Los barcos se cruzan en el camino de la vida en el ?rtico
La mitad de las poblaciones de mam¨ªferos marinos es vulnerable al aumento previsto del tr¨¢fico mar¨ªtimo
El muro de hielo que ha protegido la vida en el ?rtico durante siglos de las incursiones humanas se est¨¢ desmoronando. En unas pocas d¨¦cadas, ser¨¢ posible el paso tanto por el este como por el oeste a los barcos durante meses. El deshielo traer¨¢ un aumento del tr¨¢fico mar¨ªtimo que, seg¨²n un nuevo estudio, amenazar¨¢ la supervivencia de unas especies marinas que solo viven all¨ª y que han prosperado sin apenas presencia humana.
Investigadoras de EE UU han analizado el impacto que tendr¨¢n los grandes barcos comerciales en seis especies de mam¨ªferos marinos y el oso polar, todas ellas end¨¦micas de la regi¨®n ¨¢rtica. Desde 1979, la extensi¨®n del oc¨¦ano ?rtico deshelada en septiembre (el mes de menor cobertura de hielo) ha aumentado en m¨¢s de un 50%, seg¨²n datos de la NASA. El paso del noroeste (por encima de Canad¨¢) y el paso del mar del Norte (sobre Rusia) est¨¢n abiertos cada vez m¨¢s semanas. Los cient¨ªficos estiman que, para mediados de siglo, no habr¨¢ hielo en todo el ?rtico en verano.
El deshielo abrir¨¢ el paso al tr¨¢fico mar¨ªtimo. Son muchas millas de ahorro: Entre los puertos europeos de Hamburgo y R¨®terdam, por ejemplo, y las ciudades industriales de la costa de China o Jap¨®n hay unas 11.000 millas n¨¢uticas (unos 20.000 kil¨®metros) por el canal de Suez. Por el norte, bordeando Rusia, la ruta se acorta hasta las 6.500 mn (unos 12.500 km). Aunque el otro paso, el del noroeste, ofrece ventajas solo en determinadas rutas comerciales, por el estrecho de Bering (entre Alaska y Rusia) cruzaron en 2016 el doble de barcos que en 2008, seg¨²n datos del Instituto ?rtico. Lo dem¨¢s lo dictan la econom¨ªa y el impacto del calentamiento global.
Los narvales y belugas, los m¨¢s vulnerables al tr¨¢nsito de barcos y focas y osos, los que menos
"En unas d¨¦cadas, ser¨¢ posible pasar sobre el mismo polo norte. Esto plantea la cuesti¨®n de c¨®mo permitir el desarrollo econ¨®mico al tiempo que se protege a las especies marinas del ?rtico", comenta en una nota la investigadora de la Universidad de Alaska en Fairbanks (EE UU), Donna Hauser. Junto a colegas del centro de ciencia polar de la Universidad de Washington, Hauser ha estudiado el previsible impacto del tr¨¢fico futuro sobre 80 poblaciones de belugas, narvales, ballenas boreales, foca ocelada, morsas, foca barbuda y oso polar. Siete especies que solo se dan en el ?rtico y que, casi todas, son la c¨²spide de este ecosistema tan particular.
La combinaci¨®n entre grado de sensibilidad de la especie y probabilidad de exposici¨®n a los barcos ha permitido a los cient¨ªficos elaborar una clasificaci¨®n de poblaciones y especies m¨¢s amenazadas. Los mam¨ªferos marinos que peor lo van a pasar son los narvales. Son seres muy sensibles a las interferencias humanas y, adem¨¢s, para algunas grandes poblaciones, como los 20.000 que transitan por la zona de la bah¨ªa de Baffin (al norte de Canad¨¢), sus rutas migratorias se cruzan con las m¨¢s optimas para el tr¨¢fico mar¨ªtimo, seg¨²n los resultados del estudio, publicado en PNAS.
"Los narvales tienen todos los elementos para hacerlos vulnerables a la interferencia de los barcos", comenta la investigadora de la Universidad de Washington y coautora del estudio, Kristin Laidre. "Son de sitios fijos, muy inflexibles en cuanto a d¨®nde pasan el verano, se mueven por apenas una cuarta parte del ?rtico y est¨¢n justo en medio de algunas rutas mar¨ªtimas", a?ade. Adem¨¢s, dependen mucho de las se?ales sonoras para moverse. Tras los narvales, las siguientes en la lista de vulnerabilidad aparecen las belugas y las ballenas boreales. Ya se han documentado casos de choques entre alguno de estos cet¨¢ceos y barcos en el ?rtico, algo que aumentar¨¢ en el futuro.
Aunque no escapar¨¢n al impacto de tanto barco, las especies que aparecen menos vulnerables son las focas y, en particular, los osos polares. Tan castigados por el avance del deshielo, los ¨²rsidos pasan la mayor parte del verano sobre las porciones terrestres del ?rtico y no necesitan del sonido bajo el agua para comunicarse o nadar, como s¨ª le sucede a las dem¨¢s especies.
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