Ni una m¨¢s

Un informe de la ONU destaca que Am¨¦rica Latina y el Caribe es la regi¨®n del mundo con mayor violencia contra las mujeres. Muchos lugares en esta regi¨®n son conocidos mundialmente por la desaparici¨®n o los asesinatos de mujeres. Cientos de ellas son raptadas y asesinadas, otras son violadas, maltratadas. La voz p¨²blica suele achacar los asesinatos a situaciones familiares ya complicadas o a la imprudencia o irresponsabilidad por parte de las v¨ªctimas y muchos cr¨ªmenes quedan sin investigar o impunes.

Los datos muestran una realidad diversa. Muchos de estos casos son ejemplos flagrantes de violencia de g¨¦nero, pero no se consideran como tales. Son v¨ªctimas de violencia por el mero hecho de ser mujeres. Se trata de puro y duro feminicidio.

Una palabra que evoca escenarios indescriptibles, en los que antiguos prejuicios permanecen en la sociedad moderna, de prevaricaci¨®n de g¨¦nero y a veces impotencia de las autoridades, que se mezclan a la cultura del silencio. V¨ªctimas de estereotipos arraigados en la sociedad. Porque el feminicidio es solamente el acto final de una cadena de actos violentos contra las mujeres.

Hoy m¨¢s que nunca necesitamos superar esos clich¨¦s, que ven el papel de la mujer en la sociedad como secundario, silencioso y marginal.

Hoy m¨¢s que nunca necesitamos superar esos clich¨¦s, que ven el papel de la mujer en la sociedad como secundario, silencioso y marginal

Con la iniciativa mundial llamada Spotlight (foco, en ingl¨¦s), la Uni¨®n Europea y las Naciones Unidas han tejido por vez primera una alianza a nivel planetario para arrojar luz sobre el problema de la violencia de g¨¦nero. Hoy, estamos orgullosos del lanzamiento a nivel regional en Latinoam¨¦rica.

A trav¨¦s de esta iniciativa pretendemos crear servicios integrados de calidad en los que las mujeres podr¨¢n confiar. Trabajaremos mano a mano con los sectores de la sanidad, los servicios sociales, la polic¨ªa y la justicia. La recogida de datos ser¨¢ un instrumento indispensable para analizar y adoptar intervenciones espec¨ªficas. Colaboraremos para dar fin a la impunidad de los que cometen estos cr¨ªmenes abyectos y para garantizar que ninguna mujer o ni?a sufra violencia, ni en su casa ni fuera de ella, que no acabe en manos de bandas criminales o de traficantes. La prevenci¨®n debe convertirse en algo sistem¨¢tico. Cambiar las actitudes y las percepciones que generan episodios de violencia machista est¨¢ sin duda en el centro de nuestro empe?o pol¨ªtico en el terreno.

Juntos con las Naciones Unidas ya hemos lanzado un programa regional en los pa¨ªses asi¨¢ticos contra el maltrato de mujeres. Hoy me siento honrado de poder lanzar con mis colegas y amigas Amina Mohammed, vice secretaria general de las Naciones Unidas, y Federica Mogherini, alta representante de la UE para Asuntos Exteriores y vicepresidenta de la Comisi¨®n, un programa destinado a cinco pa¨ªses de Am¨¦rica Latina: Honduras, El Salvador, Argentina, M¨¦xico y Guatemala.

?Por qu¨¦ esos pa¨ªses? Veamos las cifras: 14 de los 25 pa¨ªses con las tasas m¨¢s altas de feminicidio est¨¢n en Latinoam¨¦rica. Tan solo en 2016 hubo 2813 feminicidios en M¨¦xico, 466 en Honduras, 349 en El Salvador, 254 en Argentina y 211 en Guatemala.

La UE y las Naciones Unidas estamos preparados para este nuevo desaf¨ªo. Pero tambi¨¦n necesitaremos la colaboraci¨®n de los gobiernos nacionales. Sin ellos, el cambio no ser¨¢ posible.

Y tambi¨¦n necesitamos a las mujeres. Pienso en Rafaela, en Mercedes, en aquellas mujeres que tuvieron el coraje de alzar la voz y decir ¡°basta ya¡±. Mujeres que he encontrado personalmente y cuyas historias me han impresionado. Historias de lucha, de esperanza y de valent¨ªa. Como la de Mercedes, quien al llevar a su exmarido ante los tribunales consigui¨® allanar el camino en Nicaragua a otras mujeres tambi¨¦n v¨ªctimas de violencia dom¨¦stica. O la de Rafaela, quien despu¨¦s de pasar por una casa de acogida se ha convertido ahora en un importante pilar de la lucha por los derechos de las mujeres.

Por ellas, y por cada una de los otros miles de mujeres que ya no est¨¢n o que viven en la angustia y el silencio, continuamos trabajando. Porque la situaci¨®n es tr¨¢gica, pero no est¨¢tica. Soplan aires de cambio en muchos pa¨ªses de Am¨¦rica Latina y esperamos que traigan el fin de la violencia contra las mujeres. Ni una m¨¢s.

Neven Mimica, comisario Europeo para la Cooperaci¨®n Internacional y el Desarrollo.

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