El sexo entre especies y los secretos de Denny, la primera h¨ªbrida
Sapiens, neandertales y denisovanos copulaban entre ellos y es probable que tuviesen hijos con caracter¨ªsticas peculiares
Los humanos tenemos una sensibilidad especial para distinguirnos de los otros. El neur¨®logo argentino Facundo Manes cuenta c¨®mo comprob¨® esta tendencia en un experimento con chilenos mapuches y no mapuches. ¡°Les colocamos electrodos y les mostramos fotos de ambos grupos sociales. En cuesti¨®n de milisegundos el cerebro se da cuenta de si la foto pertenece a su etnia o no y si pertenece lo asocia con algo positivo y si no con algo negativo¡±, explica.
Las peque?as diferencias entre los individuos de nuestra especie han servido para negar la humanidad a grupos casi id¨¦nticos en multitud de ocasiones y no cuesta imaginar el recelo mutuo que debieron sentir las poblaciones humanas de hace m¨¢s de 30.000 a?os, cuando los sapiens a¨²n ten¨ªan que compartir la Tierra. ¡°Los denisovanos y los neandertales eran bastante distintos gen¨¦ticamente. Como comparaci¨®n, un denisovano y un neandertal eran m¨¢s distintos entre ellos que dos personas cualquiera que vivan hoy, sin importar de d¨®nde sean¡±, explica Viviane Slon.
Los h¨ªbridos no son una mezcla de las especies de sus padres sino que suelen presentar formas y tama?os nuevos
La secuenciaci¨®n del genoma de especies extintas ha mostrado que algunos de sus miembros superaron ese recelo inicial, copularon y tuvieron descendencia. En la actualidad, todas las poblaciones humanas, salvo los subsaharianos, tienen al menos un 2% de ADN neandertal, y los estudiosos del material gen¨¦tico antiguo han observado que, pese al escaso n¨²mero de individuos del Pleistoceno cuyo genoma se ha secuenciado, los vestigios de cruces entre diferentes especies aparece en los an¨¢lisis con una frecuencia inesperada.
Hace tres a?os, un equipo del Instituto de Antropolog¨ªa Evolutiva de Leipzig (Alemania) liderado por Svante P??bo, el padre de la revoluci¨®n del ADN antiguo, secuenci¨® el genoma de un humano moderno encontrado en Ruman¨ªa. Solo hab¨ªa que remontarse cuatro generaciones para encontrar un ancestro neandertal en el ¨¢rbol geneal¨®gico de aquel hombre. El hallazgo parec¨ªa improbable, pero esta semana se anunci¨® un descubrimiento que hasta ahora se habr¨ªa considerado imposible. Slon, P??bo y varios miembros m¨¢s del dream team de la paleogen¨®mica de Leipzig hab¨ªan encontrado al primer caso de descendiente directa entre dos grupos humanos distintos. Denny, como han llamado a la joven de 13 a?os encontrada en la cueva siberiana de Denisova, ten¨ªa una madre neandertal y un padre denisovano.
¡°Estos estudios nos dicen que la mezcla entre estos grupos ser¨ªa frecuente cuando se encontraban, aunque no se encontrar¨ªan mucho, porque eran peque?os y estaban separados por grandes distancias¡±, afirma Sergi Castellano, un investigador del University College de Londres que cuando trabajaba en Leipzig demostr¨® que neandertales y humanos procrearon durante decenas de miles de a?os. M¨¢s dif¨ªcil de saber a partir de los an¨¢lisis gen¨¦ticos es la naturaleza de aquellos encuentros, si se tratar¨ªa de un sexo m¨¢s o menos consensuado, si despu¨¦s Denny fue criada tambi¨¦n por su padre o si la tribu la acept¨® como una m¨¢s.
La adolescente de Denisova fue un peque?o milagro. Las especies de sus padres se hab¨ªan comenzado a separar hace 390.000 a?os y desde entonces su compatibilidad reproductiva no hab¨ªa dejado de descender. Este fen¨®meno se ha observado en los cruces entre neandertales y sapiens. ¡°Existen algunos estudios gen¨¦ticos que apuntan a que la hibridaci¨®n habr¨ªa afectado negativamente a la fertilidad neandertal. Las madres sapiens que engendraban fetos masculinos habr¨ªan desarrollado un tipo de histocompatiblidad hacia el cromosoma Y del neandertal que, en muchos casos acabar¨ªan con abortos naturales¡±, a?ade Mar¨ªa Martin¨®n-Torres, directora del Centro Nacional de Investigaci¨®n sobre la Evoluci¨®n Humana (CENIEH) en Burgos.
Una vez nacida, tambi¨¦n es posible que su car¨¢cter mestizo le complicase la vida. ¡°Existen estudios, como los de Rebecca Ackerman, sobre h¨ªbridos de primera y segunda generaci¨®n de monos babuinos, que demuestran que en los h¨ªbridos se producen un n¨²mero muy alto de anomal¨ªas poco frecuentes en las poblaciones originales, y que son sin duda reflejo de alteraciones del desarrollo¡±, indica Martin¨®n-Torres. ¡°En estos h¨ªbridos existe un n¨²mero significativamente mayor de patolog¨ªas dentales bilaterales y asimetr¨ªas craneales, por ejemplo. Adem¨¢s, los h¨ªbridos suelen ser mucho mayores o mucho m¨¢s peque?os que las especies parentales, lo que es evidencia de una modificaci¨®n de los procesos de desarrollo normales¡±, contin¨²a. ¡°Podemos decir que aunque la pieza encaja, el encaje no es biol¨®gicamente perfecto¡±, concluye.
Los dientes de los humanos encontrados en Denisova son gigantes si se comparan con los neandertales
La directora del CENIEH apunta adem¨¢s a otro misterio en torno a aquellos humanos con padres de especies distintas. ¡°Sabemos poco sobre c¨®mo reconocer a un h¨ªbrido en el registro f¨®sil. Tenemos siempre la idea de que tiene que tener un poco de su padre y de su madre o una morfolog¨ªa intermedia entre ambos. Sin embargo, estos estudios sobre h¨ªbridos de babuinos de Ackerman apuntan a que muchas veces no se parecen ni a su padre ni a su madre, sino que se producen novedades morfol¨®gicas¡±. La propia Martin¨®n-Torres, en un art¨ªculo publicado en Current Anthropology que aborda la cuesti¨®n de los denisovanos como h¨ªbridos, propuso que en la b¨²squeda de m¨¢s individuos de esta especie se traten de identificar anomal¨ªas, como cambios de tama?o significativos, asimetr¨ªas o patolog¨ªas dentales. En este sentido, recuerda que, si se compara con los de los neandertales, ¡°los dientes hallados en Denisova son gigantes¡±.
Es muy probable que Denny fuese una ni?a especial para su grupo, pero de ella solo se conserva un peque?o fragmento de hueso y su genoma no nos dice si era mayor o menor que un neandertal o un denisovano normal o si ten¨ªa un cr¨¢neo asim¨¦trico. Para completar estos huecos del rompecabezas, los cazadores de denisovanos llevan a?os peinando amplias regiones de Asia en busca de nuevos yacimientos en los que comenzar a reconstruir a esta especie que solo conocemos por su ADN. Cuando se encuentren, la experiencia dice que tambi¨¦n se hallar¨¢n los rastros del sexo entre especies y se podr¨¢ saber m¨¢s sobre c¨®mo se relacionaban entre ellas e incluso tratar de reconstruir c¨®mo fue el final del resto de especies humanas con las que ya no podemos copular.
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