Met¨¢monos en berenjenales
Es necesario tomar conciencia y actuar contra los mensajes de odio llenos de datos falsos hacia la poblaci¨®n migrante
Situaci¨®n A. Grupo de WhatsApp para jugar al f¨²tbol. Alguien env¨ªa una foto de marcado car¨¢cter machista. Alguien dice: "Uff, qu¨¦ mal gusto. Chicos, estas cosas hay que dejarlas ya..."
- Respuesta 1: ?Vaya! Ya est¨¢ el de siempre. Ahora resulta que no podemos decir nada. ?Si es solo una broma!
- Respuesta 2: ?Pero t¨² que eres maric¨®n o qu¨¦?
- Respuesta 3 (por mensaje privado): T¨ªo, ?para qu¨¦ dices nada? Es que siempre la l¨ªas...
Situaci¨®n B. Grupo de WhatsApp con madres y padres del cole. Alguien env¨ªa una noticia claramente falsa donde se afirma que los hijos e hijas de migrantes reciben m¨¢s ayudas escolares por tener otra nacionalidad. Alguien dice: "Eso no es verdad. La Ley no dice nada de eso. Las ayudas escolares tienen en cuenta la situaci¨®n econ¨®mica de la familia, la cercan¨ªa al cole, si tiene hermanas o hermanos en el centro...".
- Respuesta 1: ?Pero qu¨¦ dices! En el colegio todos los hijos de madres con velo tienen ayuda. Me lo ha dicho Fulanita.
- Respuesta 2: Mi cu?ado es profesor y en su colegio pasa igual. ?Todo se lo llevan los extranjeros!
- Respuesta 3 (tras un aluvi¨®n¡, por privado): ?La qu¨¦ has liado! No pod¨ªas estar callada. Ya sabes c¨®mo son en el grupo. Lo mejor es no decir nada, ya ver¨¢s cuando te vean en el colegio ma?ana, no te van a dejar en paz hasta que les des la raz¨®n.
Situaci¨®n C. Alguien env¨ªa un tuit por la ma?ana dando una informaci¨®n falsa acerca de las personas que han llegado en patera recientemente. Alguien le desmiente, ofrece datos reales y pide, por favor, que no se genere odio. Al rato, un troll le ataca diciendo que se olvide de datos, que la realidad es otra. Y minutos despu¨¦s una legi¨®n de trolls llega para defender al primero ofreciendo una conversaci¨®n que gira en torno a falsedades, medias verdades y poco respeto. A media tarde, la persona que intenta dar mil y una explicaciones, abandona cansada y sinti¨¦ndose sola frente a un grupo de trolls que se ha ido haciendo cada vez m¨¢s numeroso y fuerte a medida que ha pasado el tiempo.
?Te suenan estas situaciones? ?Has vivido alguna parecida? Lamentablemente cada vez son m¨¢s habituales en el d¨ªa a d¨ªa. De una u otra forma, lo que reflejan lo hemos padecido la mayor¨ªa en alg¨²n momento. Y cuando nos hemos encontrado ante esos comentarios falsos o que incitan al odio y hemos decidido no callar, ofreciendo datos, argumentos o simplemente se?alando ese mensaje como fuera de lugar, muchos hemos escuchado lo mismo: que la discusi¨®n surge por nuestra culpa, por hablar, por no dejarlo pasar. La frase suele repetirse en m¨¢s de una ocasi¨®n: ?Para qu¨¦ te metes en esos berenjenales?
Te lo dicen igual en un grupo de WhatsApp que en la reuni¨®n familiar, donde alg¨²n graciosillo no para de soltar chistes machistas; o en cualquier foro de amigos, donde alguno no deja de decir burradas sobre las personas migrantes que llegan a la costa jug¨¢ndose la vida, sin nada y, como por arte de magia, resulta que tienen todos los privilegios del mundo: dinero, casa, m¨®viles... Y tanta gente pasando hambre en Espa?a. O ese grupo de tuiteros que surgen como las setas para discutir con medias verdades y un gran apoyo detr¨¢s que apabulla a quien va con los datos por delante. Y, aunque a veces los argumentos son de risa, como ese supuesto recibimiento a base de talonario, pisos, trabajos y un sinf¨ªn de ayudas sociales, no hay que subestimarlos: se comparten m¨¢s r¨¢pido de lo que creemos.
"?Pero si aqu¨ª estamos en crisis!", "?D¨®nde los metemos a todos?", "Y para qu¨¦ vienen, si aqu¨ª no hay nada que hacer". Pues oye, quiz¨¢s porque en su pa¨ªs est¨¢n en guerra o vienen o mueren por las bombas. Pero tambi¨¦n hay hambre, sequ¨ªas, homofobia, persecuci¨®n. O la simple y llana intenci¨®n de buscar una vida mejor, de trabajar para intentar tener una vida digna. Ya est¨¢, ya est¨¢ el de siempre. El que lo sabe todo. "Pues m¨¦telos en tu casa", te responden. Fin de la conversaci¨®n. Hasta que alguien cercano llega y repite. ?Para qu¨¦ te metes en berenjenales? Ya sabes c¨®mo son tus primos, tus cu?ados, tus amigos. Y hasta debes entonar el mea culpa. O abandonar ese hilo en redes sociales donde has quedado como un defensor de algo que parece una causa perdida cuando no es, ni m¨¢s ni menos, que un peque?o alegato a la solidaridad y justicia social. O datos que ofrecen una imagen fiel de la realidad y no de la que nos intentan vender.
Una verdad por la que hace falta luchar. Ahora m¨¢s que nunca, cuando las redes sociales se llenan de bulos, medias verdades y mensajes que no facilitan precisamente la convivencia. Y en muchas ocasiones son irresponsables pol¨ªticos quienes se encargan de lanzar ideas que calan en una sociedad harta de demasiadas cosas. Pol¨ªticos y pol¨ªticas que tiran de demagogia para justificar propuestas injustificables, para buscar votos cautivos del miedo y la manipulaci¨®n m¨¢s burda, pero efectiva. Y, detr¨¢s, legiones de seguidores y seguidoras que afirman letra por letra cada una de esas ideas, independientemente de que tengan una base real, datos oficiales como origen o una referencia que no sean percepciones subjetivas.
Por eso es el momento de meterse en berenjenales. Es importante demostrar que hay personas que no repiten consignas como loros, sino que se preocupan de buscar datos objetivos, diferentes fuentes de informaci¨®n y sobre todo de poner en juego dos sentidos infravalorados, el com¨²n y el cr¨ªtico. Y, ojo, no se trata de ser portavoz de nadie, simple y llanamente hay que meterse en berenjenales para que la mentira y el discurso manipulado no campen a sus anchas. Porque, de otra manera, la batalla estar¨¢ perdida. Si dejamos que los mensajes de odio nos envuelvan d¨ªa tras d¨ªa, si nos venimos abajo y nos callamos ante las mentiras, al final se convertir¨¢n en verdades absolutas que ya nadie podr¨¢ desmontar. Y tendremos una sociedad a¨²n m¨¢s injusta y llena de resentimiento que, antes o despu¨¦s, explotar¨¢ por alg¨²n sitio.
A veces solo es cuesti¨®n de ver la realidad con perspectiva, observar la imagen al completo y buscar propuestas que no sean parches para situaciones puntuales. Otras veces se trata de cambiar las preguntas que nos est¨¢n obligando a responder, porque en la mayor¨ªa de los casos se hacen para condicionar las respuestas y sobre todo para activar las emociones de rechazo. Por supuesto que es complicado para cualquier persona tomar conciencia de que parte de su opini¨®n est¨¢ basada en estereotipos y prejuicios, que las ideas que ha defendido hasta ahora se basan en una visi¨®n muy reducida de la realidad; ah¨ª est¨¢ la mayor dificultad de acabar con los rumores. Pero hacerlo es posible.
Y, s¨ª, sabemos que en muchas ocasiones parece que no servir¨¢ de nada, que un dato estad¨ªstico no acabar¨¢ con el argumento racista y sin base que alguien defiende, que una visi¨®n amplia de una situaci¨®n no acabar¨¢ con la circunstancia excepcional que ha vivido alguien en primera persona, que es m¨¢s f¨¢cil criticar al que no tiene nada, culparle de todo mientras el d¨ªa a d¨ªa nos demuestra que hay otras muchas cuestiones importantes que no nos atrevemos a se?alar aunque est¨¦n destrozando la convivencia y la sociedad. Por eso creemos que hay que definir bien el objetivo, y este no es hacer que las personas cambien, sino que cada cual act¨²e en conciencia, meti¨¦ndose en berenjenales si fuese necesario, para que no quede solo una parte del relato y generar otra narrativa que aporte mayor profundidad en el an¨¢lisis. As¨ª, a trav¨¦s de nuestra acci¨®n, quien quiera podr¨¢ tomar esa informaci¨®n para enriquecer su opini¨®n y acompa?ar su cambio.
Esto es una toma de decisiones constante. Por suerte, cada d¨ªa vemos a m¨¢s personas interesadas en meterse en berenjenales. No somos mayor¨ªa, pero su n¨²mero crece y es una peque?a ventana hacia el optimismo. En el mundo period¨ªstico se suele decir "no dejes que la realidad te estropee un buen titular". Pero en esta ocasi¨®n, no dejemos que un rumor estropee la realidad y nuestra convivencia. Una sociedad justa y solidaria, en la que haya una buena convivencia, nos beneficia a todas.
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