¡°Detener el ¨¦bola es como combatir en la guerra¡±
El representante de Unicef en la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo habla de los esfuerzos para controlar el avance del brote en el pa¨ªs
Detener el ¨¦bola es como combatir en la guerra. Debemos ser r¨¢pidos y eficientes, actuar r¨¢pido es crucial para evitar la propagaci¨®n de la enfermedad. Desde que el pasado 8 de mayo estall¨® el brote en Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo, trabajamos incansablemente con las comunidades, desplegando equipos en las zonas calientes con determinaci¨®n y valent¨ªa para ayudar a las mujeres y ni?os a estar seguros.
Pudimos establecer una respuesta r¨¢pida con nuestros aliados para prevenir la propagaci¨®n de la enfermedad. Estoy bastante confiado, pero tenemos que continuar con nuestras actividades y evaluar la situaci¨®n a diario. Nuestro papel principal es movilizar a las comunidades en las ¨¢reas afectadas para difundir entre las familias y los ni?os los mensajes sobre c¨®mo protegerse mejor.
Cuando en 2014-15 se registr¨® el anterior brote, sin precedentes, en Guinea, Sierra Leona y Liberia, aprendimos unas lecciones muy valiosas. En ese momento yo era director regional de Unicef para ?frica Occidental y Central y coordin¨¦ la respuesta al ¨¦bola. Enseguida aprend¨ª que si la sociedad no se involucra activamente, no podemos combatir la enfermedad de una manera efectiva. Las comunidades desempe?aron un papel esencial en ese momento y as¨ª lo est¨¢n haciendo ahora. Pero los que m¨¢s asombrosos me parecen son los ni?os.
Cuando visit¨¦ Bikoro, uno de los focos del brote, habl¨¦ con los ni?os en una escuela y me dijeron que todos tienen que lavarse las manos, saludar a la gente sin tocarla. Tambi¨¦n me contaron con orgullo que explican a sus familias que deben hacer todo eso.
Nuestra segunda tarea es el agua, saneamiento e higiene. Por ejemplo, estamos instalando en las escuelas puntos para el lavado de manos y proporcionando cloro y term¨®metros para que los profesores puedan comprobar el estado de salud de los ni?os.
Estoy bastante confiado, pero tenemos que seguir con nuestras actividades?
Tambi¨¦n estamos trabajando con la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) y M¨¦dicos sin Fronteras para localizar a personas en situaci¨®n de alto riesgo, informarles sobre la vacuna experimental contra el ¨¦bola y llevarles a las zonas de vacunaci¨®n.
La inmunizaci¨®n es una herramienta muy importante que deber¨ªa marcar la diferencia a la hora de contener la propagaci¨®n del virus. Pero hay muchos retos porque los mensajes sobre vacunaci¨®n son nuevos y complejos. Debemos recordar que el ¨¦bola es una enfermedad aterradora y que la gente tiene miedo. Por ello, a veces necesitan un tiempo para captar el contenido completo de la informaci¨®n. Y, sin embargo, la resistencia que al principio mostraron algunas comunidades se est¨¢ desvaneciendo. En una localidad, los habitantes que eran casos potenciales se negaron a vacunarse, pero con perseverancia y paciencia logramos convencerles.
En esta clase de situaciones no solo ves la resistencia de las comunidades y la valent¨ªa de los ni?os, sino tambi¨¦n la heroicidad del personal humanitario. Nuestro equipo reaccion¨® inmediatamente, sin dudar, en cuanto se inform¨® de las primeras sospechas de casos de ¨¦bola.
Uno de los primeros trabajadores que pis¨® el terreno fue nuestro epidemi¨®logo Tony Byamungu. Lo dej¨® todo y viaj¨® por aire, carretera y lancha durante m¨¢s de dos d¨ªas para llegar al foco del brote en Bikoro. Nada iba a detenerle. Ni siquiera cuando la embarcaci¨®n se estrope¨®, dej¨¢ndole con la ¨²nica opci¨®n de llegar en coche por un lugar donde no hay carreteras, en un viaje despiadado.
Tambi¨¦n est¨¢ la doctora Agnes Fareillia, que lleva trabajando muchos a?os. Agnes es nuestra jefa en la oficina de Mbandaka, a unos 100 kil¨®metros de Bikoro. Ella lleg¨® a la regi¨®n afectada solo unas horas despu¨¦s del anuncio del brote, con la experta en comunicaci¨®n para el desarrollo Modestine Amboko. Ambas han trabajado en las epidemias de ¨¦bola anteriores y aportan una gran experiencia en la lucha contra la enfermedad.
No sabemos qu¨¦ ocurrir¨¢, pero estamos haciendo lo que podemos para limitar el riesgo y ayudar a las comunidades a combatir el ¨¦bola. Estoy orgulloso de la gente de Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo.
Gianfranco Rotigliano es representante de Unicef en Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo.
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