CrowdLaw: un vitam¨ªnico para la democracia
En el D¨ªa Internacional de la Democracia, l¨ªderes y expertos internacionales apuestan por abrir las instituciones p¨²blicas a la inteligencia colectiva a trav¨¦s del uso de las nuevas tecnolog¨ªas
Mientras las Naciones Unidas celebran el D¨ªa Internacional de la Democracia bajo el lema "La democracia en tiempos de tensi¨®n", el The GovLab de la Universidad de Nueva York, un centro dedicado a la innovaci¨®n c¨ªvica y pol¨ªtica, presenta un Manifesto que pretende impulsar procesos de participaci¨®n ciudadana en la esfera legislativa que permitan aprovechar el conocimiento de los ciudadanos para mejorar la calidad de las leyes y pol¨ªticas aprobadas. ??
Vivimos en pleno siglo XXI con instituciones pol¨ªticas propias del siglo XIX.?
Con la confianza social en el sistema pol¨ªtico bajo m¨ªnimos, la legitimidad de los modelos representativos tradicionales se pone en cuesti¨®n. La democracia est¨¢ an¨¦mica. No solo en Espa?a, sino en el resto de los pa¨ªses occidentales. Muestra signos de falta de vigor, fatiga muscular, debilidad motriz y una palmaria palidez ante los peligros que la acechan. Muchas causas explican su padecimiento, pero centr¨¦monos en una de ellas que proviene de su interior: vivimos en pleno siglo XXI con instituciones pol¨ªticas propias del siglo XIX. La forma de ejercer el poder pol¨ªtico, tanto en la esfera legislativa como en la ejecutiva, contin¨²a operando a puerta cerrada con mecanismos de funcionamiento anticuados que fomentan el sentimiento de la ciudadan¨ªa de que sus demandas no son escuchadas ni representadas.
En su aspecto procedimental, la democracia es el m¨¦todo de formaci¨®n de las decisiones p¨²blicas; y la ley es la expresi¨®n de la voluntad popular, como reza nuestro texto constitucional. Pero los mecanismos actuales que aseguran el ejercicio democr¨¢tico del poder no son los ¨²nicos posibles. Si la tecnolog¨ªa est¨¢ revolucionando la forma de como producimos, consumimos, nos relacionamos y transportamos, ?por qu¨¦ no puede afectar la forma en la cual nos gobernamos? ?Qu¨¦ rol puede y debe jugar las nuevas tecnolog¨ªas en nuestro sistema de gobierno? Aqu¨ª es donde entra en escena, como pol¨ªtica innovadora, el Crowdlaw, concepto todav¨ªa no traducido ©¤recordar¨¢ el lector, t¨¦rminos ya conocidos y asumidos como el crowdfunding o el crowdsourcing©¤ que surge de la hip¨®tesis de que las instituciones p¨²blicas funcionan mejor cuando estimulan el compromiso ciudadano a trav¨¦s de las nuevas tecnolog¨ªas y que el resultado de ello es una democracia capaz de producir leyes y pol¨ªticas m¨¢s leg¨ªtimas, efectivas y de mayor calidad.
En este momento, con seguridad, al lector le sonar¨¢ esta letra y estar¨¢ pensando que el Crowdlaw es otra forma de nombrar la participaci¨®n pol¨ªtica tradicional. Apuntemos seis razones por las cuales esa primera impresi¨®n es err¨®nea.
- En lugar de la contingente participaci¨®n ciudadana, el Crowdlaw implica la institucionalizaci¨®n en las estructuras de gobierno.
- En lugar de recolectar las opiniones de los ciudadanos, el Crowdlaw se centra en obtener "inteligencia colectiva" proveniente del conocimiento, las ideas y los datos dispersos en la sociedad: expertos de la sociedad civil, asociaciones vecinales que conocen una problem¨¢tica de primera mano, ciudadanos particulares que les interesa especialmente un asunto.
- Al Crowdlaw le preocupa la digesti¨®n, a trav¨¦s de un dise?o institucional efectivo, de esa inteligencia colectiva recolectada para poder transformarla en inteligencia institucional.
- El Crowdlaw supone ceder alg¨²n tipo de control real sobre el proceso de toma de decisiones representando, por tanto, el ideal del Gobierno Abierto.
- El Crowdlaw pretende abrir espacios de participaci¨®n en todo el proceso de toma de decisiones, desde la definici¨®n de los problemas, hasta la identificaci¨®n, implementaci¨®n y evaluaci¨®n de soluciones, ofreciendo un valioso y significativo ejercicio para que la ciudadan¨ªa pueda coproducir la normativa y las pol¨ªticas.
- Por ¨²ltimo, el Crowdlaw debe implicar el uso intensivo de tecnolog¨ªa digital siendo, por definici¨®n, de base tecnol¨®gica.
En la pr¨¢ctica gubernamental, el Crowdlaw no se circunscribe a las pol¨ªticas de participaci¨®n, sino que es un nuevo arte de gobernar, transversal a los departamentos y materias de la administraci¨®n. Por ejemplo, puede servir para producir una mejor legislaci¨®n educativa, medioambiental o urbana. La elaboraci¨®n de un plan estrat¨¦gico urbano ser¨ªa, por ejemplo, un lugar perfecto para poner en pr¨¢ctica el Crowdlaw, permitiendo la elaboraci¨®n de objetivos compartidos de ciudad entre los m¨²ltiples actores a trav¨¦s de tecnolog¨ªas como big data, data collaborative o e-platforms, siendo capaces de identificar los problemas y dise?ar las soluciones. Ya existen ejemplos reales, como el Better Reykjavik en Islandia, el vTaiwan en Taiwan o el MindLab en Dinamarca.
"La tecnolog¨ªa nos permite preguntar y responder colectivamente como debemos redise?ar nuestras formas de gobernar "
En definitiva, se trata de abrir las instituciones de par en par, desmonopolizar la toma de decisiones e incorporar el talento humano, disperso en la sociedad, canalizando sus saberes para que se conviertan en aportaciones del proceso de producci¨®n normativo, de pol¨ªticas p¨²blicas y, en ¨²ltima instancia, de creaci¨®n de valor p¨²blico. El CrowdLaw Manifiesto, promovido por el The GovLab y redactado colaborativamente por m¨¢s de una veintena de expertos internacionales durante unas jornadas en Marzo de 2018, en el Centro Bellagio de la Fundaci¨®n Rockefeller, persigue precisamente eso.
El 15M cre¨® las condiciones de una nueva voluntad colectiva, al integrar en el sentido com¨²n de la ciudadan¨ªa la demanda por una democracia real
Sus doce declaraciones son un llamamiento a la acci¨®n que pretende alentar la institucionalizaci¨®n de nuevos mecanismos que permitan aprovechar la inteligencia colectiva para mejorar la calidad de las leyes y pol¨ªticas producidas alrededor del mundo. Beth Simone Noveck, profesora de la Universidad de Nueva York y directora del The GovLab, explica que "la tecnolog¨ªa nos permite preguntar y responder colectivamente como debemos redise?ar nuestras formas de gobernar para resolver los complejos desaf¨ªos del siglo XXI. Pedimos a los ciudadanos de todo el mundo que se unan a nosotros como firmantes de este manifiesto y de ese modo estimular a la democracia a asentar ra¨ªces fuertes en las comunidades".
Esta iniciativa cuenta ya con el entusiasta apoyo de una amplia red de expertos internacionales, desde acad¨¦micos y activistas hasta servidores p¨²blicos, entre los que se incluye el Ayuntamiento de Madrid. Esta demanda llega en un momento crucial. El 15M cre¨® las condiciones de una nueva voluntad colectiva, al integrar en el sentido com¨²n de la ciudadan¨ªa la demanda por una democracia real. En este sentido, la propuesta de impulsar iniciativas de Crowdlaw es la concreci¨®n, en t¨¦rminos de intervenci¨®n p¨²blica, del mandato pol¨ªtico de las plazas. El riesgo de no aprovechar esta ventana de oportunidad es el aumento de la desafecci¨®n pol¨ªtica, uno de los causantes de nuestra an¨¦mica democracia, que necesita, para renovar sus fuerzas, vitaminas.
Vict¨°ria Alsina es profesora asociada en la Harvard Kennedy School e investigadora en el Governance Lab de la New York University.
Eduardo Gonz¨¢lez de Molina es investigador en el Governance Lab de la New York University
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