Vamos a zanjar de una vez el debate sobre qui¨¦n es el mejor futbolista de la historia. O no

Se acab¨® el Mundial que iba a zanjar una doble pol¨¦mica que dura ya un lustro. El torneo estaba llamado a determinar de una vez por todas si Lionel Messi es mejor jugador que Cristiano Ronaldo y si el ganador de ese pulso en la cumbre es o no el mejor jugador de la historia. Al final, Messi y Cristiano, en un Mundial infausto para ambos, no llegaron a competir el uno contra el otro y menos a¨²n contra la alargada sombra de las dos estrellas hist¨®ricas a las que acab¨® de consagrar en su d¨ªa la Copa del Mundo: Pel¨¦ y Maradona.

El eterno debate se cerr¨®, una vez m¨¢s, en falso. ¡°Pero tal vez ya se est¨¦ empezando a dejar atr¨¢s de manera definitiva¡±, argumenta, un poco a contracorriente, el periodista deportivo de The Guardian Dominic Fifield. ¡°En los pr¨®ximos a?os, intuyo que hablaremos mucho m¨¢s de Neymar, Kylian Mbapp¨¦, Kevin De Bruyne o Antoine Griezmann, y el balance final de la formidable rivalidad Messi-Cristiano quedar¨¢ para aficionados nost¨¢lgicos y para los historiadores del f¨²tbol¡±.

¡°?En qu¨¦ consiste ser el mejor de la historia? ?C¨®mo demonios se mide eso?¡±, dec¨ªa poco antes del Mundial de Rusia el escritor chileno Joaqu¨ªn Bara?ao, autor de esa discreta delicia que es Historia freak del f¨²tbol (Planeta). Para Bara?ao, m¨¢s que a argumentos ¡°objetivos¡± sobre la grandeza de uno u otro, sobre si Messi fue o no mejor que Maradona o si Cristiano Ronaldo resiste la comparaci¨®n con Pel¨¦, hay que recurrir a consideraciones de tipo ¡°m¨¢gico¡± que enturbian sin duda la discusi¨®n, pero la vuelven mucho m¨¢s divertida: ¡°Maradona tiene una iglesia con sus propios rituales de boda y bautizo y los compa?eros de equipo de Pel¨¦ en el Cosmos de Nueva York dec¨ªan que a veces, en pleno partido, sent¨ªan la tentaci¨®n de sentarse en el c¨¦sped a verle jugar¡±.

Bara?ao es ¡°muy de Maradona, una fuente inagotable de an¨¦cdotas freak, que es lo que yo recopilo en mis libros¡±. Sin embargo, cuando se pone serio, el escritor nacido en Santiago de Chile concluye que los mejores futbolistas de la historia tal vez sean ¡°Messi y Pel¨¦, no s¨¦ si en ese orden¡±. Y descarta a Maradona bas¨¢ndose en un argumento esbozado por Simon Kupor y Stefan Szymanski en su Soccernomics, su ensayo sobre la econom¨ªa y la estad¨ªstica aplicadas al f¨²tbol: ¡°La Argentina del periodo en que Diego Armando Maradona fue internacional, entre 1981 y 1994, tuvo el rendimiento m¨¢s bajo de su historia, obteniendo apenas un 53 % de los puntos en disputa. Pero, entre desastre y desastre, ganaron el Mundial de 1986, con un juego irregular, pero dejando para el recuerdo momentos de gran brillantez¡±. De ah¨ª el mito, en su opini¨®n no del todo justificado, de la grandeza incomparable de Maradona.

Seg¨²n Bara?ao, Maradona tuvo un ¡°excepcional don de la oportunidad¡±, mientras que Messi es Maradona casi todos los d¨ªas, con las ¨²nicas excepciones, tal vez, del par de d¨ªas que m¨¢s lo ha necesitado. ¡°Si a Maradona le quitas ese t¨ªtulo del 86, no habr¨ªa debate¡±, argumenta James Robinson, periodista del diario brit¨¢nico The Sun, ¡°ni siquiera en Argentina¡±. Es m¨¢s, en opini¨®n de Robinson, ¡°no deber¨ªa haber debate ni siquiera en relaci¨®n a Pel¨¦, Johan Cruyff o cualquier otro candidato que se os pueda ocurrir: si el mundo no acepta a¨²n que Lionel Messi es, sin duda, el mejor futbolista de la historia, es por culpa de Gonzalo Higua¨ªn¡±.

¡°Messi es el mejor porque naci¨® si¨¦ndolo y no podr¨ªa dejar de serlo ni aunque se lo propusiese. Incluso sus cortes de pelo mejoran con el tiempo¡±, argumenta James Robinson, de 'The Sun'

Con la simp¨¢tica virulencia que caracteriza sus art¨ªculos, Robinson argumenta que ¡°solo la incre¨ªble falta de punter¨ªa de un Higua¨ªn empe?ado en rematar a las nubes¡± evit¨® que la Argentina de Messi ganase hace cuatro veranos la final de la Copa del Mundo contra Alemania, sepultando as¨ª cualquier controversia. ¡°Messi es el mejor porque naci¨® si¨¦ndolo y no podr¨ªa dejar de serlo ni aunque se lo propusiese¡±, zanja Robinson, en otro alarde de humor displicente. ¡°Incluso sus cortes de pelo mejoran con el tiempo¡±.

El colombiano Miguel M¨¦ndez Camacho, autor de la biograf¨ªa Pel¨¦. De la favela a la gloria (Panamericana Editorial), lleva a?os argumentando que el brasile?o fue mucho mejor futbolista que Maradona. Para ¨¦l, ¡°Pel¨¦ era un artista, un director de orquesta, un prestidigitador y un poeta¡±. En su opini¨®n, ¡°sigue siendo el rey¡±.

Los candidatos contempor¨¢neos a desbancarle, de Messi a Cristiano Ronaldo, pasando por Zidane o Ronaldo Nazario, no tienen su aura ni su grandeza. Eso s¨ª, M¨¦ndez reconoce que, m¨¢s all¨¢ de intangibles como el grado relativo de elegancia, plasticidad o exuberancia f¨ªsica, en la superioridad ¡°indiscutible¡± de Pel¨¦ juega un papel crucial un fr¨ªo dato objetivo: ¡°Gan¨® tres Copas del Mundo con su selecci¨®n¡±.

Para Dominic Fifield, ¡°ese no puede ser el baremo definitivo¡±. A¨²n obviando que Pel¨¦ tuvo en sus justas mundialistas compa?eros de viaje del calibre de Did¨ª, Vav¨¢ o Garrincha, lo que le convierte en ¡°la mejor individualidad de una generaci¨®n de futbolistas brasile?os irrepetibles¡±, resulta injusto comparar ¡°a jugadores de ¨¦pocas distintas en base a su rendimiento en un torneo que se disputa cada cuatro a?os, en verano, cuando algunos de los mejores jugadores han dejado atr¨¢s su pico de forma¡±.

Para Fifield, ¡°la Copa del Mundo es un torneo excepcional y el f¨²tbol de clubes es la normalidad y la rutina, y la grandeza de un jugador debe medirse tambi¨¦n por c¨®mo se maneja en la rutina¡±. Robinson secunda esta tesis lanzando una pregunta al aire: ¡°?D¨®nde est¨¢ escrito que Messi, o Cristiano Ronaldo, si quiere, tiene que ganar el Mundial para ser reconocido como el mejor del mundo? ?Acaso no ha rendido de manera excelente durante m¨¢s de un decenio en la que tal vez sea la liga m¨¢s potente del planeta y no ha tenido un impacto enorme en la competici¨®n de f¨²tbol profesional de mayor nivel, que es la Champions League?¡±.

La lista de grandes de la historia del f¨²tbol que nunca se proclamaron campeones del mundo con sus selecciones podr¨ªa arrancar muy atr¨¢s, con el brasile?o Leonidas da Silva o el austr¨ªaco Matthias Sindelar, para incluir a continuaci¨®n a la portentosa generaci¨®n de talentos h¨²ngaros de la que formaron parte Kocsis, Puskas y Kubala, seguir con Eusebio, Di St¨¦fano o Luis Su¨¢rez y recoger, ya en la era del f¨²tbol en color, a Cruyff, Platini, Van Basten, Zico, Best y tantos otros. Todos, como Messi y Cristiano, leyendas del f¨²tbol hu¨¦rfanas de ese torneo tan maravilloso como ingrato que es la Copa del Mundo.