Todas las veces que S¨®nar 2018 fue m¨¢s S¨®nar que nunca

Como ese s¨ªmbolo que es, S¨®nar no tiene la necesidad de reinventarse o hacer cambios bruscos de direcci¨®n. La de 2018 no ser¨¢ recordada como una edici¨®n de grandes cambios o sorpresas, por mucho que su 25 cumplea?os invitase a alg¨²n exceso. S¨®nar fue una vez m¨¢s S¨®nar, y con eso fue suficiente. Pero entre las 150 actuaciones que program¨® y los miles de situaciones que gener¨®, hubo algunos elementos que resumieron mejor que otros c¨®mo es ese lugar que es m¨¢s que un sitio f¨ªsico y unas cuantas fechas marcadas en el calendario.

Ignorar el juego de los cabezas de cartel

Los festivales son desde hace mucho un juego de cartas en el que todo el mundo quiere tener la mano ganadora. Conseguir algo que no tenga nadie m¨¢s es el objetivo, y la competencia por conseguirlo es feroz. Desde casi siempre, S¨®nar ha mirado esa lucha con recelo, buscando otras cosas que seduzcan al p¨²blico m¨¢s all¨¢ de unos nombres en un tipo de letra m¨¢s grande en el cartel. Este a?o, en la condici¨®n de cabezas de cartel solo encajar¨ªan Gorillaz y LCD Soundsystem. Los primeros ofrecieron un show vistoso y vitalista con un Damon Albarn que se mezcl¨® con la gente como un pol¨ªtico en campa?a, y los segundos fueron otra vez la definici¨®n gr¨¢fica de una maquinaria perfecta, arrollando de principio a fin. Como cuando surgi¨® la escena de clubs, en S¨®nar importa m¨¢s el lugar y la m¨²sica que el nombre de quien la crea.

Convertir el club perfecto en la sauna perfecta

Despacio es ese lugar idealizado por todo clubber hecho realidad, un espacio en el que el tiempo se dilata y cualquier momento es, como dec¨ªan The KLF, unas eternas tres de la ma?ana. El regreso de ese concepto creado por los hermanos Dewaele (Soulwax, 2manydjs) y James Murphy (LCD Soundsystem) era una de los principales atractivos de esta edici¨®n, y cumpli¨® con todo lo que promet¨ªa: sonido perfecto, una selecci¨®n impoluta salida de unas colecciones de discos inabarcables y un estado de ¨¢nimo caracter¨ªstico, feliz sin llegar a ser euf¨®rico. Pero tambi¨¦n aport¨® un elemento que no estaba en el gui¨®n: un calor sofocante que amenazaba con dejar reducidos a los asistentes a charcos de sudor. Despacio, ideado como un lugar para perderse durante buena parte del d¨ªa, acab¨® siendo un sitio al que ir espor¨¢dicamente y salir pasados unos minutos para coger ox¨ªgeno. Y esa no era la idea.

Convertir a Rosal¨ªa en Beyonc¨¦

Uno de los momentos que m¨¢s curiosidad generaba de este S¨®nar no ven¨ªa de fuera ni ten¨ªa nombre de DJ. La presentaci¨®n del nuevo trabajo de Rosal¨ªa, El mal querer, ven¨ªa precedido del ¨¦xito viral de Malamente, con lo que en escenario S¨®nar Hall se qued¨® peque?o a la cantaora catalana. M¨¢s all¨¢ del debate sobre la apropiaci¨®n cultural del flamenco que ha suscitado su trabajo, su concierto sirvi¨® como declaraci¨®n de intenciones. Acompa?ada de bailarinas y proyecciones, demostr¨® tener toda la ambici¨®n para convertirse en una estrella m¨¢s all¨¢ de g¨¦neros. Tambi¨¦n la actitud para mandar sobre un escenario, como una Beyonc¨¦ en proceso de construcci¨®n.

?Por qu¨¦ ROSAL?A lo est¨¢ petando MALAMENTE? | TENTACIONES

Programar a un meme y que el recinto se le quede peque?o

El Escenario S¨®narXS, el m¨¢s peque?o de la programaci¨®n del d¨ªa, fue tambi¨¦n el que alberg¨® los directos de algunos de los artistas que han crecido gracias a YouTube, pero el caso de Lory Money es especial incluso entre ellos. Gracias a sus temas de rap LOL, este mantero senegal¨¦s se convirti¨® primero en fen¨®meno viral y luego en meme. Suficiente como para conseguir que, literalmente, no se pudiese acceder a la sala el d¨ªa de su actuaci¨®n. M¨¢s all¨¢ del detalle freak y el v¨ªdeo para decir ¡°yo estuve all¨ª¡±, su presencia no parec¨ªa ni caprichosa ni fuera de lugar, sino coherente con una ¨¦poca en la que hemos transformado nuestra relaci¨®n con casi todo.

Conseguir que los accidentados bailen

Si medimos el poder de atracci¨®n de un festival en funci¨®n del grado de sacrificio que hace el p¨²blico por asistir, es muy probable que S¨®nar gane a todos los dem¨¢s. En esta edici¨®n ha habido una sorprendente afluencia de personas accidentadas, con muletas o sillas de ruedas, que no estaban dispuestas a quedarse en su casa con el pie en alto. Esguinces, luxaciones o huesos rotos a veces no son suficientes para impedir estar all¨ª a los que ya saben a lo que van. No se lleg¨® al punto de aquella edici¨®n en la que una chica fue levantada en su silla sobre las cabezas del p¨²blico de S¨®nar d¨ªa, pero casi.

Jugar con el riesgo y ganar

Desde sus inicios, S¨®nar siempre ha sido un lugar en el que probar cosas nuevas, y en el que los artistas se han prestado a presentar nuevos proyectos y espect¨¢culos, siempre con un pie fuera del precipicio. Ni?o de Elche ya es un cl¨¢sico en ese apartado, despu¨¦s de los directos de Raverdial en los que ha confluido raves con el flamenco desde unos m¨¢rgenes que son solo suyos. Esta vez no hubo electr¨®nica, sino el zapateado de Israel Galv¨¢n, que sobre una chapa o con un bast¨®n pegando en el suelo consegu¨ªa un sonido casi industrial. Convertido en una tradici¨®n, ya se espera cu¨¢l ser¨¢ su siguiente encarnaci¨®n en el festival.

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Unir las tendencias con las despedidas de soltero

Hubo una ¨¦poca en la que S¨®nar era considerado un festival para gente moderna, muy moderna, en la que la est¨¦tica era clave. Ahora no es que ya no lo siga siendo ¡ªse ven, y bastantes, estilismos arriesgados¡ª, pero el abanico se ha abierto de par en par. Lo mismo te cruzas con Arca entre el p¨²blico, pero sin llevar las plataformas gigantescas o el l¨¢tigo con el que actu¨® el pasado a?o, como con una despedida de soltero con camisetas a juego. Otro cl¨¢sico es el estilismo festivalero, con especial atenci¨®n este a?o a las luces de colores: hab¨ªa varios ¨¢rboles de navidad andantes.

Servir de plataforma

S¨®nar siempre ha sido un lugar donde descubrir cosas, y donde muchos artistas han tenido su primera gran oportunidad de actuar delante de un p¨²blico amplio. Desde hace unos a?os, tienen tambi¨¦n una especial predilecci¨®n por la nueva generaci¨®n de artistas de urban music. All¨ª actuaron Pxxr Gvng en 2015 o Bad Gyal en 2017. Este a?o fue el turno de Pedro Ladroga, la argentina Nathy Peluso o, en otras coordenadas, el pop electr¨®nico de Putochinomaric¨®n. Lo que no se puede negar es que muchos de los nombres que luego aparecen en otros carteles han pasado primero por S¨®nar.

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Hacer que el reggaet¨®n ya no asuste

Cuentan los m¨¢s veteranos de S¨®nar que parte del p¨²blico se escandaliz¨® en 2005 cuando Diplo, entonces un joven DJ estadounidense con pinta de mochilero, pinch¨® Gasolina de Daddy Yankee. Este a?o la volvi¨® a poner, pero nadie se ech¨® las manos a la cabeza. No fue la ¨²nica vez que se escuch¨® reggat¨®n en este S¨®nar: tambi¨¦n tuvo un hueco con las sesiones de Rosa Pistola o el directo de Maikel Delacalle. Trece a?os despu¨¦s, el reggaet¨®n ya no es considerado como una aberraci¨®n dentro de un festival de ¡°M¨²sica avanzada¡±, aunque a algunos todav¨ªa les cueste asumirlo.

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Cumplir con los de siempre

El asistente veterano de S¨®nar ya tiene muchas cosas claras, certezas en las que puede creer como palabras divinas. Una de ellas es que puede contar con Richie Hawtin en alguna de sus m¨²ltiples versiones, y casi siempre respaldado por un ambicioso montaje visual. Esta vez vino con Close, un espect¨¢culo basado en la relaci¨®n entre hombre y m¨¢quina. Otra de esas certezas es que es muy probable que la electr¨®nica conceptual y ¨¢rida del alem¨¢n Carsten Nicolai, m¨¢s conocido como Alva Noto, va a tener un hueco en alguno de sus varios proyectos. Pero quiz¨¢s la relaci¨®n m¨¢s fruct¨ªfera y fiel del festival es la que mantiene con Laurent Garnier. El DJ franc¨¦s regres¨® un a?o m¨¢s a Barcelona para cerrar dos d¨ªas: la parte diurna el jueves y la noche del s¨¢bado, como a ¨¦l mas le gusta: empezando de noche para acabar con el sol brillando y cerrar la edici¨®n.

Una vez m¨¢s, ni m¨¢s ni menos que lo esperado, pero m¨¢s que suficiente para quienes quieren repetir una y otra vez la experiencia. As¨ª ha sido y as¨ª ser¨¢ mientras S¨®nar sea S¨®nar.