?Podemos ganar sin Lopetegui? Estos hitos deportivos demuestran que s¨ª

La figura de Gerard Piqu¨¦ (Barcelona, 1987) se ha elevado por encima del caos y la tragedia que el despido de Lopetegui (Guip¨²zcoa, 1966) ha provocado en la selecci¨®n espa?ola con un tuit que ha sido replicado m¨¢s de 19.000 veces y que ha recibido 51.000 ¡®likes¡¯. El central catal¨¢n se encomendaba en ¨¦l no al tan manido esp¨ªritu de Juanito, patr¨®n de la desesperaci¨®n, sino al bonito ejemplo del equipo de baloncesto de la Universidad de Michigan que en 1989 gan¨® la NCAA tras el fulminante despido de su preparador, Bill Frieder, justo antes de iniciar la fase final de la m¨¢xima competici¨®n universitaria estadounidense. ?El motivo? El mismo que ha acabado con el m¨ªster guipuzcoano, que se anunci¨® su fichaje por otro equipo, la Universidad de Arizona State, para la siguiente temporada. Lo sustituy¨® tambi¨¦n uno de sus asistentes, Steve Fischer, que llev¨® al equipo a alcanzar el mayor ¨¦xito de su historia.

Pod¨ªa haberse acordado tambi¨¦n Piqu¨¦, o mejor no, de los Brooklyn Nets de Avery Johnson, que murieron de ¨¦xito y supieron sobreponerse al desastre. Tras un par de campa?as espantosas, en octubre de 2012, coincidiendo con el traslado de New Jersey a Nueva York, la que ven¨ªa siendo una de las peores franquicias de la NBA arranc¨® la temporada a todo tren, con un ins¨®lito balance de 11 victorias y cuatro derrotas. Tras seis semanas de competici¨®n, Johnson decidi¨® que era el momento de aprovechar la inercia favorable para que el equipo diese un salto cualitativo, concediendo m¨¢s protagonismo a los jugadores j¨®venes y practicando un baloncesto m¨¢s r¨¢pido y vistoso.

El cambio de rumbo fue un desastre. El equipo perdi¨® diez de los 13 partidos siguientes, en algunos casos por marcadores muy amplios. Avery Johnson fue cesado a mediados de diciembre y sustituido por un veterano, P.J. Carlesimo, que llevaba tres a?os sin sentarse en un banquillo y hab¨ªa fracasado en sus tres ¨²ltimas experiencias en la ¨¦lite. Con Carlesimo y su f¨¦rreo pragmatismo, muy de la vieja escuela, los Nets ganaron 35 partidos y perdieron 19, clasific¨¢ndose contra todo pron¨®stico para los ¡®play off¡¯.

En v¨ªsperas de la Eurocopa de Suecia, la UEFA expuls¨® a Yugoslavia por culpa de la Guerra de los Balcanes y su lugar lo ocup¨® el combinado dan¨¦s. No fue f¨¢cil reunir a un equipo competitivo contrarreloj

Sin embargo, no hay que irse a otros deportes para encontrar otro gran ejemplo de ¨¦xito sobreponi¨¦ndose al caos m¨¢s absoluto. En 1992 Dinamarca se alz¨® con la Eurocopa de Suecia, un torneo para el que ni siquiera se hab¨ªa clasificado (Espa?a, tampoco, por cierto). En v¨ªsperas del torneo, la UEFA decidi¨® expulsar a Yugoslavia por culpa de la Guerra de los Balcanes y su lugar lo ocup¨® el combinado dan¨¦s. No fue f¨¢cil reunir a un equipo competitivo contrarreloj. A algunos jugadores, como Brian Laupdrup o John Jensen, hubo que localizarlos en sus vacaciones y convencerlos para que volasen en 24 horas hasta la sede de su federaci¨®n. Pero Richard Nielsen, el seleccionador, no tuvo tanto ¨¦xito con Michael Laudrup, la estrella del equipo, que ni ve¨ªa claras las opciones en el torneo ni se llevaba demasiado bien con el entrenador. No hubo manera de que entrara en raz¨®n.

Se dice que a los reclutados les dio un ataque de risa cuando Nielsen les anunci¨® que iban a Suecia para ser campeones. Una vez all¨ª, la cosa no es que empezara tampoco con demasiado buen pie. Empataron el primer partido a cero contra Inglaterra y perdieron por la m¨ªnima contra Suecia. Sin embargo, en el ¨²ltimo partido, contra Francia, dieron la campanada al imponerse por 1-2. Los daneses, que saltaban cada partido al c¨¦sped bajo el mantra ¡°salid y no haced el rid¨ªculo¡±, se clasificaron contra todo pron¨®stico como segundos de grupo, por detr¨¢s de los anfitriones.

En semifinales, les toc¨® en suerte la Holanda de Marco van Basten, pero eso no arrug¨® a Dinamarca, que se puso por dos veces por delante en el marcador. El tiempo reglamentario acab¨® con empate a dos y la pr¨®rroga no cambi¨® nada, as¨ª que se fueron a la tanda de penaltis. Una parada de Peter Schmeichel a tiro de Van Basten convirti¨® al guardameta en h¨¦roe nacional y plant¨® a su equipo en la final.

Por el otro lado del cuadro, lleg¨® Alemania, que en la fase de grupos hab¨ªa sido humillada por los ¡®oranje¡¯ y en semis se hab¨ªa deshecho de Suecia por 2-3. Jugaban en aquel equipo teut¨®n Illgner en la porter¨ªa, Kholer, Sammer, Effenberg y Klinsmann, pero dio igual. Los daneses impusieron por 2-0, con goles de Jensen, en el minuto 18, y Vilfort, en el 78. Aquellos futbolistas hoy m¨ªticos no hab¨ªan interrumpido sus vacaciones en la playa para ahogarse en la orilla de la Eurocopa.