque unos 12.000 chicos y chicas han sido desmovilizados desde 2012, algo rese?able, el fen¨®meno no ha remitido y sigue siendo "una tr¨¢gica realidad", dado que la paz en el pa¨ªs es extremadamente fr¨¢gil y alrededor del 80% del mismo est¨¢ bajo el control de los grupos armados, explica. En algunos casos, los ni?os han sido secuestrados y obligados a alistarse, si bien otros deciden unirse voluntariamente, precisa. "Este no es un fen¨®meno ¨²nico de RCA, aunque s¨ª es m¨¢s marcado dado que bandas como las milicias antibalaka cristianas se formaron como grupos locales de autodefensa en las comunidades", explica Olsson.
"Uno tiene que protegerse. Vinieron a violar a las mujeres mayores como yo... ?C¨®mo espera que reaccionen estos ni?os?", fue la contestaci¨®n que dio una mujer en Pissa, una localidad al suroeste de Bangui que visit¨® el pasado mayo un equipo de Child Soldiers International. "Los peque?os se unen porque quieren venganza por la muerte de un ser querido, para protegerse a ellos y a sus comunidades de los grupos rivales en la zona o, simplemente, porque piensan que esa vida puede ofrecerles algo de dinero y una vida mejor", reconoce la responsable de la ONG.
Por eso, aunque el Gobierno ha hecho avances y en 2017 RCA ratific¨® el tratado internacional que proh¨ªbe el uso de ni?os soldado, el hecho de que muchos de los grupos armados activos tengan su base en las comunidades provoca que estos menores, incluso que aquellos que fueron liberados, "sean altamente susceptibles a volver a ser reclutados por los comandantes", subraya Olsson.
Sin fondos para la reinserci¨®n
Tanto en RCA como en otros pa¨ªses, buena parte de los fondos van a las fases iniciales de liberaci¨®n y atenci¨®n en tr¨¢nsito durante las que se preparara al ni?o y su familia para volver a la vida civil, mientras que queda poco para el apoyo a la reinserci¨®n a largo plazo, explica la responsable de la ONG. Como consecuencia de ello, "el proceso de reinserci¨®n podr¨ªa verse gravemente limitado o incluso los ni?os podr¨ªan volver a los grupos armados", advierte.
Las consecuencias del reclutamiento infantil en RCA
Durante todo el conflicto han sido reclutados unos 13.000 ni?os y esta pr¨¢ctica aumenta a medida que la crisis se hace m¨¢s dura, alerta Unicef.? El conflicto, adem¨¢s, ha provocado los siguientes problemas para la infancia:
Educaci¨®n interrumpida: los ataques a las escuelas aumentan y se acaban utilizando como refugios o como bases de operaciones de grupos armados. Adem¨¢s, los ni?os no van a la escuela por miedo a sufrir ataques o a ser reclutados. Uno de cada cuatro ni?os est¨¢ fuera del sistema educativo.
Desnutrici¨®n: casi la mitad de los ni?os menores de cinco a?os (el 41%) sufre desnutrici¨®n cr¨®nica, y el n¨²mero de ni?os con desnutrici¨®n aguda grave podr¨ªa superar en 2018 los 37.000.
Supervivencia: las enfermedades son una amenaza real. Menos de la mitad de los ni?os han recibido todas las vacunas necesarias y 800.000 ni?os no tienen acceso a agua potable.
Los ni?os desmovilizados deben recibir educaci¨®n, oportunidades para ganarse la vida y apoyo psicosocial. Pero, en ocasiones, eso no es suficiente entre otras cosas porque los proyectos no siempre tienen en cuenta el contexto espec¨ªfico de la zona y no se escucha lo que ellos y sus comunidades dicen que necesitan para llevar una vida normal, lamenta. "Hay que acabar con el enfoque de que un mismo modelo vale para todo en lo relativo al apoyo a la reinserci¨®n".
Lea trabaja como voluntaria comunitaria en Pissa y cuenta que en la localidad hay m¨¢s de diez chicas que estuvieron vinculadas a los antibalaka y que ahora no tienen ninguna ocupaci¨®n. "Han adquirido malos h¨¢bitos y consumen hach¨ªs", explica a la ONG, precisando que adem¨¢s "est¨¢n estigmatizadas" y que los hombres consideran que ya est¨¢n usadas, en referencia a que han sido objeto de abusos sexuales por parte de los milicianos.
C¨®mo evitar el reclutamiento
Mucho mejor que apoyar la reinserci¨®n es trabajar para evitar el reclutamiento de ni?os como combatientes. Aqu¨ª, las comunidades tienen un papel crucial que desempe?ar, en particular sus jefes, los l¨ªderes religiosos y las familias.
"Algunas zonas siguen bajo la ocupaci¨®n de grupos armados, as¨ª que las comunidades no tienen otra opci¨®n que aceptarlo y, teniendo en cuenta la extremadamente baja presencia del Estado fuera de la capital, incluso se percibe que estas milicias est¨¢n cubriendo la responsabilidad del Estado al proteger las zonas de otras amenazas", subraya Olsson.
Material para la sensibilizaci¨®n
Es en la sensibilizaci¨®n donde entra el manual que Child Soldiers International ha desarrollado junto con organizaciones locales, el Gobierno centroafricano y la ONU destinado a la prevenci¨®n de estas pr¨¢cticas. Este y otros materiales "pueden tener un gran impacto en detener el reclutamiento de ni?os y en mejorar la respuesta de las comunidades a esta cuesti¨®n", resalta Olsson. Por el momento, las localidades visitadas para presentarlo lo han acogido bien.
Los ni?os se unen a estos grupos porque quieren venganza por la muerte de un ser querido, para protegerse...
Child Soldiers International ya ha usado recursos de este tipo en pa¨ªses como Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo (RDC) y su objetivo ahora es llevar a cabo sesiones de sensibilizaci¨®n en las comunidades. Con sus miembros se anima el debate sobre lo que quieren para sus hijos y los riesgos y consecuencias que tienen para la consecuci¨®n de ese futuro el hecho de que los menores se enrolen, algo de lo que no siempre son conscientes. Tambi¨¦n se trata de abrirles los ojos sobre la importancia de que les ayuden a recuperar sus vidas cuando son desmovilizados, entre otras cosas porque ellos son el futuro de la comunidad.
Los ni?os corren el riesgo de morir o resultar heridos, y ?qu¨¦ ocurre despu¨¦s del conflicto? Si se ense?a a los ni?os a obedecer siempre ¨®rdenes y a resolver sus problemas con violencia, ?c¨®mo se adaptar¨¢n a la vida en sus comunidades? ?Qu¨¦ pasa si las ¨®rdenes incluyen asesinar a alguien en vuestra familia? ?es eso deseable? Estas son algunas de las cuestiones que desde Child Soldiers International plantean a quienes participan en las charlas. "Se trata de escuchar a la comunidad y sopesar cada argumento y opini¨®n y, ojal¨¢, llevarles a darse cuenta de que los aspectos negativos superan a los positivos, especialmente si el objetivo es la supervivencia y el bienestar de la comunidad", remacha Olsson.
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