Esto es lo que puedes hacer para que tu hijo no se pierda este verano
Los menores tienen que estar seguros y protegidos siempre, pero tambi¨¦n deben de sentirse libres y notar la tranquilizadora cercan¨ªa de sus padres
Durante el curso las rutinas diarias de levantarse, desayunar, salir corriendo al cole, vuelta a recogerles siempre a la misma hora, extraescolares, deberes, ba?o, cena y vuelta a dormir nos protegen y protegen a los peques del temido descuido de olvidarnos de ellos.
Vivimos tan acelerados que no es raro que en alg¨²n momento de despiste el ni?o desaparezca, a veces son milisegundos, una esquiva mirada, un suspiro, un bostezo, pero ese leve parpadeo hace que el ni?o no est¨¦ cuando volvemos a recuperar la compostura. No voy a entrar en el abandono flagrante o el ni?o diluido en una familia supernumerosa como en la pel¨ªcula Solo en casa, analizaremos por qu¨¦ y c¨®mo evitar estos sustos que todos hemos vivido o que en alg¨²n momento podr¨ªais vivir.
Confieso que a m¨ª se me olvid¨® mi hijo un par de veces, no m¨¢s, y este a¨²n hoy me lo recuerda, se me olvid¨® ir a buscarlo al colegio por el nefasto cambio de horario de verano y me llam¨® el director para saber si iba a ir o se lo llevaba ¨¦l a casa para darle de comer. En fin, un desliz. El caso es que los ni?os se pierden y ahora que no hay rutinas, que hay aglomeraciones de gente o estamos en sitios extra?os de vacaciones es m¨¢s f¨¢cil que los peques se despisten porque tienen que explorar rec¨®nditos lugares, o por la felicidad de poder correr libremente en cualquier direcci¨®n o simplemente porque les gusta jugar al escondite.
El susto es may¨²sculo, seguro. El ni?o no est¨¢, ?c¨®mo se lo dices a su madre? Esto me parece que puede crear alguna tensi¨®n conyugal, fijo. Est¨¢s en un centro comercial, solo estabas mirando los estantes de las bombillas, que hay que hacer un cursillo para elegir la buena y cuando te das la vuelta, el peque ha desaparecido. Seguro que est¨¢ al lado en el lineal de los juguetes o lo que es peor en el de grandes herramientas que le apasionan. Todos tus sentidos se hipertrofian; vista escrutadora de Terminator, o¨ªdo como el de los murci¨¦lagos emitiendo ondas de sonar incluso, el ambiente se hace palpable y puedes detectar el vac¨ªo dejado en el aire por donde ha pasado, olfato, esto no tanto, menos mal que se hizo caca al entrar en el super y va dejando rastro, el gusto aqu¨ª no vale para mucho porque se te ha quedado la boca seca y es dif¨ªcil tragar saliva. En cinco eternos segundos all¨ª vuelve a estar con un martillo enorme pidiendo que se lo compres. Salen a borbotones las emociones, ninguna de ellas descriptible en este medio, pero un suspiro de alivio te vuelve a la normalidad, algo habr¨¢ que decirle para que no se repita.
Ni?o, ?t¨² que quieres, buscarme la ruina, que se entere tu madre y me monte un l¨ªo? Como te vuelvas a perder...
El ni?o en cuanto viene su madre le dice, mam¨¢, me he perdido y no encontraba a pap¨¢, he tenido mucho susto.
Chivato.
Centros comerciales, calles con mucho tr¨¢nsito, piscinas p¨²blicas o la playa son lugares id¨®neos para que un menor pueda perderse y tener un susto mucho m¨¢s serio.
Cualquier situaci¨®n es dif¨ªcil de admitir, pero quiero destacar tres entornos especialmente graves para perder u olvidar a un cr¨ªo:
- La playa, muy frecuente que un ni?o o ni?a se despiste jugando o entre las piernas de tanta gente en d¨ªas sobrecargados, pierda de vista la sombrilla o la confunda con otra y aparezca unos cuantos metros m¨¢s all¨¢.
- ?Las piscinas, porque adem¨¢s lleva el riesgo de ca¨ªda al agua y ahogamiento
- ?Y para m¨ª el imperdonable, olvidarse al ni?o (o al perro) en el coche con las ventanillas cerradas y al sol, pueden pasar pocos minutos, fue un momento, pero el ni?o se sofoca y tiene un golpe de calor que puede ser mortal.
Habr¨¢ que trazar un plan, habr¨¢ que tomar medidas para que no suceda, cuando los cinco sentidos no son suficientes, tendremos que conseguir esas rutinas para que el ni?o est¨¦ seguro, empezando por qu¨¦ aprenda a nadar lo m¨¢s temprano posible y as¨ª ya quitamos un peligro.
- Que se aprenda el n¨²mero de tel¨¦fono de pap¨¢ o mam¨¢ o escrib¨ªrselo o tatuarlo si hace falta.
- Reconocimiento previo del terreno playero o piscinero con puntos de encuentro en caso de perdidas. Visita a nuestro amigo el socorrista o al due?o del chiringuito que tambi¨¦n ser¨¢ amigo.
- Ense?arle que si se pierde se quede quieto, inm¨®vil, haciendo la estatua, a ver si al menos los transe¨²ntes le echan unas monedas mientras llegan los pap¨¢s.
- En vez de llevar pulseras antimosquitos que no valen para nada se le puede poner una que lleve los datos de identificaci¨®n ¨²tiles. No poner el nombre del peque, que eso si se lo sabe y es poco informativo en estos casos.
- Camisetas o gorras grabadas con el logotipo "Mi pap¨¢ es lo mejor / tel¨¦fono: 666666666"
- Pap¨¢s y mam¨¢s llevad siempre el tel¨¦fono con bater¨ªa y a ser posible cobertura.
- ?Ojo! Con entretenerse con los WhatsApp mientras respondemos se han podido perder veinte veces.
- En sitios masificados modificar el departamento de objetos perdidos y llamarlo departamento de ni?os y objetos perdidos, donde puedan los padres pasar a recoger las llaves extraviadas y al peque.
- En esta ¨¦poca tecnol¨®gica no podr¨ªan faltar los gadgets, poner un detector GPS en el bolsillo del ba?ador o pantal¨®n cosido en el forro o cinturilla, para que a trav¨¦s de una App al efecto podamos localizar al menor con un margen de error de menos de 5 metros. O un dispositivo Bluetooth igualmente instalado en el ni?o, para que nos suene una alarma cuando se separe de nuestro m¨®vil 10 metros. Y no, no vale para controlar adolescentes, hay que respetar su intimidad.
A los ni?os peque?os les gusta mucho ir con sus padres, pero tienen vida propia y a veces lo olvidamos. Son exploradores y curiosos por naturaleza, cualquier cacharro o cualquier dibujo puede hacer que su inter¨¦s se dispare y su instinto Indiana Jones se despierte para averiguar y capturar eso que les llama su atenci¨®n, o al rev¨¦s padres acelerados pueden distraerse ante los est¨ªmulos veraniegos varios y olvidar por un instante que una vez fuimos padres.
Si tienes dos, tres o m¨¢s peques los sentidos se multiplican, a veces te gustar¨ªa llevarlos cual cordada de presos, pero el objetivo es parecerse al guardaespaldas, o al poli sabueso, que persigue a un sospechoso a una distancia prudente para no ser detectado. Los menores tienen que estar seguros y protegidos siempre, pero deben de sentirse libres y notar la tranquilizadora cercan¨ªa de sus padres.
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