Las devoluciones ilegales que no cesan
Resulta dif¨ªcil defender que la Guardia Civil est¨¦ habilitada para agarrar del brazo, cuando no arrastrar por el suelo, a quien acaba de acceder a Espa?a
Las ¨²ltimas devoluciones en caliente, practicadas d¨ªas pasados en la valla de Ceuta, vuelven a poner, una vez m¨¢s, en el centro del debate su legalidad. Se escucha con m¨¢s frecuencia, incluso al actual ministro del Interior que, tras la entrada en vigor de la Ley Mordaza, esa posibilidad es legal y que se seguir¨¢ practicando a pesar de la condena del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Las devoluciones en caliente son las actuaciones de la Guardia Civil que consisten en entregar a Marruecos, sin cumplir la legalidad vigente, a personas extranjeras que son interceptadas tras acceder irregularmente al territorio nacional por el per¨ªmetro fronterizo de Ceuta y Melilla. Por estas pr¨¢cticas, en octubre de 2017 el Tribunal Europeo de Derechos Humanos conden¨® a Espa?a, al considerar que son contrarias al Convenio Europeo de Derechos Humanos que proh¨ªbe las expulsiones colectivas (sin individualizar las circunstancias de cada caso).
?Por qu¨¦ es importante el estudio de cada caso de manera individual? Porque las organizaciones que est¨¢n sobre el terreno nos alertan de que hay devoluciones en caliente de menores que tienen que ser protegidos, de refugiados que huyen de conflictos armados a los que hay que dar protecci¨®n internacional, de personas heridas que no pueden andar a los que habr¨ªa que llevar a un hospital y no entregar a las fuerzas auxiliares marroqu¨ªes. Estas pr¨¢cticas lesionan, adem¨¢s de los cuerpos de quienes son devueltos ilegalmente, la calidad democr¨¢tica de Espa?a.
?Por qu¨¦ la Guardia Civil act¨²a as¨ª en las vallas de Ceuta y Melilla? Porque considera que est¨¢ llevando a cabo un rechazo en frontera. Sin embargo, la ley de extranjer¨ªa no otorga esa competencia a la Guardia Civil. Cuando el extranjero intenta entrar por un puesto fronterizo habilitado (puertos o aeropuertos) sin cumplir los requisitos legales, es la polic¨ªa nacional la que puede denegar la entrada. Y cuando el extranjero intenta acceder por un puesto no habilitado (pateras) es la Guardia Civil la que debe interceptar y entregar a la polic¨ªa nacional para su devoluci¨®n. En ambos casos cada persona tiene garantizada la presencia de un abogado y un int¨¦rprete.
Por ello resulta dif¨ªcil defender que la Guardia Civil est¨¦ habilitada para agarrar del brazo, cuando no arrastrar por el suelo, a quien acaba de acceder a Espa?a, abrir la puerta de la valla y entregarla a las fuerzas de seguridad marroqu¨ªes sin antes individualizar sus circunstancias personales.
Estas actuaciones, a pesar de estar fuera de la ley, se realizan desde 2005 en las vallas de Ceuta y Melilla; desde entonces, incansablemente, el Defensor del Pueblo y distintas organizaciones no gubernamentales hemos venido denunciando estas pr¨¢cticas ilegales que son sistem¨¢ticamente justificadas por el gobierno de turno.
?Por qu¨¦ dice el actual ministro que la actuaci¨®n de la Guardia Civil es legal? Porque seg¨²n su criterio las vallas que separan Marruecos de Espa?a est¨¢n en territorio marroqu¨ª. Si dijera lo contrario, es decir, que las vallas est¨¢n en territorio espa?ol, tendr¨ªa que admitir que las devoluciones son ilegales. As¨ª lo entendi¨® el actual presidente del gobierno cuando estaba en la oposici¨®n al firmar el recurso de inconstitucionalidad contra la ley mordaza, cuando en 2015 intent¨® cubrir de legalidad las devoluciones en caliente.
?Puede el ministro de Interior decir que la Guardia Civil act¨²a en territorio marroqu¨ª? Desde el siglo XIX las fronteras entre ambos pa¨ªses quedaron perfectamente delimitadas gracias a diversos tratados internacionales. Una vez establecidos estos l¨ªmites territoriales, Espa?a en octubre 2005 decide levantar las vallas de Ceuta y Melilla. Parece de sentido com¨²n que cuando se encomienda a la Legi¨®n instalar las primeras concertinas lo hicieran en territorio espa?ol. ?Alguien se imagina a la Legi¨®n espa?ola entrando en territorio marroqu¨ª a poner vallas?
Aceptar como legalidad las devoluciones en caliente es una violaci¨®n del derecho que una democracia no se puede permitir. Nuestro ordenamiento jur¨ªdico prev¨¦ procedimientos de devoluci¨®n con garant¨ªas. No se puede jugar con el concepto de frontera el¨¢sticamente seg¨²n nos interesa y no se pueden practicar devoluciones sumarias cuando sabemos que muchas de esas personas vienen a Europa buscando protecci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.