Tus likes importan
Los usuarios deben ser activos en la construcci¨®n de una narrativa que frene el odio y la intolerancia
Son muchas las voces que claman contra un activismo de sill¨®n basado en compartir injusticias en Facebook o criticar a quienes abusan del poder en Twitter, y que fuera del entorno virtual disminuye su presencia sustancialmente y apenas va m¨¢s all¨¢.
Es importante se?alar las injusticias y levantar la voz, usando la protesta como forma de construir una nueva sociedad. Pero no es suficiente, es fundamental acompa?arla de propuestas de mejora y acciones para llevarlas a cabo. Es en el d¨ªa a d¨ªa, en la participaci¨®n social, donde todo cobra forma y se afianza. Donde se establecen lazos de respeto y solidaridad.
Eso s¨ª, todo cuenta. Lo dec¨ªa hace unos a?os la activista norteamericana Sally Kohn en una de sus charlas TED: "Todo lo que blogueamos, todo lo que tuiteamos y a todo a lo que hacemos clic es un acto p¨²blico. [...] Tenemos que empezar a dar forma al mundo que queremos con nuestros clics, porque hacer clic es un acto p¨²blico".
Cada vez, de manera m¨¢s evidente, la opini¨®n p¨²blica se ve moldeada por la opini¨®n publicada, el bombardeo constante de informaci¨®n al que estamos expuestos hace que sea complicado (aunque es primordial) mantener una actitud cr¨ªtica y hacer un m¨ªnimo an¨¢lisis de todo lo que nos llega. Eso hace que, de manera interesada, sea relativamente f¨¢cil conducir a gran parte de la poblaci¨®n hacia determinadas posiciones, tal como hemos podido confirmar con el ¨²ltimo esc¨¢ndalo del robo y uso de informaci¨®n personal de las redes sociales por parte de Cambridge Analytica.
Las principales estrategias antirrumor existentes a lo largo del pa¨ªs, de Tenerife a Bilbao, de Andaluc¨ªa a Barcelona, suman entre todas unos 20.000 seguidores y seguidoras en redes sociales. La cifra es importante. Es alentadora. Sin embargo, deja ciertos interrogantes cuando se comprueba que hay medios especializados en compartir bulos y lanzar ideas racistas e islam¨®fobas que por s¨ª solas llegan a multiplicar dicha cifra varias veces. Queremos ser optimistas y pensamos que ¨²nicamente se trata de una imagen distorsionada de una sociedad espa?ola mucho m¨¢s solidaria que, sin duda, prefiere una convivencia basada en el respeto y el entendimiento a una llena de odio. Para confirmar nuestra hip¨®tesis, creemos necesario visibilizar en redes sociales ese pa¨ªs solidario al que nos referimos. De ah¨ª el titular de este art¨ªculo: s¨ª, tus likes tambi¨¦n importan. Y mucho.
Es necesario que los usuarios sean parte activa en la construcci¨®n de una narrativa que ponga freno al odio e intolerancia que tan a gusto se sienten en las redes sociales. Y, as¨ª, llegar al mayor n¨²mero de personas posible y empezar a construir otra realidad desde lo virtual. No se trata de ir en contra de quien piense diferente, sino de poner barreras a la mentira, al discurso del odio y a las informaciones malintencionadas que carcomen la buena convivencia en nuestra sociedad. La Gu¨ªa pr¨¢ctica de intervenci¨®n en l¨ªnea para ciberactivistas y el Manual pr¨¢ctico para reconocer y actuar frente a discursos y delitos de odio son dos buenos recursos para conocer las claves m¨¢s importantes y algunos buenos ejemplos para actuar en la red.
El ciberactivismo puede convertirse en un primer punto de partida. Un lugar desde el que posicionarse para, poco a poco, formar parte del cambio en forma de voluntariado, de participaci¨®n vecinal, de proponer, protestar. Es una acci¨®n fundamental en un mundo que se est¨¢ conformando tambi¨¦n en el espacio virtual. Y con los cauces adecuados, puede ser muy ¨²til para la acci¨®n pol¨ªtica y la participaci¨®n social. Las redes sociales nos permiten llegar a personas que dif¨ªcilmente asistir¨ªan a una asamblea o una actividad comunitaria, compartir informaci¨®n, denunciar injusticias y, como su propia definici¨®n incluye, tambi¨¦n alienta a la participaci¨®n. Una participaci¨®n que, para nosotros, debe ser f¨ªsica, con hechos y propuestas; pero tambi¨¦n virtual. Porque desde Facebook, Twitter o Instagram tambi¨¦n se puede sensibilizar, distribuir informaci¨®n seria y contrastada y ayudar a concienciar a otras personas. En definitiva, generar y amplificar una nueva narrativa con un discurso de diversidad y respeto.
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