Por qu¨¦ las personas que hablan a los perros como si fueran beb¨¦s ten¨ªan raz¨®n, seg¨²n un nuevo estudio
Olv¨ªdese de rivalizar con su mascota por demostrar qui¨¦n es el l¨ªder de la manada
Puede que usted sea de los que hablan a su perro como si este fuera un beb¨¦ de meses. Si es as¨ª, puede sentirse orgulloso porque la ciencia dice que lo est¨¢ haciendo bien. Lejos de pecar de cursiler¨ªa o de estar algo loco ¡ªcomo otras personas podr¨ªan pensar¡ª, este tipo de actitud hacia las mascotas es cien por cien positiva si lo que pretendemos es que nos presten atenci¨®n y, por tanto, que obedezcan m¨¢s y mejor.
As¨ª lo sugieren varias investigaciones, la m¨¢s reciente de la Universidad de Nueva York, liderada por Alex Benjamin y Katie Slocombe, que concluye que tanto el contenido como el tono que usamos con el animal son de vital importancia para que este atienda.
"Realmente lo que se concluye de las investigaciones es que el denominado Naturalistic Dog Directed Speech (DDS) suscita m¨¢s atenci¨®n en los perros. Esto quiere decir que un tono de voz calmado y suave, sobre todo en cachorros, asemejando este tono al que se adapta a los ni?os, facilita el entendimiento del mensaje en una primera instancia y lo m¨¢s importante, facilita la mejora del v¨ªnculo creado entre humano y animal que ser¨¢ el medio id¨®neo para crear nuevos aprendizajes", explica Alberto Hern¨¢ndez Velayos, t¨¦cnico en Adiestramiento y Modificaci¨®n de Conducta Canina, y responsable de COBICAN.
?DDS? ?Y eso qu¨¦ es?
Tanto si usted tiene perro como si no, puede que sea la primera vez que lea estas siglas. Tome nota: el DDS (Discurso Dirigido a Perros en espa?ol) es lo que los ling¨¹istas y expertos en conducta animal definieron como el modo peculiar de los humanos a la hora de hablar a las mascotas en general y perrunas en particular, y que, curiosamente, tiene algunos factores similares al lenguaje y la expresi¨®n que usamos cuando nos dirigimos a ni?os peque?os.
"Cuando se empez¨® a estudiar la forma en la que las personas se relacionaban con los perros se vio que efectivamente hablamos a los perros como si fueran ni?os. Y es que, al fin y al cabo,?la relaci¨®n que tenemos con los primeros es, en cierta medida, una relaci¨®n paterno-materno-filial. El tono de nuestra voz hacia unos y otros es muy similar, y se caracteriza por ser muy agudo", explica Jaume Fatj¨®, et¨®logo y director de la c¨¢tedra Fundaci¨®n Affinity Animales y Salud de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona.
Por supuesto que sabemos que ni los perros son ni?os ni los ni?os son perros. Por eso, aunque el lenguaje que adoptamos hacia ambos presenta ciertas afinidades, tambi¨¦n contiene diferencias. Cuando hablamos con ni?os, por ejemplo, "tendemos a prolongar las vocales con una funci¨®n pedag¨®gica, de esta forma, se favorece el aprendizaje vocal del peque?o", contin¨²a Fatj¨® y a?ade que esto no ocurre cuando hablamos a los perros, "ya que no tenemos ninguna esperanza de que el animal pueda aprender nuestro propio lenguaje para hablarlo, as¨ª que esta parte la obviamos".
Voces masculinas y femeninas. ?Existen diferencias?
Suele pensarse que los perros son m¨¢s obedientes ante voces m¨¢s graves y por ello, que atienden m¨¢s a los hombres. Sin embargo, tampoco parece ser as¨ª. "El hecho de atender de forma diferente de la voz de una mujer o un hombre estar¨ªa estrechamente relacionado con las experiencias previas (positivas o negativas) que el c¨¢nido haya experimentado en su vida", explica el bi¨®logo Mario Gallego-Abenza, Bi¨®logo Investigador en el departamento de Biolog¨ªa Cognitiva de la Universidad de Viena. "Es sabido que perros que han sido desafortunadamente maltratados por un hombre, por ejemplo, puede desarrollar futuras fobias a cualquier var¨®n, y eso incluir¨ªa cualquier voz masculina", contin¨²a.
El tono que adquieren nuestras voces cuando usamos DDS se da tanto en hombres y mujeres. Es ese que impostamos cuando expresamos lindezas del tipo: "?Qui¨¦n es el perrito m¨¢s guapo del mundo?", "hola cosita peludita que te como a achuchones" o un m¨¢s escueto, pero igual de mimoso, "buen chico". Aunque es cierto que existe una diferencia entre ellos y ellas.
Seg¨²n sugieren estudios elaborados por la investigadora italiana Emanuela Prato-Previde en familias de parejas heterosexuales con perros, las mujeres tienden m¨¢s a usar la comunicaci¨®n verbal con la mascota. Aunque a priori podr¨ªa parecer una ventaja para captar m¨¢s la atenci¨®n del c¨¢nido, las conclusiones tampoco presentan diferencia alguna en el v¨ªnculo entre el perro y su due?o o due?a.
Adi¨®s al autoritarismo
Lo que en cualquier caso s¨ª se ha visto con el tiempo es que, m¨¢s all¨¢ de usar mucho o poco el lenguaje verbal, la forma es fundamental. Los autoritarismos y gritos a la antigua usanza de la vieja escuela no sirven. "Adiestrar a nuestras mascotas a gritos o elevando el volumen de nuestra voz puede llevarnos a conseguir el efecto contrario, y es que nos teman o se asusten", aclara el bi¨®logo Gallego-Abenza.
Quiz¨¢s aquella forma de adiestrar era una tendencia relacionada con la manera en la que antiguamente se entend¨ªa la educaci¨®n hacia los hijos, como recuerda Jaume Fatj¨®, pero actualmente, se ha comprobado que no solo est¨¢ en desuso, sino que no es efectiva. "Para el perro, nosotros somos un punto de referencia. En un momento de dificultad en el que ¨¦l se pueda sentir amenazado por algo o estresado, nosotros somos su apoyo y seguridad. Es un fen¨®meno biol¨®gico, el mismo que se observa en la relaci¨®n de los ni?os hacia los padres", comenta Fatj¨®.
Y en ese sentido, nuestro deber y obligaci¨®n para que el animal se sienta acogido, querido e interact¨²e de forma positiva es demostrarle que somos de fiar. H¨¢ganos caso, si usted quiere que su cachorro le admire, atienda y respete, su contacto hacia ¨¦l ha de ser lo m¨¢s suave posible, como lo har¨ªa hacia un indefenso beb¨¦, y no a gritos ni con voces excesivamente graves.
"Indudablemente es m¨¢s efectivo dirigirnos as¨ª, de forma amable y cercana", dice el adiestrador canino Alberto Fern¨¢ndez. "No solo para que el perro entienda de un modo m¨¢s suave y claro nuestros comandos, sino tambi¨¦n para que la relaci¨®n entre el comando y la acci¨®n sea captado como algo positivo, y nuestra relaci¨®n con el cachorro se forme en un ambiente de comprensi¨®n arm¨®nico y calmado. Ese es el medio id¨®neo para afianzar esos conocimientos ante el futuro, y crear muchos otros que partir¨¢n siempre desde la confianza y el respeto de esa relaci¨®n", sentencia.
M¨¢s efectivo en el primer a?o de vida
Al final, se mire por donde se mire, todos los expertos se han puesto de acuerdo para confirmar que hablarle as¨ª a su mascota, como si fuera un beb¨¦, va a conseguir que su inseparable amigo solo tenga orejas para usted. "Dirigi¨¦ndonos a ellos como si fueran ni?os peque?os conseguimos captar mejor su atenci¨®n", afirma tajantemente Mario Gallego-Abenza quien en 2017 form¨® parte del equipo que demostr¨® la utilidad del DDS en la comunicaci¨®n humano-canina, con alg¨²n que otro matiz.
"En nuestro estudio vimos que era efectivo en los cachorros, hasta que los perros alcanzan un a?o de edad. Tal vez porque una vez que son adultos, nuestras mascotas basan su atenci¨®n en est¨ªmulos visuales (nuestro lenguaje corporal) y no solamente en nuestra voz. A partir de ah¨ª, no se encontraron dichas diferencias significativas en su atenci¨®n".
Entonces, se preguntar¨¢, ?por qu¨¦ seguimos haci¨¦ndolo cuando nuestros fieles amigos ya tienen cuatro, seis y hasta doce a?os? Pues porque como indica Jaume Fatj¨®, tendemos a relacionarnos con el perro como si fuera un individuo mucho m¨¢s joven de lo que es: "Solemos tener dificultades para aceptar que nuestro perro de 10, 11 o 12 a?os es un abuelete. Nos cuesta porque, como digo, nuestra relaci¨®n y expectativa de relaci¨®n con ¨¦l responde a un perfil paterno filial".
As¨ª que, haga caso de los especialistas y a partir de hoy, ni se apure ni tenga reparos a la hora de deshacerse en elogios, mimos y caranto?as hacia su preciada mascota, aunque el resto de paseantes, transe¨²ntes y amigos que no tienen mascotas le tachen de loco o cursi.
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