Una investigaci¨®n identifica genes que favorecen las tendencias al aislamiento
Un estudio sobre casi medio mill¨®n de individuos localiza las variaciones gen¨¦ticas que contribuyen a desarrollar determinados comportamientos sociales
![Una joven, sentada sola en un caf¨¦. Detr¨¢s, un grupo de personas comparte una mesa.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/VQFNQWUK2NEPKF6QWOBYRFGUF4.jpg?auth=edb278b62433522e405287c8ef5c0747c55785d206b55bc330a7cb77a7c32b1f&width=414)
La soledad es una circunstancia de la vida cada vez m¨¢s com¨²n en nuestro tiempo. Por poner un ejemplo, solo en Espa?a hay m¨¢s de cuatro millones y medio de personas que viven solas, seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE). Muchos pueden ser los factores que influyen en ser m¨¢s o menos solitarios, aseguran los expertos. Y tambi¨¦n la gen¨¦tica juega un papel claro, seg¨²n un estudio publicado este martes en la revista Nature Communications. Los autores han examinado el genoma de 452.302 individuos y han localizado, en 15 regiones diferentes, variaciones gen¨¦ticas comunes asociables con la tendencia a la soledad. Tambi¨¦n se relacionan ciertas variaciones con algunos tipos de interacci¨®n social como ir a un club deportivo, participar en grupos religiosos o pasar el tiempo libre en un bar. Y no es todo: el estudio demuestra adem¨¢s una influencia del sobrepeso en efectos negativos para la salud mental y en el sentimiento de soledad.
"Ya sab¨ªamos que el aislamiento y la interacci¨®n social ten¨ªan un componente gen¨¦tico, pero hasta ahora no hemos podido identificar ninguno de los genes individuales que influyen en estas cualidades", explica a EL PA?S en un correo John Perry, uno de los tres investigadores de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) que han realizado el estudio. Con su art¨ªculo, los autores identifican las ¨¢reas del genoma (el conjunto de la informaci¨®n gen¨¦tica de un individuo) en las que variaciones individuales determinan una mayor propensi¨®n a la soledad o a escoger algunos tipos de actividad social. A los 15 segmentos relacionados con la tendencia al aislamiento, Perry y sus compa?eros suman seis asociados a la preferencia de ir regularmente al gimnasio, 18 a la de apuntarse a un grupo religioso y 13 a la de pasar el rato en un bar o un club social.
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores brit¨¢nicos han comparado la informaci¨®n gen¨¦tica de casi medio mill¨®n de brit¨¢nicos con las respuestas de cada uno de ellos a un cuestionario con m¨²ltiples preguntas sobre su percepci¨®n de la soledad, el tipo de vida familiar y otros aspectos relacionados con la sociabilidad. La informaci¨®n est¨¢ contenida en la base de datos de acceso libre UK Byobank. Bru Cormand, neurobi¨®logo de la Universidad de Barcelona, afirma por tel¨¦fono que no se trata de un cuestionario cl¨ªnico y eso puede representar una limitaci¨®n porque las preguntas son muy sencillas y no hay intermediaci¨®n de personal especializado. Sin embargo, Cormand sostiene que la magnitud de la muestra compensa este aspecto y en este estudio permite sacar?"de forma muy s¨®lida" las conclusiones reportadas.
El hecho de que los genes influyan en estos aspectos de nuestra vida no significa ni mucho menos que sean el ¨²nico factor determinante. "Hay una parte de la soledad que est¨¢ influida gen¨¦ticamente, pero en ning¨²n momento [los autores] nos dicen que los factores ambientales de riesgo, que pueden ser muchos, no sean importantes", comenta Cormand. Perry est¨¢ de acuerdo con esta afirmaci¨®n. En su opini¨®n, tanto en relaci¨®n con el aislamiento como con otras actitudes sociales, la gen¨¦tica solo explica "un peque?o porcentaje (menos del 10%) de la diversidad que existe en la poblaci¨®n", algo que considera "no tan sorprendente por el tipo de rasgos estudiados" y "coherente con otros estudios de aspectos comportamentales".
Los investigadores de Cambridge no se han limitado a registrar las observaciones sobre soledad y comportamientos sociales, sino que han estudiado si las variaciones gen¨¦ticas que pueden influenciar estos aspectos tienen relaci¨®n con otras caracter¨ªsticas del individuo. La respuesta ha sido afirmativa en distintos casos. Perry y sus compa?eros han notado, por ejemplo, una base gen¨¦tica compartida entre la soledad y la inestabilidad emocional o los s¨ªntomas de la depresi¨®n. Tambi¨¦n destacan una correlaci¨®n inversa con el nivel educativo: a menos a?os de estudios corresponde una tendencia a mayor aislamiento social, seg¨²n explican en su art¨ªculo.
Entre las correlaciones "significativas y robustas" evidenciadas, los autores se?alan la influencia del sobrepeso en el aislamiento. Esto quiere decir, seg¨²n explica Cormand ¡ªquien define este hallazgo como "muy interesante"¡ª que los dos aspectos comparten factores de riesgo. Los investigadores brit¨¢nicos destacan que la correlaci¨®n es de tipo causa-efecto, es decir, en t¨¦rminos gen¨¦ticos la tendencia al sobrepeso determina la tendencia a la soledad y no al rev¨¦s. Perry asegura que todav¨ªa no se puede confirmar si la influencia del sobrepeso en el aislamiento es directa o depende de factores intermedios. "Es algo que estudiaremos en futuro. Hay muchos caminos posibles por los que pueden ser relacionados sobrepeso y salud mental", comenta el cient¨ªfico.
Emociones y comportamiento
Las regiones del genoma asociadas con la soledad y las costumbres sociales de un individuo est¨¢n activas sobre todo en algunas ¨¢reas del cerebro que controlan la expresi¨®n de las emociones y el comportamiento, seg¨²n el art¨ªculo publicado en Nature Communications. El equipo del que forma parte Perry afirma que nuevos estudios de rasgos como las interacciones sociales podr¨ªan "identificar nuevos factores de riesgo modificables y asociados con el aislamiento". Bru Cormand cree que se podr¨ªan investigar en la misma clave otros aspectos, como la actividad f¨ªsica de los individuos, su comportamiento y su conducta alimentaria. "Hay muchas cosas que se podr¨ªan a?adir para ver si todas van en la misma direcci¨®n", afirma.
Perry destaca la necesidad de tener en cuenta los riesgos para la salud que conlleva el sobrepeso. "Este art¨ªculo en concreto subraya la importancia de considerar el impacto de la obesidad en la salud mental y en las personas ancianas", afirma el investigador. Lo que m¨¢s les ha sorprendido a ¨¦l y a sus compa?eros es "cu¨¢nto amplia puede ser la influencia de la gen¨¦tica en aspectos de nuestra vida y en el comportamiento". Seg¨²n han demostrado, esto puede pasar incluso en ¨¢mbitos inesperados. "Es bastante llamativo pensar que componentes gen¨¦ticos pueden influir en la frecuencia con la que uno va a un pub o a un bar para tomar algo", observa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.