Anish Kapoor: ¡°El Brexit ha dado v¨ªa libre para ser racista y violento¡±
El escultor angloindio es uno de los artistas vivos m¨¢s importantes del mundo. En Reino Unido, donde se instal¨® en los setenta, dej¨® de ser un ¡°buen chico indio¡± y dio sus primeros pasos en el arte. En Londres, la ciudad desde la que ha proyectado su obra al resto del mundo, asiste consternado a la deriva nacionalista de un pa¨ªs que, lamenta, se aboca a un inevitable retroceso.
MENUDO, DE luminosa cabellera blanca y sobrio atuendo rematado con unas desenfadadas deportivas, Anish Kapoor, de 64 a?os, se disculpa varias veces durante la charla por el enfado que se apodera de ¨¦l al hablar del Brexit. Criado en Bombay, de padre indio y madre jud¨ªa-iraqu¨ª, a los 16 a?os dej¨® su India natal para mudarse a Israel: el plan era estudiar ingenier¨ªa, pero abandonar¨ªa a los seis meses ¡ªlas matem¨¢ticas no eran para ¨¦l¡ª y se matricular¨ªa en Bellas Artes en Londres. Lleg¨® a Reino Unido en los setenta y hoy, dice, le cuesta reconocer al pa¨ªs que tan bien le ha tratado. Fue ganador del prestigioso Premio Turner en 1991, ha expuesto su obra en templos como la Tate Modern o la Royal Academy of Arts ¡ªdonde bati¨® r¨¦cords de asistencia¡ª, el distinguido t¨ªtulo de sir antecede a su nombre y sus esculturas ilustran las p¨¢ginas del nuevo pasaporte brit¨¢nico, que en su edici¨®n de 2015 se dise?¨® bajo el leitmotiv ¡°iconos de la cultura¡±. El pa¨ªs, al fin y al cabo, que le ha permitido proyectar su obra al resto del mundo. Chicago. R¨ªo de Janeiro. Par¨ªs. Buenos Aires. ?msterdam. Nueva York. Tokio. Mil¨¢n. Tel Aviv. Ahora acaba de inaugurar su primera muestra individual en Portugal, Anish Kapoor: Works, Thoughts, Experiments. Sus esculturas a gran escala permanecer¨¢n hasta el pr¨®ximo mes de enero en los jardines de la Fundaci¨®n Serralves de Oporto.
Precisamente en unos jardines prendi¨® una de las pol¨¦micas m¨¢s agrias en las que el artista angloindio se ha visto envuelto en toda su carrera: en 2015, Kapoor asegur¨® en una entrevista que Dirty Corner, una de las obras que formaban parte de su exposici¨®n en el palacio de Versalles de Par¨ªs, ten¨ªa un claro ¡°simbolismo sexual¡±. Varios art¨ªculos y tuits ofendidos despu¨¦s, la escultura acabar¨ªa bautizada como ¡°la vagina de la reina¡± y siendo pasto de los v¨¢ndalos. En tres ocasiones. En la segunda, Kapoor decidi¨® que no borrar¨ªa los insultos antisemitas sino que formar¨ªan parte de la imponente escultura de acero corten. De nuevo, el esc¨¢ndalo ¡ªhasta Fran?ois Hollande, por entonces presidente de Francia, se vio obligado a intervenir¡ª. En el episodio final de la controversia, un pol¨ªtico local demand¨® al artista por ¡°incitaci¨®n al odio¡± y un juez estim¨® que Kapoor ¡ªque pone los ojos en blanco al recordar el desenlace¨C deb¨ªa retirar los grafitis antisemitas.
En los pulcros jardines de Versalles aspiraba a sembrar el caos. ?Qu¨¦ planes ten¨ªa para los de Serralves? Versalles es un espacio muy dif¨ªcil para trabajar. En parte porque Le N?tre, que dise?¨® los jardines, era un aut¨¦ntico genio. Son casi renacentistas porque en ellos todo est¨¢ supeditado al espectador y a su mirada, que es claramente masculina. Todo est¨¢ bajo control. Todo est¨¢ impecablemente cortado. A la naturaleza se la ha obligado a portarse bien. Y yo quer¨ªa alterar el orden, llevar una presencia ca¨®tica, problem¨¢tica, compleja, turbulenta. Francamente, creo que super¨¦ con creces mi objetivo. Aqu¨ª la situaci¨®n es muy diferente. Estos son unos jardines id¨ªlicos, que se organizan en distintas estancias y me parec¨ªa bien respetar el fluir de esos recintos y experimentar con espacios de distintos tama?os. Y, por supuesto, est¨¢ el maravilloso edificio del se?or Siza [el arquitecto autor del Museo Serralves]. A m¨ª me parec¨ªa buena idea poner una de mis obras junto a ¨¦l. Veremos qu¨¦ le parece a ¨¦l.
En los ochenta, cuando daba sus primeros pasos como artista, un jard¨ªn japon¨¦s, no franc¨¦s como los de Serralves, ejerci¨® una gran influencia sobre usted. S¨ª, coincido con Frank Lloyd Wright, Richard Serra y muchos otros artistas, escritores, poetas o arquitectos de tradici¨®n modernista que han citado al jard¨ªn japon¨¦s como una referencia para entender el espacio de otra forma: los objetos no ocupan espacio, sino que crean m¨¢s espacio.
Naci¨® en Bombay en un hogar cosmopolita y moderno. ?El arte siempre estuvo presente? La cultura india es muy visual, pero, durante mi infancia, ?pensaba que todo eso que hab¨ªa a mi alrededor era arte? No. Aunque, por supuesto, conoc¨ªa los grandes templos y las tradiciones, sobre todo la tradici¨®n escult¨®rica india, que es verdaderamente relevante. Mis or¨ªgenes son, inevitablemente, muy importantes, pero soy reacio a que todo gire en torno a mis ra¨ªces indias. Debemos superar la etiqueta del origen ex¨®tico. En el mundo del arte estamos obsesionados con hablar de ¡°artista de ?frica¡±, ¡°artista de China¡±, pero no se menciona la procedencia cuando el artista es americano. Basta su nombre. Parece que su arte sea pura invenci¨®n suya mientras que en el caso de los dem¨¢s autom¨¢ticamente se piensa: ¡°Oh, es de Camer¨²n, as¨ª que debe de haber algo de cultura camerunesa de fondo en su obra¡±. Esto se llama neocolonialismo y soy totalmente contrario a esta idea. Es un verdadero problema. Hoy deber¨ªamos mirar una obra y valorarla en funci¨®n del resto de la creaci¨®n art¨ªstica que se hace en el mundo. Hay que tener puntos de vista m¨¢s sofisticados y menos colonialistas.
¡°Algunos artistas acaban haciendo obra sobre dinero. Eso me aburre. El dinero solo forma parte del contexto en el que se desenvuelve tu trabajo. Nada m¨¢s¡±
?Y vamos por el buen camino? No, de hecho creo que est¨¢ empeorando. Pero con el auge del neonacionalismo pr¨¢cticamente en todo el mundo, como creadores de cultura debemos oponernos con fuerza a estas ideas que nos encierran en peque?os compartimentos. Mira lo que est¨¢ sucediendo en Reino Unido con el est¨²pido Brexit, que es de una ignorancia imposible de creer, ?c¨®mo ha podido pasar? Por mucho que el contexto no sea el m¨¢s propicio, como artistas tenemos que ser radicales para tratar de desbancar tales ideas.
En 1973 se matricul¨® en la escuela de arte en Londres. ?La universidad supuso una liberaci¨®n para usted? Crec¨ª en India. Era un buen chico indio. Muy educado. Y cuando llegu¨¦ a la escuela de arte me di cuenta de que no era tan educado y empec¨¦ a entender que era posible dar un espacio a mi vida interior. A esas cosas dif¨ªciles que experimentamos como seres humanos. A las preguntas muchas veces complicadas que nos planteamos. Crecer en India, vivir en una cultura distinta, ?qu¨¦ significado tiene? ?C¨®mo construyes un puente entre una y otra? ?Qu¨¦ significa ser indio? Yo nac¨ª seis a?os antes de la independencia de India y, durante mi infancia, el pa¨ªs estaba intentando entender qu¨¦ significaba ser una naci¨®n independiente.
?Qu¨¦ recuerda de aquel Londres al que se mud¨® con 19 a?os? En esa ¨¦poca Londres era un desastre. Ahora est¨¢ ligeramente mejor. La comida es mejor. Por entonces ni siquiera pod¨ªas comprar aceite de oliva en el supermercado. ?Ten¨ªas que ir a tiendas especializadas! Hablo en serio: era espantoso. En 1973 Reino Unido estaba con una semana laboral de tres d¨ªas que dur¨® meses y meses. Pero esa es solo una parte de la historia. Tambi¨¦n se atravesaba un momento muy emocionante porque hab¨ªa en nosotros una actitud de protesta, nos recorr¨ªa una fuerza antiautoritaria. Esa horrible Margaret Thatcher lleg¨® al poder y todos nos echamos a las calles a decir ¡°fuera, fuera, fuera¡±. Compart¨ªamos la sensaci¨®n de que pod¨ªamos pelear para lograr algo diferente. Ahora la ¨²nica libertad es para comprar. Todo est¨¢ a la venta. Y la sociedad est¨¢ muy dispuesta a hablar solo en t¨¦rminos econ¨®micos. Deber¨ªa darnos verg¨¹enza.
Y en el arte, ?hay libertad? T¨¦cnicamente tenemos libertad. El problema para los artistas de hoy es la omnipresencia del mercado. Solo puedo hablar de mi experiencia, pero mi trabajo tiene dos partes: por un lado tengo obras que est¨¢n en el mercado y que no son baratas, no puedo pretender lo contrario, pero hay otra gran parte de mi creaci¨®n que apenas est¨¢ en el circuito y que es muy dif¨ªcil o imposible de vender. Quiz¨¢s sea rom¨¢ntico por mi parte, pero creo que los artistas debemos ser conscientes del problema: si el arte se convierte en otro producto debemos preguntarnos si no est¨¢ perdiendo parte de su valor. El dinero es mitol¨®gico, no es una mera transacci¨®n. Cuando ves un picasso por el que se han pagado 100 millones, el precio se convierte en parte de lo que miras: est¨¢s delante de una obra de 100 millones y, adem¨¢s, de un picasso. Este aspecto del dinero representa un gran peligro para quienes nos dedicamos al arte.
Usted califica de ¡°sofisticada¡± su relaci¨®n con el dinero. Como artistas, solo puede ser as¨ª. No podemos dejarnos seducir por el dinero. Hay artistas que acaban haciendo obra sobre dinero. Eso me aburre. El dinero simplemente forma parte del contexto en el que se desenvuelve tu obra. Nada m¨¢s.
Entonces considera que ha conseguido mantener un equilibrio entre dinero y libertad. No lo s¨¦. Eso espero. Lo ¨²nico que se puede hacer es intentar ser consciente del problema.
Lleva 45 a?os viviendo en Reino Unido. ?C¨®mo ha cambiado el Brexit su relaci¨®n con el pa¨ªs? El Brexit es una verg¨¹enza nacional. Europa es una gigantesca estructura burocr¨¢tica, pero solo puede cambiarse desde dentro. Si est¨¢s fuera, est¨¢s fuera. Y lo que Reino Unido deja atr¨¢s es quiz¨¢s el mayor proyecto de paz que jam¨¢s haya existido. La idea de un empe?o coordinado y colaborativo para permitir el libre movimiento de personas, de mercanc¨ªas, de cultura¡ El cierre de una naci¨®n es una historia triste. Siempre he pensado que Londres era la ciudad m¨¢s liberal del mundo, pero ya no lo tengo tan claro despu¨¦s del Brexit. Ha dado v¨ªa libre a la gente para ser racista, para ser violenta, para decir ¡°este es mi pa¨ªs, no el tuyo¡±. Lo escucho m¨¢s de lo que me gustar¨ªa. Es como si hubi¨¦ramos regresado a los setenta. Para m¨ª supone un gran retroceso.
?Lo vio venir? No. Cre¨ªamos que simplemente no era posible. Pero lo cierto es que estamos dirigidos por los pol¨ªticos m¨¢s est¨²pidos del mundo. Reino Unido se lleva la palma. No saben hacia d¨®nde nos est¨¢n dirigiendo ni sus implicaciones, y vamos a estar al menos una d¨¦cada inmersos en una conversaci¨®n est¨²pida en lugar de hablar de pobreza, de educaci¨®n, de vivienda¡ De los problemas reales de la gente real.
Reconoce que el t¨¦rmino inmigrante siempre ha sido problem¨¢tico para usted. Nunca he pensado en m¨ª como en un inmigrante. Tan solo como un indio que vive en Reino Unido. Tengo dos hijos que han nacido, crecido y viven en Reino Unido y se consideran brit¨¢nicos. Por todo esto, tengo una relaci¨®n problem¨¢tica con la cuesti¨®n de ?pertenezco o no pertenezco? Al final creo que no. Incluso a pesar de que he vivido aqu¨ª durante tanto tiempo y probablemente sea muy brit¨¢nico en muchos aspectos. La cuesti¨®n es si la gente de fuera tiene que incorporar la tradici¨®n cultural del pueblo que la acoge. Estamos obsesionados con la idea de que la sociedad tiene que ser una ¨²nica cosa, como si busc¨¢ramos una especie de pureza social. Para m¨ª, la pureza, del tipo que sea, art¨ªstica, social o ¨¦tica, no solo me parece extremadamente vulgar, tambi¨¦n sabemos a qu¨¦ nos conduce: al fascismo. As¨ª que por qu¨¦ no adoptamos el modelo contrario: ¡°?Eres de ?frica? Ven a vivir aqu¨ª, tr¨¢ete tu tradici¨®n africana, enriquece nuestra vida con tu cultura. Qu¨¦ maravilloso¡±. No hace falta ser brit¨¢nico, s¨¦ quien seas y realiza tu aportaci¨®n. Todos saldremos ganando. Francamente, no le veo ning¨²n beneficio a la idea del inmigrante.
¡°Boris Johnson, el se?or Brexit, deber¨ªa colocar su culo gordo en el tobog¨¢n que me pidi¨® que a?adiera a Orbit y deslizarse por ¨¦l hasta aterrizar en Europa¡±
Si no siente que Reino Unido sea del todo su sitio, entonces ?cu¨¢l es? ?India? No lo s¨¦ [risas]. S¨ª, pero no. Sobre todo teniendo en cuenta la rid¨ªcula locura que, tristemente, tambi¨¦n recorre India.
Cuando el artista y disidente Ai Weiwei fue detenido por las autoridades chinas en 2011, Kapoor le dedic¨® la obra Leviathan, una gigantesca escultura que expuso en el Grand Palais de Par¨ªs. Al a?o siguiente, emul¨® los movimientos del surcoreano Psy para grabar su propia versi¨®n del Gangnam Style ¡ªreuni¨® a 400 participantes, entre ellos el escritor Hanif Kureishi o la bailarina Tamara Rojo¡ª para denunciar que el Gobierno chino hab¨ªa censurado la divertida parodia del hit de K-pop de Ai Weiwei. Los artistas por fin se conocieron en Londres en 2015, donde protagonizaron una medi¨¢tica marcha para llamar la atenci¨®n sobre la necesidad de articular una respuesta a la crisis de los refugiados.
Han pasado casi tres a?os desde su protesta con Ai Weiwei y Europa todav¨ªa no ha encontrado una soluci¨®n. ?C¨®mo ve la situaci¨®n actual? La crisis contin¨²a, pero los refugiados ya no ocupan las p¨¢ginas de los peri¨®dicos. La tensi¨®n ha desaparecido. Y estamos quiz¨¢s ante uno de los m¨¢s grandes conflictos ¨¦ticos de la actualidad. Podr¨ªa decirse que la guerra en Siria es una raz¨®n por la que tenemos Brexit. Hay una excepcional falta de liderazgo, muy pocos pol¨ªticos se atreven a decir: ¡°Bienvenidos, venid y cambiadnos, encontremos un nuevo camino¡±. Son cuestiones muy complejas. Estoy a punto de empezar un proyecto en el que voy a explorar si es posible abrir un Parlamento para refugiados. Un Parlamento sin poder, sin mandato, un espacio donde se aborden las cuestiones del extranjero. No s¨¦ si ser¨¦ capaz de hacer una obra as¨ª. Veremos.
Don¨® un mill¨®n de d¨®lares del Premio Genesis [concedido a jud¨ªos que han alcanzado el reconocimiento en sus respectivas disciplinas de trabajo] a organizaciones que ayudan a los refugiados. Mi padre fue refugiado y mi madre fue refugiada, as¨ª que est¨¢ en mi ADN. Es extra?o ser considerado extranjero.
Su arte no tiene mensaje, pero usted no duda en alzar la voz para apoyar a otros colegas, a las mujeres, etc¨¦tera. ?Forma parte de su labor como artista o simplemente lo entiende como deber ciudadano? Hacia el final de su vida, alguien le dijo a Picasso: ¡°Se?or Picasso, esto es un ordenador¡±. Era el primer aparato de la historia. ¡°?Le gustar¨ªa tener uno? Hace que todo sea comprensible¡±. Y Picasso respondi¨®: ¡°?Comprensible? Me he pasado toda mi vida tratando de no comprender. ?Por qu¨¦ querr¨ªa un ordenador para hacerlo?¡±. El conocimiento es tremendamente problem¨¢tico, especialmente para los artistas. Nosotros queremos bucear en nuestro subconsciente y arrastrar a la superficie cosas con la esperanza de que surja algo sensible, humano, fr¨¢gil, conmovedor, as¨ª que el conocimiento simplemente se interpone en el camino. Esto es un problema y por eso digo que mi arte no tiene mensaje. ?La actividad pol¨ªtica y social forma parte del trabajo que realizo en mi estudio? Creo que el arte se debe a lo que se debe. No es propaganda, no es un veh¨ªculo para realizar declaraciones pol¨ªticas, al menos para m¨ª. Pero tambi¨¦n soy consciente de que tengo una voz y hay cosas sobre las que tengo una opini¨®n y trato de expresarla, de ser activo. En un mundo tan injusto como este, todos como ciudadanos tenemos esa obligaci¨®n.
?Se sinti¨® arropado por la comunidad art¨ªstica cuando su obra Dirty Corner sufri¨® vandalismo en Par¨ªs? He de reconocer que ese episodio fue raro. La verdad es que no, no me sent¨ª apoyado, y creo que se debe a que fui muy estridente. Cuando la obra fue atacada por segunda vez y decid¨ª que no iba a borrar esos mensajes antisemitas tan violentos, que iban a formar parte de ella porque ahora eran arte y yo no iba a cambiarlo, a mucha gente le pareci¨® muy ofensivo. Incluso hubo artistas, no dar¨¦ nombres, que me hicieron saber que mi actitud les parec¨ªa repugnante.
¡°El dinero es mitol¨®gico, no es una mera transacci¨®n, influye en tu forma de mirar. Est¨¢s delante de una obra de 100 millones y, adem¨¢s, de un picasso¡±
A usted, que siempre le ha preocupado que su arte no se confundiera con entretenimiento, ?c¨®mo le ha sentado que Orbit, la escultura p¨²blica que cre¨® con motivo de los Juegos Ol¨ªmpicos de Londres 2012, tenga un tobog¨¢n, se autodenomine atracci¨®n tur¨ªstica y prometa una experiencia que pondr¨¢ ¡°los pelos de punta¡±? Es horrible. Conceb¨ª Orbit como una pieza escult¨®rica¡ El por entonces alcalde de Londres, Boris Johnson, el se?or Brexit, deber¨ªa colocar su culo gordo en el tobog¨¢n y deslizarse por ¨¦l hasta aterrizar en Europa¡ En fin, ¨¦l despu¨¦s decidi¨® que ten¨ªa que ser una atracci¨®n tur¨ªstica y dar beneficios y me llam¨® un buen d¨ªa y me dijo: ¡°Quiero que dise?es un tobog¨¢n para Orbit¡±. Yo respond¨ª que no era lo que hac¨ªa y que no lo har¨ªa. Pero pens¨¦: ¡°?Peleo con ¨¦l? Puedo hacerlo. Es mi arte. Podr¨ªa empezar una guerra¡±. Pero decid¨ª no hacerlo y acab¨¦ pidi¨¦ndole el tobog¨¢n a Carsten H?ller [artista alem¨¢n]. Hay cosas por las que no merece la pena luchar. La vida es demasiado corta para entrar en todas las batallas.
?Ha visitado la atracci¨®n? Nunca. No. Pero Orbit es un objeto extra?o, inc¨®modo. Espero que eso lo salve.
Tuvo algunas buenas rese?as¡ Y otras terribles.
?Le importa lo que opinen sobre su trabajo? Mire, siempre va a haber gente a la que le encante lo que haces y otros a los que les horrorice. Es comprensible. ?Qu¨¦ vas a hacer? S¨ª que leo las cr¨ªticas, pero yo me dedico a seguir con mi trabajo.
Nada perturba su rutina de trabajo. No. Para m¨ª el estudio es una pr¨¢ctica: yo acudo todos los d¨ªas a la misma hora, visto m¨¢s o menos la misma ropa, desayuno m¨¢s o menos lo mismo, como m¨¢s o menos lo mismo. Llevo una vida completamente regulada. Al menos, tanto como puedo. Creo en ir todos los d¨ªas al estudio, estar ah¨ª, crear arte diariamente. Intento hacer, al menos, una obra al d¨ªa. Y esa pr¨¢ctica propicia un espacio para que pase algo que de otro modo no ocurrir¨ªa. Yo quiero que surja algo no planeado, ajeno a mi voluntad, eso es lo que busco.
Suele repetir que un artista debe tener una gran ambici¨®n. Sin ella, no merecer¨ªa la pena dedicarse a la creaci¨®n. ?Conserva intacta la ambici¨®n de sus inicios? S¨ª, tengo la misma ambici¨®n de entonces. Pero no le doy importancia a las exposiciones, mi ambici¨®n se circunscribe al estudio. ?Podr¨¦ colmar el potencial que parece estar ah¨ª? ?Ser¨¦ capaz de hacerlo? Porque el trabajo pasado no es una medida de nada. Es bonito mirarlo y pensar ¡°vale, quiz¨¢s es una buena obra, funciona, ?ser¨¦ capaz de repetirlo? Ay, Dios¡±. [risas]
Es uno de los artistas vivos m¨¢s importantes del mundo. ?Qu¨¦ significa el ¨¦xito para usted? Supongo que el ¨¦xito te brinda la oportunidad de seguir trabajando, de sumergirte en las b¨²squedas que te motivan como artista. El mayor lujo de ser artista es que me permito el espacio y el tiempo para ir al estudio y hacer algo o no hacer nada. De pasar el tiempo sentado pensando, trabajando. Ese es un gran lujo y, por supuesto, es el lujo del ¨¦xito.
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