En la c¨¢rcel por tener sexo portando el VIH
La ONU y los principales cient¨ªficos del sida censuran a los m¨¢s de 70 pa¨ªses que criminalizan a los seropositivos
Kerry Thomas est¨¢ encerrado en una prisi¨®n de Idaho (Estados Unidos) con una condena de 30 a?os. Una mujer lo denunci¨® por mantener relaciones sexuales sin que ella supiera que era seropositivo. Lo hicieron siempre con cond¨®n y su carga viral en sangre era indetectable, lo que quiere decir que ni siquiera sin protecci¨®n podr¨ªa haberlo transmitido. Aunque no contagi¨® a nadie el virus, posiblemente permanezca en la c¨¢rcel hasta 2038.
M¨¢s de 70 pa¨ªses tienen leyes espec¨ªficas para perseguir la transmisi¨®n del VIH, la exposici¨®n al virus o a aquellas personas portadoras que lo ocultan. Supuestamente, el fin es evitar que se propague y frenar la epidemia. Pero sucede lo contrario. Un grupo formado por 20 de los m¨¢s punteros cient¨ªficos especializados en sida acaba de publicar en el Diario de la Sociedad Internacional del Sida (JIAS, por sus siglas en ingl¨¦s) un consenso contra este tipo de legislaci¨®n.
¡°No existen datos que apoyen la criminalizaci¨®n para evitar que personas inocentes se conviertan en VIH positivos. Por el contrario [...] crea un ambiente de salud p¨²blica injusto en el que los individuos que viven con el virus temen revelar su condici¨®n, lo que puede retrasar su adherencia al tratamiento¡±, reza el consenso, que ha sido publicado en el 22? Congreso Internacional de Sida, que se est¨¢ celebrando esta semana en ?msterdam (Pa¨ªses Bajos). Antes de su publicaci¨®n ya se hab¨ªan sumado a los 20 autores iniciales m¨¢s de 70 firmantes adicionales.
Lo que persiguen con esta publicaci¨®n, avalada por la ONU, es que los pa¨ªses consideren la evidencia cient¨ªfica y la realidad de la transmisi¨®n cuando se planteen elaborar leyes que persigan a los seropositivos. Muchas premisas vienen del desconocimiento y el miedo que se ten¨ªa a la enfermedad cuando surgi¨® la epidemia, ignorando hechos como que una persona que est¨¦ correctamente tratada y tenga por tanto el virus indetectable en sangre no lo puede transmitir. Tampoco mediante sexo oral o saliva. Los autores recuerdan incluso que es muy improbable que esto suceda en una relaci¨®n sexual aislada.
¡°Nadie deber¨ªa ser criminalizado por la falta de comprensi¨®n que los sistemas judiciales tienen sobre los riesgos de la transmisi¨®n del VIH¡±, asegura Michel Sidib¨¦, director de Onusida. ¡°Por decirlo claro, la criminalizaci¨®n es ineficaz, injustificada y discriminatoria¡±, subraya Linda-Gail Bekker, una de las autoras del consenso y presidenta de la IAS, organizadora del congreso de ?msterdam.
No existen datos que apoyen la criminalizaci¨®n para evitar que personas inocentes se conviertan en VIH positivos
La publicaci¨®n, adem¨¢s, recopila la evidencia que existe sobre la transmisi¨®n del virus y la poca efectividad de las leyes para que los legisladores ser sirvan de ella; incluso para que los testigos y las partes de los juicios en los que se persigue a los seropositivos lo puedan usar como prueba. Uno de los argumentos es que resulta imposible saber qui¨¦n ha transmitido el virus a otra persona. Alguien puede tener sospechas por su conducta sexual, pero no hay forma de confirmarlo cient¨ªficamente con los medios actuales.
El consenso se apoya en la auditor¨ªa que hace la Red de Justicia del VIH, que cifra en 76 los pa¨ªses que tienen leyes espec¨ªficas para perseguir a los portadores del virus por ocultarlo o transmitirlo. Los activistas destacan especialmente la situaci¨®n en Estados Unidos, Europa del Este y Asia Central y advierten de un crecimiento en los ¨²ltimos a?os en ?frica. A estos lugares habr¨ªa que sumar otra treintena que no tiene normas concretas, pero que pueden perseguir algunas de estas conductas mediante leyes m¨¢s generales. Entre ellos est¨¢n casi todos los de la Uni¨®n Europea, incluida Espa?a.
Durante la conferencia, Sarai-Chisala Tempelhoff, directora de la Unidad de Justicia de G¨¦nero, una ONG de Malaui, explic¨® que en su pa¨ªs se ha encarcelado a mujeres seropositivas por dar el pecho a sus hijos, a pesar de que las posibilidades de transmisi¨®n por este medio son remotas. Tambi¨¦n tuvo la oportunidad de intervenir por tel¨¦fono, desde el penal donde cumple condena, Kerry Thomas, que se ha convertido en un activista para que a nadie le vuelva a suceder lo que le ocurri¨® a ¨¦l: ¡°Llevo 10 a?os en prisi¨®n y me he dado cuenta de que puedo ayudar a que las cosas cambien¡±.
Cada tres minutos, una adolescente contrae el VIH
Dos terceras partes de los alrededor de 30 adolescentes de entre 15 y 19 a?os que contrajeron el VIH cada hora en 2017 eran ni?as, se?ala Unicef en el informe Mujeres: en el centro de la respuesta al VIH entre los ni?os, presentado este jueves en la Conferencia Internacional sobre el Sida en ?msterdam.
Los adolescentes siguen siendo el colectivo m¨¢s afectado por la epidemia, alerta el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia. El a?o pasado, casi 50 personas en esta franja de edad contrajeron la infecci¨®n cada hora. Cada tres minutos, una ni?a. El informe achaca la responsabilidad a distintos factores como las relaciones sexuales forzadas o precoces, incluidas con hombres mayores, la pobreza y la falta de acceso a servicios de asesoramiento y pruebas de detecci¨®n.
Las muertes por Sida entre los menores de 19 a?os no se han reducido (el a?o pasado fueron 130.000), a pesar de la tendencia a la baja en todos los dem¨¢s grupos de edad desde 2010.
Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter y Facebook e Instagram, y suscribirte aqu¨ª a nuestra newsletter.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.