Ahogados en residuos
El pl¨¢stico se ha convertido en el caballo de batalla de la econom¨ªa moderna
Las ciudades y los asentamientos humanos son el "lugar donde interactuamos social, cultural, pol¨ªtica y econ¨®micamente, y donde adem¨¢s nos desarrollamos como seres humanos". As¨ª se define la responsabilidad de lo urbano en la Resoluci¨®n 40/202 de la Asamblea General de las Naciones Unidas que conmemora el D¨ªa Mundial del H¨¢bitat y que celebramos el primer lunes de octubre. La finalidad de este d¨ªa es "reflexionar sobre la situaci¨®n de nuestros pueblos y ciudades y el derecho b¨¢sico de todos a la vivienda adecuada. Tambi¨¦n tiene el prop¨®sito de recordar al mundo su responsabilidad colectiva para el futuro del h¨¢bitat humano". La paradoja es que nuestra interacci¨®n econ¨®mica ya no garantiza nuestro desarrollo como seres humanos.
Este a?o se centra en los desaf¨ªos en el manejo de residuos s¨®lidos municipales. La campa?a tiene como eslogan Ciudades que gestionan bien los residuos y tiene como objetivo crear conciencia sobre el reto mundial que suponen, as¨ª como promover la creaci¨®n de soluciones innovadoras a su tratamiento y gesti¨®n.
Nos ahogamos en residuos. La gravedad de la situaci¨®n es extrema. Por ejemplo, cada segundo se vierten a los mares y oc¨¦anos cerca de 200 kilos de pl¨¢stico, m¨¢s de ocho millones de toneladas al a?o. A este ritmo, dentro de diez a?os habr¨¢ una tonelada de pl¨¢sticos por cada tres de peces y, en 2050, el peso de los residuos ser¨¢ superior al de todos los peces del planeta, como evidencia el estudio La nueva econom¨ªa de los pl¨¢sticos, de la Fundaci¨®n Ellen MacArthur. El informe reconoce que el pl¨¢stico se ha convertido en el caballo de batalla de la econom¨ªa moderna. Y hace hincapi¨¦ en la necesidad de crear una econom¨ªa de pl¨¢stico efectiva, despu¨¦s de su primer uso, ofreciendo una nueva visi¨®n alineada con los principios de la econom¨ªa circular. El presente modelo econ¨®mico lineal de tomar, hacer, desechar (basado en disponer de grandes cantidades de energ¨ªa y otros recursos baratos y de f¨¢cil acceso) ha llegado ya al l¨ªmite de su capacidad f¨ªsica.
La econom¨ªa circular es una propuesta para cambiar el modo de producci¨®n del futuro, con la idea de lograr que cada producto tenga m¨²ltiples ciclos de uso y producci¨®n, es decir, que el fin de un producto alimente el comienzo de otro. "El objetivo es que los recursos se conviertan en productos, los productos en residuos y los residuos en recursos", como se?ala el presidente de la Fundaci¨®n para la Econom¨ªa Circular. Si hoy la ecuaci¨®n reinante es tomar, hacer y desechar, la que se propone es reducir, reutilizar y reciclar.
La aceleraci¨®n incontrolada de basura hace que nuestros mares y oc¨¦anos se acerquen inexorablemente a convertirse en el gran vertedero ilegal de los residuos globales del planeta
La velocidad de la degradaci¨®n global, a causa de los residuos sin tratar, es superior a la capacidad local y global para encontrar soluciones y medidas efectivas capaces de frenar su incremento, revertir su generaci¨®n y repensar el ciclo de materias primas y elaboradas con un nuevo modelo econ¨®mico. Esta grave disfunci¨®n provocada por la aceleraci¨®n incontrolada de basura hace que nuestros mares y oc¨¦anos se acerquen inexorablemente a convertirse en el gran vertedero ilegal de los residuos globales del planeta.
Las ciudades y los asentamientos urbanos deben gestionar sus residuos abrazando estrategias de econom¨ªa circular en las que, fundamentalmente, las empresas que operan en el territorio urbano est¨¦n plenamente identificadas e integradas en un marco de gesti¨®n responsable. Otra econom¨ªa no ser¨¢ posible sin otro modelo de empresa. No hay gesti¨®n municipal posible de los residuos sin una cogesti¨®n de los mismos por parte de las empresas.
Hay una met¨¢fora sugerente. El c¨ªrculo es una de las tramas urbanas b¨¢sicas: la casa, la plaza, la fortaleza, la ciudad. La ciudad c¨ªrculo ha dado paso a la ciudad extendida, a la ciudad nodo, a la ciudad ecosist¨¦mica: metropolitana en el ¨¢mbito urbano, digital en el ¨¢mbito econ¨®mico. El desaf¨ªo es c¨®mo gestionar lo urbano (y sus residuos) con una concepci¨®n tambi¨¦n circular, cuando la frontera urbana, el l¨ªmite administrativo o competencial, o la propia concepci¨®n de ciudad est¨¢n redefini¨¦ndose de manera acelerada. Ahogados en residuos, s¨ª. Cada vez m¨¢s. Pero el salvavidas es circular. Esa es la met¨¢fora potente.
El reloj no se detiene. El peso de la inacci¨®n ¡ªo la ineficacia de lo que se intenta¡ª es, segundo a segundo, una losa pesada que nos oprime. La reacci¨®n de las ciudades es desigual pero cada vez m¨¢s intensa. Re-City, por ejemplo, es una plataforma de reflexi¨®n que pretende repensar las ciudades para hacerlas socialmente m¨¢s sostenibles. Esta iniciativa reciente, que lidera la Fundaci¨®n Catalunya Europa y que se materializar¨¢ en distintos grupos de debate y conferencias abiertas, quiere convertir Barcelona en un espacio de referencia sobre las ciudades y los retos globales con la voluntad de generar pensamiento, compartir conocimiento y favorecer el debate.
Iniciativas no faltan, aunque el debate debe crecer y extenderse. El problema son los resultados efectivos y la capacidad real que tenemos desde las pol¨ªticas p¨²blicas para revertir lo lineal en circular. El h¨¢bitat humano depender¨¢ de nuestra determinaci¨®n y acierto para convertir el residuo en la primera resistencia de lo vital y no en la consecuencia de lo inerte.
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