Los retos en la b¨²squeda de un tratamiento efectivo contra el alzh¨¦imer
En el mundo, 50 millones de personas padecen esta enfermedad. El envejecimiento progresivo har¨¢ que esta cifra se duplique en 20 a?os
La enfermedad de alzh¨¦imer, la causa m¨¢s frecuente de demencia, es uno de los grandes desaf¨ªos sanitarios de los pa¨ªses desarrollados. S¨®lo en Espa?a m¨¢s de 1,2 millones de personas padecen esta enfermedad, mientras que en todo el mundo se estima que son alrededor de 50 millones. Las previsiones son claras: el envejecimiento progresivo de las poblaciones y el incremento en la esperanza de vida har¨¢n que estas cifras se dupliquen en 20 a?os.
Aunque los datos anteriores sean rotundos, en realidad, s¨®lo reflejan una peque?a parte del drama que supone esta demencia. Cuando una persona padece alzh¨¦imer no s¨®lo lo padece ella, sino que tambi¨¦n afecta notablemente a su familia y cuidadores. Adem¨¢s, dado que esta enfermedad es, con el tiempo, altamente incapacitante y tiene una duraci¨®n media de 8-10 a?os, supone tambi¨¦n un desaf¨ªo econ¨®mico importante para los sistemas de sanidad p¨²blica. Se estima que, ahora mismo, cada paciente supone un coste medio anual de 24.000 euros.
Pese a que hace aproximadamente 100 a?os desde que el psiquiatra alem¨¢n Alois Alzheimer identificara por primera vez la enfermedad, lo cierto es que no existe, en la actualidad, ning¨²n medicamento que haya demostrado prevenir o retrasar el deterioro cognitivo o la demencia asociada al alzh¨¦imer. As¨ª pues, los f¨¢rmacos que se usan para el tratamiento de esta enfermedad van dirigidos principalmente al alivio de los s¨ªntomas. ?Por qu¨¦, a pesar de destinarse miles de millones de euros en la investigaci¨®n del alzh¨¦imer, en todo el mundo y durante m¨²ltiples d¨¦cadas, contamos con unas opciones terap¨¦uticas tan pobres?
Desafortunadamente, la investigaci¨®n del alzh¨¦imer est¨¢ particularmente plagada de obst¨¢culos, inc¨®gnitas y frustraciones. Para empezar, no sabemos todav¨ªa qu¨¦ es lo que provoca esta enfermedad. S¨ª que sabemos que la gen¨¦tica y los factores ambientales tienen su papel, pero eso no es de gran ayuda. Tampoco estamos seguros de c¨®mo se desencadena la enfermedad aunque existe un hallazgo t¨ªpico para confirmar el diagn¨®stico de alzh¨¦imer: Presencia de placas de beta amiloide y ovillos neurofibrilares de tau en el cerebro de una persona con demencia. Pero ?estas placas y ovillos son causa o consecuencia de la enfermedad? Lo cierto es que, hoy por hoy, no lo sabemos.
Durante muchos a?os, han existido principalmente 3 posturas sobre c¨®mo progresa la enfermedad. La corriente mayoritaria sostiene que son las placas de p¨¦ptidos beta amiloide las que provocan la muerte de las neuronas. De hecho, la amplia mayor¨ªa de los m¨¢s de 100 ensayos cl¨ªnicos en marcha para la enfermedad de alzh¨¦imer son tratamientos dirigidos hacia el p¨¦ptido beta amiloide. Otro grupo, menos numeroso, defiende que son los ovillos neurofibrilares de la prote¨ªna tau los que realmente matan a las neuronas. Por otro lado, tambi¨¦n existe un grupo de personas que piensa que, aunque ambos factores desempe?an cierto papel en la evoluci¨®n de la enfermedad, podr¨ªa ser otra cosa la que realmente est¨¦ da?ando a las neuronas y todav¨ªa no la hemos identificado.
Sea lo que sea, lo cierto es que los ensayos cl¨ªnicos de nuevos tratamientos para el Alzheimer en humanos son una decepci¨®n tras otra. Entre 2002 y 2012, los f¨¢rmacos probados fracasaron en el 99.6 % de los casos. Los resultados de los ensayos de los ¨²ltimos a?os tampoco ofrecen un panorama alentador, con m¨¢s fracasos estrepitosos de f¨¢rmacos inicialmente prometedores como el solanezumab.
?Y si el enfoque principal en la investigaci¨®n del?alzh¨¦imer ha estado equivocado? Es una pregunta que revolotea en este campo, cada vez con m¨¢s fuerza. Para entender el trasfondo de esta pregunta y por qu¨¦ tantos ensayos cl¨ªnicos de tratamientos experimentales que est¨¢n fallando hay que considerar 2 aspectos claves en esta enfermedad.
Animales
Por un lado, no conocemos en la actualidad ning¨²n modelo animal que padezca la enfermedad de?alzh¨¦imer como la padecemos nosotros, con sus s¨ªntomas (demencia) y signos t¨ªpicos (placas y ovillos) en el cerebro. Aunque los delfines y los chimpanc¨¦s son, ahora mismo los principales "sospechosos" de padecerla, con los signos t¨ªpicos, no tenemos ni idea de c¨®mo les afecta a su memoria. La situaci¨®n no es mucho mejor en los animales de laboratorio. Aunque se modifican gen¨¦ticamente a ratones y ratas para que padezcan la enfermedad cada vez m¨¢s de forma similar a nosotros, siguen existiendo importantes diferencias entre los humanos y estos peque?os roedores. Por ejemplo, en la mayor¨ªa de experimentos con estos animales, no se produce una muerte neuronal como ocurre en humanos. Adem¨¢s, en la absoluta mayor¨ªa de las personas afectadas por alzh¨¦imer no hay una raz¨®n gen¨¦tica detr¨¢s, a diferencia de los modelos animales donde la gen¨¦tica es clave. Por si esto fuera poco, el transcurso de la enfermedad de?alzh¨¦imer es extremadamente lento en humanos, mientras que en roedores, con una esperanza de vida muy corta, esto no puede darse.
Son todas estas razones y otras muchas las que podr¨ªan explicar por qu¨¦ tratamientos efectivos en roedores no est¨¢n funcionando en humanos... pero hay algo m¨¢s. Mucho antes de que una persona empiece a notar las primeras lagunas de memoria, en el cerebro ya se han producido cambios biol¨®gicos que no se han detectado al no realizar las pruebas oportunas. ?Podr¨ªa ser que los ensayos cl¨ªnicos fallen porque se est¨¦ tratando a los enfermos en una fase demasiado tard¨ªa, sin ninguna oportunidad de revertir o parar el proceso? Es pregunta clave en la investigaci¨®n del Alzheimer. Precisamente por ello, se est¨¢n destinando grandes esfuerzos en descubrir marcadores tempranos de la enfermedad o empezar los tratamientos experimentales de forma mucho m¨¢s temprana, antes de sufrir los primeros s¨ªntomas.
Dec¨ªa el famoso inventor Edison que ¨¦l no hab¨ªa fracasado, sino que hab¨ªa encontrado 10.000 soluciones que no funcionaban. La ciencia es la exploraci¨®n de terrenos desconocidos y, por tanto, las decepciones forman parte de su rutina mientras se ampl¨ªa el horizonte de aquello que conocemos. Como Edison, la investigaci¨®n cient¨ªfica no est¨¢ fracasando con el alzh¨¦imer, est¨¢ encontrando miles de soluciones que no funcionan, mientras conocemos cada vez m¨¢s y mejor esta enfermedad con la esperanza de encontrar un tratamiento realmente efectivo.
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