El colegio 'ideal' para los ni?os: sin cursos y sin clases
La escuela democr¨¢tica deja decidir al alumno qu¨¦, cu¨¢ndo, c¨®mo y d¨®nde aprender
Imag¨ªnate estar inscrito en una escuela donde reci¨¦n llegado por la ma?ana fueras libre de hacer lo que te diera la gana: leer, jugar, saltar, tocar un instrumento, chatear con tus amigos a trav¨¦s del m¨®vil, engancharte horas y m¨¢s horas a la pantalla con tu videojuego preferido¡ Esa escuela existe y se llama democr¨¢tica. En Espa?a s¨®lo constan 5 centros adheridos a Eudec, la red europea que agrupa este tipo de instituciones educativas alternativas. Son Tximeleta, en Pamplona; la Rosa de los Vientos, en Madrid; Ojo de Agua, en Alicante; Los ni?os del Mango en Almu?¨¦car y la Escuela Activa Savia en Valladolid.
En toda Europa son ya unas setenta escuelas de estas caracter¨ªsticas repartidas en 17 pa¨ªses y se encuentran en ciclo expansivo: van abri¨¦ndose nuevos centros cada a?o que pasa. Todas ellas se inspiran de la casi centenaria escuela brit¨¢nica Summerhill School, que abri¨® sus puertas en 1921, y de la m¨¢s reciente escuela norteamericana Sudbury valley, creada en 1968.
En Francia la primera escuela democr¨¢tica naci¨® en 2015 y hoy, s¨®lo tres a?os despu¨¦s, son ya una treintena gracias en parte a la gran inversi¨®n en comunicaci¨®n del creador de la escuela democr¨¢tica de Par¨ªs, que se llama ?cole dynamique, Ram?n Farhangi. Y el gran ¨¦xito se debe en parte tambi¨¦n a la incapacidad de la escuela p¨²blica francesa de integrar a quien no se ci?e a las normas igualitaristas, como por ejemplo los ni?os superdotados.
La escuela democr¨¢tica no s¨®lo da la libertad al alumno de organizar su d¨ªa a d¨ªa sino que tambi¨¦n le concede un voto. Y es que la vida en la escuela se decide a trav¨¦s de asambleas plenarias donde el director y el ni?o de 6 a?os, por citar un ejemplo, disponen de los mismos derechos. Lo que est¨¢ permitido y lo que no, lo decide toda la comunidad educativa, que incluye a los alumnos y al staff en igual de condiciones.
Las reglas de vida y de funcionamiento de la escuela se votan en asamblea plenaria peri¨®dica y si la asamblea, por poner un ejemplo, decide echar al director y fundador de la escuela, pues el director sale por la puerta. La democracia llevada hasta sus ¨²ltimas consecuencias. El sistema parte de la base de que el ni?o, a¨²n peque?o, es capaz de tomar sus propias decisiones y asumir las consecuencias que se deriven de ellas. Los derechos del hombre aplicados tambi¨¦n a los ni?os.
Mucha libertad y muchos derechos, pero ?y la educaci¨®n? ?Y los conocimientos y competencias que exige la sociedad? El sistema educativo democr¨¢tico tiene una concepci¨®n positiva y optimista del ni?o: considera que es una persona, no la propiedad de los padres, ni el alumno de un profesor, sino un miembro aut¨®nomo de una sociedad democr¨¢tica. La escuela democr¨¢tica cree que el ni?o es curioso y que, por lo tanto, hay que dejar que aprenda motivado por su propia curiosidad y por la necesidad. No basta con memorizar cifras, datos, hechos. Si no hay inter¨¦s real no hay aut¨¦ntico aprendizaje. El ni?o es pues el responsable y el autor de su propio progreso, de su programa de estudios, acompa?ado, eso s¨ª, por facilitadores, los profesores por traducir el concepto a la terminolog¨ªa escolar, es decir, adultos que les ayudan a canalizar su curiosidad y a avanzar en el conocimiento y en la adquisici¨®n de competencias.
Si pueden aprender solos hasta los 3 a?os, ?por qu¨¦ no m¨¢s all¨¢ de esta edad?
Los promotores de las escuelas democr¨¢ticas al estilo de Sudbury consideran que no son necesarias clases ni programas porque todo en sus centros se convierte en aprendizaje: las conversaciones de unos y otros en los pasillos, el tiempo de deporte, el juego¡ La escuela es a la vez una cocina, un taller, un terreno de juego. Mientras me documentaba sobre estas escuelas alternativas ca¨ª en la cuenta de que una de ellas, Point d¡¯O, se encuentra al lado de casa aqu¨ª en Tours (Francia) as¨ª que fui a visitarla para impregnarme lo m¨¢ximo posible de su esp¨ªritu.
Se trata de un gran piso y al entrar tuve la impresi¨®n de colarme en la casa de una familia, donde ni?os y adultos circulan libremente de un espacio al otro y se relacionan con confianza y familiaridad. Aqu¨ª unos charlan y juegan. All¨¢ otros est¨¢n apalancados delante de un ordenador con los auriculares y no mueven la vista de delante de la pantalla. M¨¢s all¨¢ alguien rasga las cuerdas de una guitarra. Los ni?os, de 7 a 18 a?os, pasan el d¨ªa juntos sin ser separados seg¨²n las edades o los niveles.
Mientras estaba visitando la escuela uno de los alumnos sufri¨® una quemadura leve y el director aprovech¨® para explicarle a ¨¦l y a otros que se arremolinaron entorno a ¨¦l qu¨¦ efectos beneficiosos produce aplicar este y no otro producto. En resumen: incluso un peque?o accidente casero es excusa y ocasi¨®n para aprender de manera informal.
El director me cont¨® que, seg¨²n la filosof¨ªa de su escuela, los ni?os aprenden de manera espont¨¢nea por el simple hecho de vivir y lo hacen impulsados por la curiosidad y la necesidad. Los ni?os, me explic¨® el director, aprenden a hablar y a caminar antes de ser escolarizados y sin la ayuda de un educador al lado para hacerlo. Si pueden aprender solos hasta los 3 a?os, ?por qu¨¦ no m¨¢s all¨¢ de esta edad, y aunque las materias a aprender sean la lengua y las matem¨¢ticas?
Las escuelas democr¨¢ticas son tachadas, junto con las dem¨¢s escuelas alternativas (Montessori, Waldorf¡) de escuelas elitistas tanto desde un punto de vista financiero como intelectual. La escuela Point d¡¯O tiene como lema ¡°Para pasar de la educaci¨®n para todas y todos al ¨¦xito (escolar) de cada una y cada uno¡±, pero hoy por hoy no pueden becar alumnos por lo que quien no pueda pagar la matr¨ªcula (casi 4.000 euros al a?o) no puede escolarizar su hijo aqu¨ª. El director conf¨ªa en encontrar mecenas que permitan abrir la experiencia de la escuela democr¨¢tica a familias con escasos recursos econ¨®micos.
Uno podr¨ªa preguntarse si realmente los ni?os llegan a superar las pruebas (acad¨¦micas y no acad¨¦micas) de la vida tras pasar su infancia en una instituci¨®n similar. En la charla TED de Ram?n Farhangi, que se titula como su libro ?Por qu¨¦ he creado una escuela donde los ni?os hacen lo que quieren? se explica el caso de Laura Poitras, ganadora del Oscar al mejor largometraje documental en 2014 por Citizenfour. Ella fue alumna de la Sudbury School toda su infancia. No aprendi¨® a leer hasta los 13 a?os y ese retraso en el aprendizaje de la lectura no ha sido ning¨²n obst¨¢culo para que luego pudiera triunfar en la vida profesional. De hecho en la Sudbury School han detectado que los ni?os que aprenden a leer m¨¢s tarde una vez adultos desarrollan carreras m¨¢s intelectuales.
?Estamos ante una revoluci¨®n copernicana en la educaci¨®n y en la concepci¨®n del ni?o, como afirma Ram?n Farhangi en su charla TED? ?Despu¨¦s de las mujeres y de las personas de otras razas, es la hora de que los ni?os y las ni?as sean considerados personas en igualdad de condiciones que los dem¨¢s con todo lo que ello conlleva?
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