Cuidado al entrenar: el peligroso negocio de los trileros de gimnasio

Este verano conoc¨ªamos la historia de una gu¨ªa tur¨ªstica aficionada a quien la Comunidad Valenciana amenazaba con una multa de entre 100.000 y 600.000 euros por operar sin licencia. Imaginemos que alguien hiciera algo parecido, pero con consecuencias para nuestra salud. Est¨¢ pasando: entrenadores personales sin titulaci¨®n, monitores sin conocimientos, trileros de gimnasio, p¨ªcaros de bicicleta est¨¢tica, chamanes del running y charlatanes de mancuerna est¨¢n sacando el dinero a personas que no pueden ¡ªo no quieren¡ª afrontar el pago a profesionales con estudios y experiencia. Les imponen ejercicios que, por desconocimiento, pueden provocar da?os f¨ªsicos.

Esta tendencia ¡ªsi puede llamarse as¨ª¡ª comenz¨® con la crisis. Muchas personas que se quedaron sin trabajo, habituales de los gimnasios, pensaron que conoc¨ªan lo suficiente los m¨¦todos como para ganar algo de dinero entrenando primero a amigos, despu¨¦s a conocidos y m¨¢s tarde a amigos de conocidos, hasta crear a su alrededor una cartera de clientes que ha terminado sosteniendo negocio.

¡°Que te hayan operado muchas veces no significa que puedas ejercer de cirujano¡±, dice Alicia Mart¨ªn, presidenta del Colegio Oficial de Licenciados de Educaci¨®n F¨ªsica

Sus servicios son m¨¢s baratos que los de los profesionales de verdad. Un entrenador personal cualificado puede cobrar 50 euros la hora; uno no cualificado puede ofrecerse a partir de 4 euros la hora, unos 35 al mes por dos horas a la semana. A estos ¨²ltimos puedes verlos en los parques, machacando a abdominales a alguno de sus pupilos, o haci¨¦ndoles sudar a pleno trote; otros, m¨¢s ambiciosos, han comprado cuatro aparatos de segunda mano, alquilado un garaje (al que llaman gimnasio), e imparten clases a espaldas (se supone) de sus ayuntamientos y al margen de impuestos, sin licencia de apertura ni seguro.

El ejercicio de las profesiones del deporte est¨¢ regulado en seis comunidades aut¨®nomas ¡ªCatalu?a fue la primera (en 2008), seguida de La Rioja (2015), Extremadura (2015), Andaluc¨ªa (2016), Madrid (2016) y Murcia (2018)¡ª y las normativas, aunque difieren en algunos puntos, coinciden en lo esencial. En l¨ªneas generales, la ley clasifica las distintas actividades del sector y otorga a cada una la cualificaci¨®n necesaria para ejercerla. Como tales, reconoce las de monitor deportivo, entrenador deportivo, preparador f¨ªsico (donde se engloba la de entrenador personal), director deportivo y profesor de Educaci¨®n F¨ªsica (por orden de menor a mayor categor¨ªa). Algunas tienen subdivisiones.

Para todas ellas se requiere una cualificaci¨®n. As¨ª, para el puesto de menor responsabilidad (monitor deportivo en Acondicionamiento F¨ªsico B¨¢sico), la Comunidad de Madrid en su Ley 6/2016, de 24 de noviembre, exige la titulaci¨®n de T¨¦cnico Superior en Actividades F¨ªsicas y Animaci¨®n Deportiva (TAFAD, un ciclo de dos a?os) o ser licenciado en Ciencias de la Actividad F¨ªsica y el Deporte (CAFYDE, cuatro a?os). Para ejercer de entrenador personal es imprescindible estar en posesi¨®n del t¨ªtulo de licenciado en CAFYDE.?

Con ¨¢nimo de no dejar a nadie en la calle, la ley permite seguir trabajando a quienes no dispongan de titulaci¨®n siempre y cuando acrediten una experiencia que, en los niveles m¨¢s bajos (monitores y entrenadores deportivos), debe ser de 600 horas demostrables ¡°fehacientemente con contrato laboral (¡­) o alta en aut¨®nomos¡±. Quienes, pese a todo, no puedan acreditar dicha experiencia, disponen de un plazo de seis a?os ¡°para obtener la formaci¨®n exigida¡±.

Los profesores sin titulaci¨®n se benefician del creciente inter¨¦s por el bienestar. Seg¨²n el Anuario del Deporte 2018, del Ministerio de Educaci¨®n, en 2017 el gasto medio por habitante en actividades deportivas fue de 107 euros al a?o; la cifra m¨¢s alta desde 2008. Aunque resulta dif¨ªcil cuantificarlo, al ser una actividad sumergida, existen datos reveladores acerca de la implantaci¨®n del intrusismo. Seg¨²n estudios del doctor Antonio Campos Izquierdo, profesor de Ciencias de la Actividad F¨ªsica y el Deporte de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid, un 40 % de las personas que trabajan en este ¨¢mbito no tienen ninguna titulaci¨®n; solo el 30 % disponen de la cualificaci¨®n requerida en la actualidad para ejercer las funciones que desarrollan. Seg¨²n el Anuario de Estad¨ªsticas Deportivas 2018, un 46,9 % de las personas que trabajan en el empleo vinculado al deporte no tiene estudios superiores.

Seg¨²n estudios del doctor Antonio Campos, profesor de Ciencias de la Actividad F¨ªsica y el Deporte de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid, un 40 % de las personas que trabajan en este ¨¢mbito no tienen ninguna titulaci¨®n

Los profesionales del sector no conciben c¨®mo alguien puede pretender saber lo mismo que ellos sin haber estudiado. ¡°En los estudios se imparten conocimientos de fisiolog¨ªa, anatom¨ªa, biomec¨¢nica, planificaci¨®n¡­ Por mucho que se haya frecuentado un gimnasio, esa base no se tiene¡±, asegura Alicia Mart¨ªn, presidenta del Colegio Oficial de Licenciados de Educaci¨®n F¨ªsica y Ciencias de la Actividad F¨ªsica y el Deporte de la Comunidad de Madrid. Pero, al margen del intrusismo, preocupa el efecto que esa ineptitud puede tener en el cliente. ¡°Cuando te planteas hacer una inversi¨®n econ¨®mica para lograr un objetivo, si el profesional no es el adecuado no lo vas a conseguir¡±, advierte Mart¨ªn. ¡°Y ese es el menor de los problemas¡±.

Mucha gente empieza a entrenar para aliviar una patolog¨ªa, como dolor de espalda o de rodillas. Hay ejercicios que est¨¢n contraindicados para estas y otras dolencias. ¡°Corres el riesgo de que los ejercicios que est¨¢s haciendo, o la dosis de entrenamiento, no sean los adecuados para tu edad o tu estado f¨ªsico y a corto plazo puedas sufrir una lesi¨®n¡±, alerta la presidenta del colegio madrile?o. Poner a correr a alguien que tiene problemas de rodilla o a boxear a quien padece de la espalda son pr¨¢cticas que pueden delatar a un profesor intruso.

Contactamos con una persona que ha sufrido una mala experiencia con un entrenador no cualificado. Es un hombre de 47 a?os que vive en una localidad del noroeste de la Comunidad de Madrid, y nos pide que no revelemos su identidad. ¡°Di con un monitor, amigo de mi hijo, fan¨¢tico de la electroestimulaci¨®n. Me dijo que era lo mejor para ganar fuerza en poco tiempo, y lo cre¨ª. Tiene un peque?o local con varios de estos aparatos. Ya en las primeras sesiones me someti¨® a un esfuerzo extremo que deriv¨® en una rabdomi¨®lisis, que se produce cuando se descompone el tejido muscular y eso libera una prote¨ªna que llega a la sangre. Me dol¨ªa todo el cuerpo y empec¨¦ a orinar oscuro. Acab¨¦ en urgencias, donde fui tratado con suero intravenoso para evitar insuficiencia renal. No lo denunci¨¦ porque era amigo de mi hijo y en este pueblo nos conocemos todos, y porque afortunadamente no pas¨® de un susto¡±.

Alberto (prefiere no dar su apellido) tiene 22 a?os y da clases sin titulaci¨®n. Estudia un Grado de Nutrici¨®n Humana y Diet¨¦tica y llena su tiempo libre ejerciendo de entrenador personal con cintas TRX en parques de la zona sur de Madrid. ¡°Lo hago un poco por devoci¨®n¡±, se justifica. ¡°Por eso el precio que pongo es bastante asequible: 10 euros la sesi¨®n [de una hora]. Llevo casi cuatro a?os entrenando. Hice un cursillo de entrenador personal, sin homologaci¨®n. Pero lo importante es ponerse en buenas manos, con alguien que tenga conocimientos. He entrenado a amigos y est¨¢n contentos. Lo tengo como un hobby, y as¨ª me pago los estudios y gano un dinero extra. M¨¢s adelante ya veremos si estudio la carrera de Educaci¨®n F¨ªsica¡±.

Estos entrenadores se saltan un proceso largo y lleno de burocracia por el que los profesionales deben pasar. Juan Ruiz L¨®pez supo que quer¨ªa ser entrenador personal cuando, a los 16 a?os, una lesi¨®n jugando al f¨²tbol le descubri¨® el mundo de los gimnasios. Estudi¨® INEF, cuando la carrera era de cinco a?os (ahora el CAFYDE, equivalente, es de cuatro). Una vez licenciado, realiz¨® un M¨¢ster en Entrenamiento en Alto Rendimiento Deportivo por el Comit¨¦ Ol¨ªmpico Espa?ol. Encontr¨® su primer trabajo como monitor en el gimnasio Palestra (Madrid), favorito de muchos actores, donde tambi¨¦n pod¨ªa ejercer de entrenador personal en sus horas libres. Cuando aquel centro empez¨® a flaquear, hace cuatro a?os, decidi¨® montar el suyo propio.

¡°Me cost¨® decidirme, porque deb¨ªa invertir en un alquiler, en obra, en m¨¢quinas, materiales¡­ Era un riesgo, pod¨ªa no salirme bien¡±, recuerda. Arriesg¨® el dinero de su abuelo, su hermano, sus padres¡­ Busc¨® un local, lo alquil¨®, solicit¨® la licencia de apertura al Ayuntamiento de Madrid. Paga el 21 % de IVA correspondiente a su actividad. ¡°Entre impuestos y gastos generales se te va un 60 % de lo que facturas¡±, se?ala.

Desde hace tiempo Juan Ruiz asiste at¨®nito a la proliferaci¨®n entrenadores sin titulaci¨®n. ¡°Aunque hay gente que da clases en un garaje, lo habitual es que lo hagan al aire libre. Se llevan un TRX [una herramienta de entrenamiento que puede colocarse casi en cualquier sitio, incluso en un ¨¢rbol] e imparten la clase. Entonces ni tienen el coste del alquiler, ni pagan la cuota de aut¨®nomos, ni otros impuestos¡­ Hay mucha gente que se dedica a eso¡±, afirma Juan Ruiz L¨®pez, quien incide la repercusi¨®n de su trabajo en la salud de las personas: ¡°Si ponemos un ejercicio que est¨¢ contraindicado para una patolog¨ªa, podemos provocar un da?o¡±.

La ley establece sanciones de hasta 30.001 euros e inhabilitaci¨®n de hasta dos a?os por ¡°infracciones muy graves¡± (como carecer de seguro o poner en riesgo la integridad f¨ªsica de las personas a las que se entrena) y de hasta 3.001 e inhabilitaci¨®n de hasta un a?o por ¡°infracciones graves¡± (ejercer sin la cualificaci¨®n obligada). ¡°La ley no busca tanto el castigo como hacer pedagog¨ªa¡±, razona Alicia Mart¨ªn. Las webs de algunos colegios profesionales albergan un apartado donde se pueden denunciar malas pr¨¢cticas. La encrucijada es: ?resulta contraproducente confiar en quienes solo saben lo que aprendieron como usuarios? Como dice Alicia Martin, ¡°que te hayan operado muchas veces no significa que puedas ejercer de cirujano¡±.