Los osos polares sobreviven por encima de sus posibilidades

Los osos polares ejemplifican como ninguna otra especie el drama del cambio clim¨¢tico. El calentamiento global, m¨¢s acusado en el ?rtico, est¨¢ trastocando el ecosistema del que el Ursus maritimus es la c¨²spide. Ahora, el seguimiento a una decena de osas ha desvelado que su metabolismo es mucho mayor de lo que se cre¨ªa. Peor a¨²n, ni siquiera en los mejores d¨ªas de su temporada de caza logran reponer la energ¨ªa que pierden. A medio plazo, muchos de estos animales est¨¢n condenados.

Las focas, en particular la foca anillada y la foca barbuda, son la base principal de la dieta de los osos polares. Aunque hay diferencias regionales, casi siempre las cazan de la misma manera: se sientan al borde del hielo y esperan pacientemente. Pueden estar as¨ª d¨ªas hasta que aparece el hocico de una foca y la sacan como si tuvieran un arp¨®n. Su temporada de caza va pareja al deshielo: empieza en abril y acaba en oto?o, a medida que el hielo vuelve a cubrir todo el oc¨¦ano. En los meses de primavera y verano tienen que comer todo lo que puedan ya que pasaran casi todo el invierno en ayunas.

Esa forma de cazar y las largas temporadas sin comer hab¨ªa hecho creer a los cient¨ªficos que el metabolismo de los osos polares era muy lento, algo que les podr¨ªa ayudar ante los tiempos de dificultad provocados por el deshielo acelerado. Sin embargo, un grupo de investigadores de EE UU ha comprobado que, a¨²n sentados durante d¨ªas esperando una presa, los osos polares tienen un ritmo metab¨®lico mucho m¨¢s elevado de lo que se supon¨ªa.

En completo reposo, el metabolismo de los osos estudiados consume casi 9.000 kcal. al d¨ªa

De media, los osos estudiados ten¨ªan una tasa metab¨®lica en reposo de 37,1 megajulios (MJ, el julio es la unidad internacional para medir la energ¨ªa) al d¨ªa. Expresado en calor¨ªas, equivaldr¨ªa a 8.861 kilocalor¨ªas/d¨ªa. "Esta tasa es una medida de lo que le cuesta al animal simplemente estar. Se trata b¨¢sicamente de sus necesidades energ¨¦ticas de mantenimiento, que no cuentan los costos de su movimiento, termorregulaci¨®n, digesti¨®n, crecimiento y reproducci¨®n", explica el investigador de la Universidad de California Santa Cruz (EE UU) y principal autor del estudio, Anthony Pagano.

Tal metabolismo en reposo coloca al oso polar entre los mam¨ªferos carn¨ªvoros que m¨¢s energ¨ªa consumen en relaci¨®n con su masa. Adem¨¢s, estas exigencias energ¨¦ticas las tiene un animal que pasa hasta el 70% del tiempo despatarrado sobre el hielo. Otras especies de osos invierten el porcentaje, estado en reposo solo un tercio del d¨ªa (los datos excluyen las horas nocturnas).

El estudio, publicado en Science, muestra tambi¨¦n que estas necesidades metab¨®licas suben hasta las 12.300 kcal/d¨ªa de media cuando est¨¢n activos. Para mantener este equilibrio energ¨¦tico, los autores del estudio estiman que una osa sin cr¨ªas tendr¨ªa que comerse una foca anillada adulta o tres j¨®venes focas o 19 cr¨ªas cada 10 o 12 d¨ªas. El problema es que este ritmo de caza es el que necesitan para ir tirando. Para sobrevivir al invierno requerir¨ªan algo m¨¢s.

Los osos necesitan cazar una foca adulta o 19 cr¨ªas cada 10 d¨ªas solo para mantenerse

Como escriben los investigadores, "los osos polares obtienen la mayor¨ªa de su grasa corporal a finales de la primavera y principios del invierno, cuando llegan a alcanzar una grasa relativa de un kilogramo de grasa por kilogramo de masa magra". Sin embargo, en los 10 d¨ªas de abril de 2014, 2015 y 2016 que los investigadores rastrearon a las osas estudiadas, ninguna alcanz¨® tal equilibrio. De hecho, cuatro de ellas llegaron a perder hasta el 10% de su masa corporal el breve espacio de tiempo que fueron rastreadas. Y eso que abril y mayo son los meses centrales de su temporada de caza.

Pagano, que lleva una d¨¦cada estudiando la conexi¨®n entre su metabolismo y el declive de los osos polares, dice que la ¨²nica manera de que los osos cubran sus necesidades energ¨¦ticas es "que capturen m¨¢s focas" de las que est¨¢n cazando ahora. El problema, apuntado por otros estudios, es que el deshielo empieza cada vez antes, la porci¨®n deshelada es m¨¢s extensa y el hielo regresa cada vez m¨¢s tarde. En lo que va de siglo Como recuerda Pagano, estos modelos "predicen que el declive del hielo marino en el ?rtico provocar¨¢ el descenso de las poblaciones de osos polares en la mayor parte de sus territorios".