¡°La lucha feminista tiene que ser internacional porque es contra el sistema global que nos oprime¡±
La economista argentina Corina Rodr¨ªguez cree que los movimientos a favor de los derechos de las mujeres son imparables porque se incorporan las j¨®venes y cada vez m¨¢s hombres
Lleva un pa?uelo verde atado a su mu?eca. Es su tarjeta de presentaci¨®n. Corina Rodr¨ªguez Enr¨ªquez es argentina, feminista y defensora del aborto "libre, legal y gratuito" en su pa¨ªs. Esta es la descripci¨®n breve, porque su curr¨ªculo es mucho m¨¢s extenso. Rodr¨ªguez es economista, doctora en Ciencias Sociales y titular de c¨¢tedra de Econom¨ªa y G¨¦neros en la Facultad de Ciencias econ¨®micas de la Universidad de Buenos Aires. Adem¨¢s, es investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Cient¨ªficas y T¨¦cnicas argentino (Conicet) y pertenece al comit¨¦ ejecutivo de la red de acad¨¦micas DAWN (Development Alternatives with Women for a New Era).
Invitada por la Universidad Complutense, visit¨® Madrid, donde imparti¨® una charla sobre las mujeres en las agendas globales para el desarrollo. Ella es de las que ha presionado durante las negociaciones para que la que se aprob¨® en 2015 ¡ªlos 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)¡ª reflejara las demandas de los grupos feministas y conseguir que la poblaci¨®n femenina tenga una vida en condiciones de igualdad respecto a los hombres en 2030, fecha que fij¨® la comunidad internacional para el cumplimiento de los retos que plantea.
Pregunta. ?Se consigui¨®? ?Es la Agenda 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible feminista?
Respuesta. Creo que llamarla feminista es un poco exagerado, aunque supera a la anterior agenda de desarrollo que eran los Objetivos del Milenio. Los elementos que, desde una visi¨®n feminista, se pueden se?alar como positivos tuvieron que ver con el trabajo de incidencia que los grupos de mujeres hicieron durante el proceso de decisi¨®n. Por ejemplo, hay un objetivo espec¨ªfico para lograr la igualdad de g¨¦nero, el cinco, con sus metas e indicadores; y se consigui¨® que la perspectiva de g¨¦nero fuera transversal en otros objetivos. Eso no la transforma en una agenda feminista, sino en una con el potencial de ayudar a avanzar en cuanto a la situaci¨®n de las mujeres y a reducir las brechas de desigualdad.
P. ?Qu¨¦ puntos d¨¦biles observa?
R. Cuando vas desagregando la agenda, empiezas a ver los recortes. Algunas de las metas del objetivo de equidad de g¨¦nero tienen recortes sustantivos. El ejemplo es que los derechos sexuales y reproductivos quedan reducidos a derechos de salud, pero no son sexuales. Esto se debe a que es una agenda muy negociada entre pa¨ªses que tienen muy diferentes aspiraciones sobre estos temas. Pero creo que es un buen instrumento para la sociedad civil y que las organizaciones de mujeres y feministas debemos saber usar para exigirles a nuestros Gobiernos.
P. ?C¨®mo?
El feminismo nunca plante¨® la batalla contra los hombres, sino contra el sistema y a favor de las personas
R. La agenda es global, pero la implementaci¨®n es nacional, por lo que depende mucho de la receptividad que los pa¨ªses tengan a las demandas de la sociedad civil y de la voluntad pol¨ªtica de los Gobiernos. Suponiendo un escenario ideal de pa¨ªses que se han comprometido honestamente a cumplirla, creo que las organizaciones de mujeres y feministas tienen que usarla estrat¨¦gicamente. La primera exigencia debe ser instar a los Gobiernos a que desarrollen sistemas estad¨ªsticos que permitan hacer an¨¢lisis de g¨¦nero y medir los progresos. Que no se limiten a los indicadores que propone la agenda, que son limitados, sino que sean m¨¢s amplios e integrales.
P. ?Y mientras llegan los datos?
R. Hay situaciones en las que a lo mejor no tenemos datos robustos, pero tenemos la evidencia de la vida cotidiana. No necesitamos estad¨ªsticas, aunque sea importante que existan, para saber que a las mujeres nos est¨¢n violentando y matando. Y una de las metas es garantizar a las mujeres una vida libre de violencia. Los movimientos feministas tienen que exigirles a los Gobiernos sus planes de erradicaci¨®n, prevenci¨®n y protecci¨®n de las mujeres que padecen violencia de g¨¦nero. Tienen que exigir una instituci¨®n que garantice la puesta en pr¨¢ctica de esos marcos normativos. Tienen que exigir mecanismos efectivos de acceso a la justicia para las mujeres que viven estas situaciones o violaciones de sus derechos.
Otro ejemplo. Hay una meta del ODS 5 que refiere a reconocer el trabajo no remunerado de las mujeres. Hay pa¨ªses que ya tienen datos de uso del tiempo y otros que no. Las encuestas, cuando existen, lo ¨²nico que hacen es confirmar lo que ya sabemos y lo que venimos diciendo. Por lo que hay que exigir que se hagan encuestas, pero tambi¨¦n pol¨ªticas p¨²blicas del cuidado y para la transformaci¨®n cultural que ayuden a deconstruir los roles de g¨¦nero en el cuidado.
P. Desde su experiencia, ?c¨®mo se pueden canalizar mejor estas exigencias?
R. Con distintos mecanismos, los que resulten m¨¢s efectivos dependiendo de los pa¨ªses y circunstancias. Primero, es muy importante la organizaci¨®n. Las mujeres y feministas nos tenemos que organizar, creo que estamos en ese proceso. Las demandas se tienen que canalizar por los espacios de participaci¨®n que en algunos pa¨ªses habilitan los reg¨ªmenes parlamentarios. Incidir sobre los diputados y diputadas, senadores y senadoras. Exigir la constituci¨®n de comisiones espec¨ªficas para el seguimiento de los objetivos. Trabajar con las instituciones de la mujer, lo que exista en cada pa¨ªs; tienen que ser aliadas de la sociedad civil en estos procesos. Y claramente con la resistencia callejera y con la producci¨®n de evidencia cuando el Estado no la produce.
P. La Agenda 2030 no es vinculante, ?qu¨¦ respuesta cabe esperar ante estas exigencias?
R. Aunque no sea vinculante, los Gobiernos han suscrito la agenda. No los va a penalizar el sistema de Naciones Unidas, pero les tiene que penalizar la ciudadan¨ªa si no cumplen con esos compromisos que asumieron. En ese sentido, tenemos que transformar la agenda en una herramienta nuestra y exigir que lo que firman se lo tomen en serio. Y tambi¨¦n exigirle a la ONU que se vayan construyendo mecanismos para que sean efectivamente vinculantes porque as¨ª son obviamente mucho m¨¢s efectivos.
P. ?Qu¨¦ puede aprender Europa de los movimientos feministas de Am¨¦rica Latina?
R. Europa puede aprender de la manera en que algunos Gobiernos de Am¨¦rica Latina han impulsado el paradigma de los derechos. Un ejemplo espec¨ªfico es que Argentina tiene una ley de identidad de g¨¦nero que la mayor parte de pa¨ªses europeos no tiene. Puede haber un aprendizaje mutuo de las experiencias de las mujeres. En este momento los feminismos latinoamericanos est¨¢n dando ense?anzas muy potentes de c¨®mo organizarnos, de formas creativas de construcci¨®n de las demandas, de monitoreo de los Gobiernos, y eso puede ser tomado por los movimientos europeos. Tambi¨¦n creo en la internacionalizaci¨®n de esta lucha. El 8 de marzo fue una muestra porque se plante¨® como un paro internacional de las mujeres y ese d¨ªa sucedi¨® lo mismo en muchos pa¨ªses. Esa es la fuerza que tenemos que construir. El programa pol¨ªtico del feminismo es por un mundo diferente y el mundo hay que cambiarlo entero, por eso la lucha tiene que ser internacional, porque es contra el sistema global que nos oprime y reproduce las desigualdades.
P. Para lograr esa transformaci¨®n total, ?qu¨¦ objetivo es prioritario?
La sensaci¨®n en la calle en Buenos Aires es que el mundo ya cambi¨®, las chicas ya est¨¢n viviendo una vida diferente y se resisten a cualquier invasi¨®n a su libertad de elegir
R. Es dif¨ªcil poner prioridades porque todos los derechos de las mujeres, de las personas en general, son importantes. Pero los derechos sexuales y reproductivos y a una vida libre de violencia son esenciales. Refieren a algo tan b¨¢sico como vivir y tomar decisiones sobre nuestro propio cuerpo. En muchos pa¨ªses del mundo tienen una deuda en este sentido con las mujeres.
P. Como Argentina... ?Cree que se lograr¨¢ sacar adelante la ley del aborto libre en el futuro?
R. Absolutamente. Perdimos, pero ganamos. La fuerza del movimiento de mujeres y feminista es imparable. La sociedad argentina hoy considera que el aborto tiene que ser seguro, legal y gratuito. En este proceso se han incorporado a la resistencia feminista miles de mujeres j¨®venes, que son la garant¨ªa de que el futuro va a ser distinto. Argentina tiene que pasar un proceso electoral que renueve m¨ªnimamente la composici¨®n de las c¨¢maras y, con eso, el aborto seguro legal y gratuito va a salir adelante.
P. En el mundo hay l¨ªderes pol¨ªticos y presidentes abiertamente machistas, ?c¨®mo crees que debe ser el proceso de involucrar a los hombres en la lucha feminista?
R. El feminismo nunca plante¨® la batalla contra los hombres, sino contra el sistema y a favor de las personas. Un mundo feminista le hace bien a las mujeres, a los hombres y a todas las identidades. Algo que se evidenci¨® en el proceso en Argentina es que muchos hombres se fueron incorporando a la lucha por el aborto, no es su cuerpo el que est¨¢ en juego, pero algunos empiezan a sentir que los derechos de las mujeres tienen que ver con la vida y un mundo diferente del que quieren formar parte.
P. Es positiva, pero ?cree que se lograr¨¢n los objetivos de la Agenda 2030 para esa fecha?
R. La meta de 2030 es simb¨®lica. A lo que convoca es a una revisi¨®n cada 15 a?os. El desaf¨ªo que tenemos desde la resistencia feminista es acelerar los cambios, algunos que se vienen produciendo y tambi¨¦n prepararnos para la reacci¨®n que vamos a tener del otro lado. En el caso de la lucha por el aborto seguro, legal y gratuito en Argentina fue muy evidente. Despu¨¦s de que el proyecto de ley tuvo media sanci¨®n en la C¨¢mara de Diputados, la derecha conservadora y reaccionaria se organiz¨® mucho mejor para la batalla en el Senado, y la iglesia cat¨®lica tambi¨¦n presion¨®. Viene una reacci¨®n de los fundamentalismos y de las visiones conservadoras que vamos a tener que saber enfrentar estrat¨¦gicamente.
P. Entonces, ?c¨®mo imagina la situaci¨®n de las mujeres en 2030?
R. Estoy muy afectada por el momento de efervescencia que estamos viviendo en Am¨¦rica Latina y hoy digo que en 2030 el mundo va a ser un poquito mejor para las mujeres. Sobre todo, lo que me hace sentir esto es la presencia de las j¨®venes. La sensaci¨®n en la calle en Buenos Aires es que el mundo ya cambi¨®, porque las chicas ya est¨¢n viviendo una vida diferente y se resisten a cualquier invasi¨®n a su libertad de elegir. Eso s¨ª es realmente irreversible. Por eso conf¨ªo en que en 2030 vamos a estar mejor que ahora y que eso nos va a dar fortaleza para seguir avanzando en los cambios que seguramente todav¨ªa van a hacer falta.
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