Am¨¦rica digital: ?c¨®mo vamos?
De los 19 pa¨ªses de Am¨¦rica Latina y el Caribe, solo cinco est¨¢n entre los 50 m¨¢s digitalizados del mundo
Los datos est¨¢n revolucionando la manera de entender el mundo: desde la agricultura de precisi¨®n que permite adecuar el nivel de agua y nutrientes a las plantas de macro-cultivos, a sistemas de lectura de radiograf¨ªas que identifican c¨¢nceres un a?o antes de su diagn¨®stico, o gafas de realidad virtual para acostumbrar a los presos a la vida fuera de la c¨¢rcel y favorecer su reinserci¨®n.
Si las innovaciones tecnol¨®gicas son el motor de la llamada nueva econom¨ªa, los datos son la nueva gasolina de la digitalizaci¨®n. En un mundo en el que el futuro ya ocurri¨® hace varios a?os, los ciudadanos esperan que el sector p¨²blico se suba a la econom¨ªa de los datos con la misma agilidad que est¨¢ mostrando el sector privado.
Pero, ?a qu¨¦ ritmo se est¨¢n digitalizando los gobiernos de Am¨¦rica Latina? Seg¨²n el ¨²ltimo informe sobre desarrollo digital que acaba de publicar Naciones Unidas, la regi¨®n est¨¢ marcada por claroscuros. De los 19 pa¨ªses de Am¨¦rica Latina y el Caribe, solo cinco est¨¢n entre los 50 m¨¢s digitalizados del mundo. A la cabeza contin¨²a Uruguay, que desde este a?o pertenece al selecto club del Digital 7, un grupo que re¨²ne a los gobiernos m¨¢s avanzados en materia digital, como Canad¨¢, Corea del Sur y el Reino Unido.
El informe de la ONU evidencia que los pa¨ªses que m¨¢s invirtieron en sus agendas digitales en los ¨²ltimos a?os son los que ahora empiezan a recolectar frutos. Panam¨¢, por ejemplo, subi¨® 14 puestos en tan solo dos a?os. El liderazgo de la Agencia para la Innovaci¨®n Gubernamental ha sido clave para alzar al pa¨ªs centroamericano en un contexto internacional de acelerada competencia. La prueba es Colombia, que mejor¨® su desempe?o digital en t¨¦rminos absolutos, pero retrocedi¨® del puesto 57 al 61. Si bien el pa¨ªs ha avanzado en su transformaci¨®n digital, otros pa¨ªses han mejorado a¨²n m¨¢s.
Este pantallazo del progreso de la agenda digital en la regi¨®n nos permite extraer algunas conclusiones interesantes:
- La digitalizaci¨®n de un pa¨ªs es una pol¨ªtica de Estado, no un proyecto del gobierno de turno. Una estrategia de digitalizaci¨®n exitosa debe fijar prioridades y responsabilidades claras a todos los actores del ecosistema digital del Estado. En muchos casos, la creaci¨®n de una agencia especializada con rango ministerial ha sido determinante, como en Uruguay o Panam¨¢.
- Las reformas m¨¢s exitosas son las que impactan con rapidez la vida cotidiana de los ciudadanos. Muchos pa¨ªses han creado ventanillas ¨²nicas de acceso a los servicios digitales, como M¨¦xico o el portal Sin M¨¢s Filas de Colombia. Estas reformas, gracias a su visibilidad, no solo supusieron una mejora inmediata en la atenci¨®n a la ciudadan¨ªa, sino que crearon el espacio pol¨ªtico necesario para acometer otras reformas m¨¢s estructurales.
- La transformaci¨®n digital del Estado requiere que los funcionarios adquieran nuevas habilidades. Los pa¨ªses que lograron mayores avances en materia de gobierno digital han invertido en talento humano en ¨¢reas menos tradicionales al sector p¨²blico como la ingenier¨ªa de sistemas, las ciencias de datos o la inteligencia artificial.
- Para digitalizar bien, primero hay que simplificar. En la regi¨®n, los tr¨¢mites p¨²blicos siguen siendo engorrosos y complejos. En promedio, se necesitan 5,4 horas para completar una gesti¨®n y el 25% de las mismas requieren m¨¢s de tres viajes a la entidad p¨²blica. Esa mara?a burocr¨¢tica esconde una corrupci¨®n tan da?ina como silenciosa: el 29% de los latinoamericanos reconoce haber pagado alg¨²n tipo de soborno para poder completar un tr¨¢mite p¨²blico.
- La demanda ciudadana es el mejor catalizador digital. La importancia de la transformaci¨®n digital del Estado debe contar con el respaldo de las empresas y la sociedad en su conjunto. La apertura de los datos p¨²blicos a trav¨¦s de portales como los de Colombia, M¨¦xico, o Brasil permiten fortalecer la transparencia e incluso generar valor econ¨®mico. Tambi¨¦n ayudan a romper con los silos de informaci¨®n dentro del mismo Estado, donde las distintas entidades p¨²blicas suelen ser reacias a compartir datos entre ellas mismas. No nos olvidemos que la informaci¨®n es poder.
Aunque suene parad¨®jico, en esta nueva econom¨ªa propulsada por los datos, estos siguen siendo grandes desconocidos. Se estima que solo un 1% de la informaci¨®n disponible del mundo est¨¢ siendo analizada; Latin Data Barometer reporta que solo un 10% de las bases gubernamentales est¨¢n en formato abierto. Engancharse a la econom¨ªa digital va a permitir a los gobiernos usar la informaci¨®n para ser m¨¢s eficientes y transparentes. Le va a dar a los Estados una segunda oportunidad para recuperar la confianza de los ciudadanos y construir gobiernos que verdaderamente sirvan a sus ciudadanos.
Carlos Santiso es jefe de la divisi¨®n de Innovaci¨®n para Servir a los Ciudadanos del Banco Interamericano de Desarrollo.
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