Educar en igualdad: cuando los hombres est¨¢n presentes en casa, pero no en la escuela
La coeducaci¨®n es fundamental en la crianza de nuestros hijos tanto fuera como dentro del hogar
Hace poco m¨¢s de diez a?os no hab¨ªa m¨¢s que unos pocos d¨ªas de permiso por paternidad. Mi marido volvi¨® a su trabajo solo una semana despu¨¦s del nacimiento de cada uno de nuestros hijos. Fue muy duro para mi quedarme sola tan pronto con el beb¨¦, especialmente con la primera. Adem¨¢s, no pod¨ªa pedir a nadie que me echara una mano en el d¨ªa a d¨ªa, no ten¨ªa ni familia ni amigos cerca. Hac¨ªa a¨²n poco tiempo que nos hab¨ªamos mudado, y fue bastante dif¨ªcil habituarse a una ciudad nueva, a pasar tanto tiempo a solas con mi hija reci¨¦n nacida, despu¨¦s de que me despidieran en un ERE. Me alegro de que actualmente las cosas hayan evolucionado para los pap¨¢s y se prevea nuevos y mejores cambios.
Entonces, habr¨ªa agradecido mucho que mi marido se hubiera quedado en casa al menos dos o tres semanas, y ya no te digo un mes. Tambi¨¦n habr¨ªa agradecido mucho, despu¨¦s de tener a mi segundo hijo, que mi baja se hubiera extendido al menos hasta los seis meses de vida del beb¨¦. Y habr¨ªa sido muy bueno para el peque, que naci¨® prematuro, no tener que empezar a ir a la guarder¨ªa hasta varios meses m¨¢s tarde. Se me part¨ªa el coraz¨®n cuando lo dejaba por las ma?anas en la escuela infantil para ir a trabajar. Adem¨¢s, es agotador tratar de extender la lactancia materna mientras trabajas. Por eso, lo que no acabo de encajar sobre los nuevos cambios en ese sentido, es que la baja por maternidad no se haya alargado.
Al fin y al cabo, la que ha pasado un embarazo, con todos los cambios que eso supone para el cuerpo, la que en ocasiones padece una depresi¨®n postparto, y la que, si as¨ª lo decide, est¨¢ dando el pecho a su hijo, es la mujer. La OMS insiste en la importancia de la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de vida del beb¨¦, por lo que pensado desde este punto de vista me parece que una baja por maternidad de seis meses tendr¨ªa mucho m¨¢s sentido, para dar la oportunidad a aquellos que as¨ª lo decidan de alargar la lactancia, la cual apuntan los expertos, no solo beneficia al beb¨¦ sino tambi¨¦n a la madre.
Surgi¨® el feminismo para combatir el machismo, pero tal vez haga falta un movimiento de defensa de los intereses de los ni?os, un ¡°ni?ismo¡±. Lo malo es que al buscar ¡°ni?ismo¡± en Google he encontrado que se est¨¢ usando ya en algunos pa¨ªses, pero con otro sentido, que nada tiene que ver con lo que me gustar¨ªa expresar aqu¨ª, o s¨ª, pero nos llevar¨ªa de nuevo al tema de la sobreprotecci¨®n y de los padres helic¨®ptero y del papel de la mujer en la sociedad. En cualquier caso, deber¨ªamos asegurarnos, como padres, de que los derechos de nuestros ni?os est¨¦n a salvo, que se proteja su salud y su bienestar. De modo que, como punto positivo de las bajas por paternidad m¨¢s largas, hay que reconocer que la posibilidad de no simultanear las bajas tiene su gracia. El beb¨¦ puede comenzar m¨¢s tarde a ir a la guarder¨ªa, lo que adem¨¢s de ser bueno para ¨¦l, tiene la ventaja econ¨®mica de que se puede retrasar el gasto de la escuela infantil.
Desde el punto de vista laboral, entiendo que este cambio trata de evitar la discriminaci¨®n que sufre la mujer por ser la que pasa m¨¢s tiempo sin trabajar despu¨¦s del nacimiento o la adopci¨®n de un ni?o. Es cierto que, tal y como me ocurri¨® a m¨ª misma, en m¨¢s ocasiones de las que se quisiera a la que despiden por quedarse embarazada es a la mujer. Y una vez en el paro, no ser¨¢ sencillo encontrar trabajo estando embarazada o con un beb¨¦ reci¨¦n nacido. Una baja por paternidad igual que la de la mujer puede que elimine la desigualdad que genera esta circunstancia, o que ya no sea solo ella la que ponga en riesgo su empleo, pero, de todos modos, los nueve meses de embarazo previos, con todos sus supuestos inconvenientes para el empleador, solo los puede pasar ella.
Otra ventaja que s¨ª podr¨ªa derivarse de las bajas por paternidad m¨¢s extensas es que deber¨ªan lograr que los hombres se involucren un poco o bastante m¨¢s en las tareas del hogar y de la crianza. Pero, adem¨¢s, creo que es importante que los ni?os crezcan viendo por igual a hombres y mujeres involucrados en lo referente al cuidado y atenci¨®n de personas dependientes, y de la casa. Un beb¨¦ poco va a recordar de lo que su padre estuvo haciendo en casa durante sus primeros doce meses de vida. S¨ª que lo recordar¨¢ mejor y le servir¨¢ de ejemplo si es algo que ve a lo largo de su vida.
En este sentido, quiero comentar que muchas parejas se organizan creando, en cierto modo, turnos para estar con los peques y atender la casa. El objetivo suele ser que los ni?os pasen el menor tiempo posible en la guarder¨ªa o en el colegio o que tengan que estar en campamentos de verano el menor n¨²mero de d¨ªas posible. Muchas veces si el padre entra a trabajar temprano, la madre los lleva al colegio por la ma?ana retrasando la hora de entrada de estos, y por la tarde es el padre el que pasa tiempo con ellos. Creo que numerosas familias se saben organizar muy bien buscando el bienestar de sus hijos. Y pienso que a esas edades que los ni?os ya son un poco m¨¢s conscientes les puede suponer una educaci¨®n en igualdad muy ejemplarizante.
Pero es que, adem¨¢s de en sus hogares, los ni?os pasan muchas horas en las escuelas infantiles y despu¨¦s en las de primaria y secundaria. A veces me pregunto si vamos a avanzar en la educaci¨®n por la igualdad sin que los hombres se dejen ver m¨¢s por las escuelas, como padres y como profesionales. ?Cu¨¢ntos maestros varones han tenido vuestros hijos? En escuelas infantiles y en la etapa de tres a cinco a?os son rara avis, en primaria hay alguno m¨¢s, y en secundaria, por fin, son menos escasos. Pero ?qu¨¦ aprenden nuestros chicos cuando han llegado a la ESO sin tener suficientes referentes masculino en su paso por la escuela? De nuevo, se quedar¨¢n con la idea de que la atenci¨®n de los m¨¢s peque?os es cosa de mujeres. De su paso por la guarder¨ªa, por los tres a?os de infantil en el colegio, y la primaria, recordar¨¢n con suerte a uno o dos maestros. Lo que me contraria mucho es que, estando la profesi¨®n docente copada mayoritariamente por mujeres, los tres nominados espa?oles al Global Teacher Prize hasta ahora han sido todos varones. No s¨¦ c¨®mo tom¨¢rmelo.
Tampoco tengo nada claro c¨®mo se resolver¨¢ esta situaci¨®n, ya que, si bien la raz¨®n por la que las mujeres acaban dedic¨¢ndose en mayor porcentaje que los hombres a cuidar de otras personas parec¨ªa estar bastante clara, con evidentes motivos culturales y sociol¨®gicos, a primeros de este a?o los resultados de un art¨ªculo de investigaci¨®n desbarataban dichos argumentos. Seg¨²n esa investigaci¨®n, en los pa¨ªses en los que existe un estado del bienestar afianzado, las mujeres aun pudiendo elegir dedicarse a profesiones relacionadas con las conocidas como materias STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics) deciden dedicarse a otras profesiones, peor pagadas, pero vinculadas al cuidado de personas.
La idea de la igualdad siempre me ha dado mucho que pensar. La diferencia entre igualdad y equidad es de justicia. Nunca so?¨¦ con ser igual que un hombre, ser¨ªa imposible e injustificable, pero s¨ª con que se reconozca lo que hago con la misma importancia que lo que pueda hacer un hombre. Si estudiamos una carrera igual que la que estudia un var¨®n, si hacemos un trabajo como el que hace un hombre, tenemos derecho al mismo reconocimiento. Pero tambi¨¦n tenemos derecho a que se reconozca la importancia de todo lo que hacemos, aunque no est¨¦ pagado con dinero, aunque est¨¦ fuera del ¨¢mbito masculino. No s¨¦ cu¨¢nto tiempo tardaremos en cambiar, si alguna vez se llega a lograr, que mujeres y hombres se encarguen por igual de ciertas tareas, que tengan la misma presencia en las diferentes disciplinas y puestos de trabajo. Como dec¨ªa Marina Subirats, autora del libro ¡°Coeducaci¨®n, apuesta por la libertad¡± en este video ha sido necesario que en primer lugar se haya tratado de que la mujer cobre protagonismo en comparaci¨®n con los roles masculinos, pero lo que tenemos que conseguir es que se valoren tambi¨¦n labores que han sido o son desempe?adas principalmente por mujeres.
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