Guatemala o c¨®mo aprender a gestionar el riesgo
El pa¨ªs tiene el mayor ¨ªndice de riesgo a desastres y crisis humanitarias. El Volc¨¢n de Fuego afect¨® a m¨¢s de 1,7 millones de personas, especialmente en algunas de las zonas m¨¢s pobres del pa¨ªs
Adentrarse en Guatemala es como viajar en un lugar en donde el tiempo parece no existir. D¨ªa a d¨ªa, pase lo que pase, la cotidianidad siempre se sentir¨¢ igual. Esta es una tierra en donde la violencia, la inseguridad, la pobreza extrema, los abusos y todo eso que se lee en todos lados parecieran no afectar la rutina de sus habitantes.
Pareciera que lo ¨²nico que cambia estos d¨ªas es ver caminos cubiertos de arena negra provocada por la violenta erupci¨®n del Volc¨¢n de Fuego el pasado 3 de junio. La FAO asegura que un tercio de los guatemaltecos vive en extrema pobreza y est¨¢n acostumbrados a sufrir terremotos, sequ¨ªas, inundaciones y erupciones. De hecho, de acuerdo con la misma entidad internacional, Guatemala es el pa¨ªs con el mayor ¨ªndice de riesgo a desastres y crisis humanitarias. Y no es que la gente no lo sepa.
¡°Lo que sucedi¨® [con el volc¨¢n] vino a quitar la ¨²ltima venda para que pudi¨¦ramos ver lo que somos realmente¡±, dice Ovidio Soy, que es un agricultor de San Jos¨¦ Calderas, en Chimaltenango, uno de los departamentos m¨¢s afectados. Solamente en la zona en donde Ovidio y su familia cultivan, se estima que se perdieron, hasta el momento, 21,4 hect¨¢reas de cosecha, lo que se traduce en unos 270.000 quetzales (unos 31.000 euros) entre ma¨ªz, frijol, repollo, melocot¨®n, ciruelas y otras hierbas. El titular del Ministerio de Agricultura y Ganader¨ªa (MAGA), Mario M¨¦ndez Montenegro, anunci¨® que los del caf¨¦ (2.800 hect¨¢reas), los cereales b¨¢sicos (2.358) y las hortalizas (3.187) son los sectores m¨¢s afectados.
Crisis cotidiana
¡°Estas emergencias profundizan la pobreza. Eso es lo que se puede esperar a corto plazo. Cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se convierte en algo mucho m¨¢s dif¨ªcil, porque, inevitablemente, se interrumpen los procesos educativos y se reducen las inversiones, entre otras cosas", explica Rebecca Arias, coordinadora residente del Sistema de Naciones Unidas en Guatemala.
Antes de la erupci¨®n, las poblaciones m¨¢s afectadas ten¨ªan a un 70% de su poblaci¨®n viviendo debajo de la l¨ªnea de pobreza. Esto significa que, autom¨¢ticamente, el acceso a insumos b¨¢sicos, como ma¨ªz y frijoles, esenciales en la dieta alimenticia de los guatemaltecos, ser¨¢ cada vez m¨¢s costoso. De acuerdo con Ovidio, el quintal (46 kilos) de ma¨ªz costaba 110 quetzales (unos 13 euros). Dos semanas despu¨¦s de la tragedia, el precio subi¨® a 150 (17,5 euros) ¡°y es probable que en agosto llegue a costar unos 200 (m¨¢s de 23 euros)¡±, dice.
"Ahora nos damos cuenta de todo lo que puede hacer un volc¨¢n" confesaba Luis Rey, presidente de la C¨¢mara de Turismo de Guatemala (Camtur), durante una conferencia en la que el sector tur¨ªstico guatemalteco solicit¨® apoyo a la opini¨®n p¨²blica para evitar que el turismo se vea afectado por lo ocurrido. "Primero nos pasan las cosas y luego reaccionamos", a?adi¨® Jorge Mario Chaj¨®n, director del Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat).
En los ¨²ltimos 15 a?os el pa¨ªs centroamericano ha vivido m¨²ltiples erupciones volc¨¢nicas, terremotos, temporadas de sequ¨ªa e inundaciones
Pero, el mismo d¨ªa de la tragedia, el Gobierno de Guatemala solicit¨® la activaci¨®n de una respuesta a la emergencia de parte de Naciones Unidas. ONG nacionales e internacionales, agencias estatales y la propia ONU conformaron el Equipo Humanitario de Pa¨ªs, que busca el apoyo a los afectados en temas como salud, educaci¨®n, apoyo psicosocial y nutrici¨®n.
"Lo principal ahora es ayudar al establecimiento de un sistema de registro para fortalecer la gesti¨®n en los albergues y las capacidades de respuesta del Gobierno", ruega la representante de ONU en el pa¨ªs centroamericano.
Los esfuerzos de la comunidad internacional, secundados por la actitud y acciones de la poblaci¨®n chapina, est¨¢n enfocados en ayudar a los m¨¢s de 1,7 millones de afectados por el evento. "Ante una emergencia, ciertamente se prioriza el rescate de las personas, pero no hay que olvidar que muchos de los afectados son agricultores de peque?a escala cuya subsistencia depende de la producci¨®n de alimentos y de sus animales", describe Diego Recalde, representante de FAO para Guatemala.
"Nosotros ahora estamos a la espera de lo que Dios y la naturaleza nos quieran regalar", dicen Ovidio y su hermano Javier, mientras muestran el da?o que la ceniza caliente caus¨® a la mayor¨ªa de cultivos de su parcela. Debido a la cantidad de minerales y otros componentes qu¨ªmicos, la ceniza volc¨¢nica afecta seriamente a las siembras, quema las hojas e impide el proceso de fotos¨ªntesis y transpiraci¨®n de las plantas. "En estos casos, hay una serie de medidas preventivas que se pueden tomar para mitigar los efectos de este fen¨®meno", expres¨® Recalde.
La organizaci¨®n internacional sugiere integrar la ceniza en el suelo, as¨ª como, en lo posible, retirar la ceniza de las hojas y follaje, preferentemente de forma manual. En un comunicado, la FAO cuenta que en Am¨¦rica Latina y El Caribe, los desastres naturales han generado p¨¦rdidas en el sector agr¨ªcola que ascienden a unos 22.000 millones de d¨®lares (unos 19.000 millones de euros) entre 2005 y 2015. Y son los peque?os productores quienes absorben el mayor impacto, lo que pone en riesgo su seguridad alimentaria y nutricional y su supervivencia.
Solidaridad y planificaci¨®n
Es en los procesos de reconstrucci¨®n en los que se deben de garantizar las condiciones adecuadas para crear asentamientos sostenibles. "Hay que tomar como acciones prioritarias fortalecer la gobernanza, invertir en la gesti¨®n de riesgos y aumentar la preparaci¨®n de los Gobiernos locales y las propias comunidades, y as¨ª evitar las crisis humanitarias que siguen a las tragedias", apunta Arias.
La FAO recomienda que el sector agr¨ªcola "forme parte de los sistemas de alerta temprana y los sistemas integrados de gesti¨®n de la informaci¨®n, de manera que se pueda desplegar una acci¨®n temprana y una respuesta oportuna y eficaz".
"Deber¨ªamos de regular y establecer protocolos de seguridad. Si estamos en un pa¨ªs con una actividad s¨ªsmica y volc¨¢nica recurrente, deber¨ªa de existir, desde el Ministerio de Educaci¨®n, una formaci¨®n para saber de qu¨¦ manera actuar en el futuro", a?ade Chaj¨®n, como una alternativa en pr¨®ximas eventualidades.
Mientras todo eso llega, al igual que, probablemente, hayan hecho en cualquier otra tragedia pasada, las comunidades guatemaltecas se encomiendan a la sabidur¨ªa de sus antepasados. "Despu¨¦s de la erupci¨®n, esperamos nueve d¨ªas para venir a ver las siembras. Ellas (las plantas) necesitaban tambi¨¦n su tiempo de duelo¡±, dice Ovidio Soy. ¡°Es un conocimiento de nuestros abuelos".
La representante de la ONU a?ade que el apoyo psicosocial es clave para superar la tragedia y para la reconstrucci¨®n, tanto material como del tejido social de las comunidades afectadas. "No solamente es la parte econ¨®mica, sino tambi¨¦n la humana. La recuperaci¨®n posdesastre debe tener en cuenta la necesidad de fortalecer la resiliencia de las comunidades para hacer frente a este tipo de situaciones".
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