Kapuscinski, el reportero que cambi¨® las historias de ?frica

Al final, se trata de pulsar la tecla o no. De enviar. De cuando tienes la maldita exclusiva sopesar de qu¨¦ lado quedas: del de la informaci¨®n por encima de todo, o del de una historia que la presientes vulnerable porque puede cambiar para siempre su rumbo. Es en ese preciso momento cuando quedas expuesto a uno de esos francotiradores emocionales que de un disparo pueden pulverizarte los ideales que cre¨ªas intocables.

M¨¢s informaci¨®n

Kapuscinski, pasi¨®n por ?frica

Kapuscinski en el infierno de Angola

Viaje al infierno africano de Kapuscinski

?De qu¨¦ lado anda un periodista que cubre una guerra desde la trinchera? ?Puede cambiar la realidad de la que escribe? Esta misma pregunta le hicieron al reportero Ryszard Kapuscinski en uno de sus cursos de periodismo. Un profesional del que Garc¨ªa M¨¢rquez lleg¨® a decir que era el ¡°verdadero maestro del periodismo y uno de los mejores cronistas del siglo XX¡±. Y Kapuscinski lo ten¨ªa claro. ¡°Mi tema principal es la vida de los pobres. Si so?¨¢is con ser periodistas no pod¨¦is ignorarlos. Los pobres constituyen el 80% de la poblaci¨®n de este planeta. La pobreza no tiene voz. Mi obligaci¨®n es lograr que la voz de estas personas sea escuchada¡±.

Pero para entonces, este polaco sab¨ªa de qu¨¦ hablaba. Era una de las plumas m¨¢s brillantes del periodismo europeo habiendo cubierto procesos de independencia y revoluciones en ?frica, Am¨¦rica Latina y Asia. Sin embargo, de todas sus libretas y memorias, hab¨ªa un lugar que le ten¨ªa fascinado.

Era 1975. La Guerra de Vietnam hab¨ªa terminado, pero la Guerra Fr¨ªa se disputaba en los llamados patios traseros. Las dos potencias, Estados Unidos y la URSS, desgarraban el mundo para expandir su influencia. Y ese mismo a?o se derrumbaba el imperio colonial portugu¨¦s. Tras cinco siglos de dominaci¨®n, Portugal abandonaba sus colonias africanas. La ¨²ltima, la m¨¢s codiciada, Angola.

Es una de las plumas m¨¢s brillantes del periodismo europeo habiendo cubierto procesos de independencia y revoluciones en ?frica, Am¨¦rica Latina y Asia

La fecha fijada en el calendario para la independencia era el 11 de noviembre. El ganador se llevar¨ªa una tierra rica en diamantes y petr¨®leo y, mientras, una guerra civil agrietaba a una sociedad con unas evidentes y marcadas diferencias sociales. Rusia apoyaba a los socialistas del Movimiento Popular de Liberaci¨®n de Angola (MPLA), mientras que los capitalistas del Frente Nacional de Liberaci¨®n de Angola (FNLA) y de la Uni¨®n Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA) contaban con el respaldo de Estados Unidos. Armados hasta los dientes todos buscaban una victoria. Hubo un ganador, pero el conflicto permanecer¨ªa 27 a?os despu¨¦s (hasta 2002), con unas cifras terribles: 500.000 muertos aproximadamente y un mill¨®n de desplazados. El cambio de banderas se aproximaba y en este jard¨ªn geopol¨ªtico, Kapuscinski entend¨ªa que no hab¨ªa otro lugar m¨¢s adecuado para estar. Loco de atar.

La epopeya de los directores Ra¨²l de la Fuente y Damian Nenow ha tardado en ver la luz una d¨¦cada, pero ha comenzado a dar sus frutos pronto, por su estreno en la secci¨®n Oficial Fuera de Concurso de Cannes o su proyecci¨®n en el reci¨¦n terminado festival de San Sebasti¨¢n, donde ha logrado el premio del p¨²blico. Coproducida entre Espa?a (Kanaki Films) y Polonia (Platige Films) Un d¨ªa m¨¢s con vida narra precisamente la historia conmovedora (basada en el libro con el mismo nombre) del viaje de tres meses que Kapuscinski realiz¨® a trav¨¦s de una Angola devastada por la guerra. Un largometraje que mezcla animaci¨®n ¨Ccon momentos que recuerdan al tono documental de Vals con Bashir, del director Ari Folman¨C, entrevistas a los protagonistas que convivieron ese tiempo con el reportero, y con im¨¢genes actuales del pa¨ªs. Un trabajo que ofrece al p¨²blico una oportunidad de conocer a los personajes m¨¢s de 40 a?os despu¨¦s de los sucesos y con una mimada banda sonora de la que destaca sin duda el tema funk psicod¨¦lico?Better change your mind (Mejor cambia tu mente), del nigeriano William Onyeabor.

La pel¨ªcula es un regalo para los admiradores de este reportero polaco, idealista y amigo de las causas perdidas

Pero hay algo m¨¢s. Por un lado, se visibiliza el papel preponderante de Cuba en Cuito Canavale, una de las batallas m¨¢s decisivas de cuantas se libraron en el continente africano en la d¨¦cada de los setenta. El apoyo de Fidel Castro al entonces l¨ªder del MPLA Agostinho Neto con la Operaci¨®n Carlota fue decisivo para la victoria frente a las fuerzas de ocupaci¨®n apoyadas por Sud¨¢frica que entraban por el sur de Angola. Una intervenci¨®n internacionalista que en 2007 fue bien documentada por la directora franco-egipcia Jihan El-Tahri y su trabajo Cuba, una odisea africana.

Y, por otro lado, la pel¨ªcula reitera el uso de la palabra ¡°confus?o¡± que, seg¨²n narraba el reportero, era lo que m¨¢s se escuchaba en las calles de Luanda durante esos d¨ªas en los que miles de portugueses empaquetaban sus pertenencias para regresar rumbo a Lisboa. Sin embargo, y como afirma de la Fuente, hoy en d¨ªa parece que no han cambiado algunas cosas: ¡°Ahora vivimos una extra?a repetici¨®n de esa guerra fr¨ªa, con los mismos protagonistas. Confus?o hoy significa Donald Trump, Vladimir Putin... Confus?o significa poblaci¨®n civil aniquilada en Siria ante la indiferencia de todos nosotros. Significa refugiados que sufren por todo el mundo. Es la misma historia¡±. Un d¨ªa m¨¢s con vida es un regalo para los admiradores de este reportero polaco, idealista y amigo de las causas perdidas. Que fallec¨ªa el 23 de enero de 2007 en Varsovia.