El grito ignorado de los m¨¦dicos de atenci¨®n primaria pedi¨¢trica
Si volvemos al punto de partida nos damos cuenta de que en la actualidad el centro de salud est¨¢ funcionando como un ambulatorio de los de antes, masificado
El pasado d¨ªa 6 de octubre se celebr¨® en Madrid la primera jornada cient¨ªfica AMAPED Asociaci¨®n que re¨²ne a los m¨¦dicos de atenci¨®n primaria pedi¨¢trica. M¨¦dicos con diferentes titulaciones como m¨¦dicos de familia, puericultores y los llamados pre-95 que no siendo pediatras tienen la titulaci¨®n suficiente y necesaria para atender la consulta de pediatr¨ªa en los centros de salud y urgencias. Ya he hablado aqu¨ª de esta asociaci¨®n de la que me enorgullezco en pertenecer y que me invit¨® a dar una charla en el evento que pretende ser anual y referente.
Mi charla taller que di junto al gran Fernando Fabiani m¨¦dico de familia, actor y director teatral y autor de dos libros cargados de humor; Vengo sin cita y Voy de urgencias. Vers¨® sobre la charla sobre la divulgaci¨®n como eje principal en la atenci¨®n primaria pedi¨¢trica y de c¨®mo la olvidada intervenci¨®n en la comunidad puede hacer que el sistema de salud infantil mejore.
En la actualidad, durante la formaci¨®n MIR de pediatr¨ªa se ense?a mucho y bien, entidades nosol¨®gicas diversas, s¨ªndromes complejos, signos y s¨ªntomas y cl¨ªnica, mucha cl¨ªnica. Salvo una escasa rotaci¨®n a veces rutinaria y las m¨¢s de las veces no deseada, el pediatra culmina su formaci¨®n como m¨¦dico internista infantil. A partir de aqu¨ª se le ofrece un futuro incierto en el que la mejor opci¨®n es la emigraci¨®n, la cl¨ªnica privada o bien quedar en el hospital con un contrato semi-decente y seguir en formaci¨®n ahora como subespecialista, incrementando las plantillas ya saturadas de los hospitales pedi¨¢tricos, los cuales absorben todo el capital humano que el sistema MIR produce.
?Qu¨¦ aporta el m¨¦dico de familia a la atenci¨®n primaria pedi¨¢trica?
La formaci¨®n del m¨¦dico de familia hoy por hoy se centra m¨¢s en el centro de salud, al que acude desde su primer a?o de residencia. Es verdad que el actual sistema al que estamos sometidos en el ejercicio de la profesi¨®n p¨²blica y debido al hostigamiento por parte de la empresa, acoso y maltrato profesional, ha hecho que se olvide una de las partes m¨¢s importantes de la especializaci¨®n. Se trabaja como si de un obsoleto ambulatorio se tratara, consulta a demanda y burocracia ocupan todo el tiempo. Se ha olvidado la otra parte de la titulaci¨®n, la comunitaria. El t¨ªtulo es m¨¦dico especialista en medicina familiar y comunitaria, pero ?d¨®nde ha quedado la intervenci¨®n en la comunidad en este sistema actual? se perdi¨® por falta de tiempo.
Esta es la base, esta es la diferencia de lo que pueden aportar los M¨¦dicos de Familia y Comunitaria, la intervenci¨®n en la comunidad.
Algo no funciona.
El modelo ambulatorio actual permite ver a un paciente cada 5 minutos en el mejor de los casos y explicar en un minuto, mientras se viste y desviste, la bronquiolitis y su manejo, y esto hay que repetirlo treinta veces en una tarde durante la epidemia anual.
Imaginad que juntamos a esos 30 pacientes y estamos una hora entera con ellos hablando de bronquiolitis, saldr¨¢n expertos. Pap¨¢s sabios.
?Qu¨¦ divulgamos? ?Por d¨®nde empezamos?
?Faltan pediatras? Pues divulgu¨¦moslo, es un mantra que se repite por todos lados, hagamos part¨ªcipes a todo el mundo de que faltan pediatras... Ah, no, que eso ya lo hacen las sociedades de pediatr¨ªa, m¨¢s como una reivindicaci¨®n laboral para autoperpetuarse en un sistema fallido que como una necesidad real, porque m¨¦dicos hay para atender a la poblaci¨®n infantil con calidad y evidencia. ?Entonces nosotros que divulgamos?
Si volvemos al punto de partida nos damos cuenta de que en la actualidad el centro de salud est¨¢ funcionando como un ambulatorio de los de antes, masificado, con cientos de consultas a diario y con la sensaci¨®n cuando terminas la jornada de que no has salvado ninguna vida y que de los 50 o 60 ni?os que has visto, a lo sumo uno o dos les has podido ayudar en algo. El resto son tontinader¨ªas, banalidades o incluso peticiones de ayuda que no nos corresponde a los profesionales solucionar o intervenir y que son decisiones de padres que no asumen su liderazgo.
Pero, ?es cierto el mantra de que faltan profesionales, o no es m¨¢s cierto que sobran pacientes?
Nuestra labor y lo que sabemos hacer porque somos especialistas y podemos aportar sumando al cuidado de la infancia, es nuestra actuaci¨®n sobre la comunidad. Vale que divulguemos nuestros conocimientos y nuestra investigaci¨®n entre iguales en congresos de lujo y fastos indecentes, vale que compartamos conocimientos en cursos de calidad, pero lo que nos destaca, lo que nos hace diferentes, lo que nos aporta valor a?adido a los M¨¦dicos de Familia y Comunitaria es precisamente la labor de divulgaci¨®n en la comunidad, de educaci¨®n a la poblaci¨®n, de prevenci¨®n no solo vacunando, sino participando en labores de barrio o de pueblo como agente de salud comunitario.
Ya que el estado y las comunidades no invierten en campa?as de prevenci¨®n, y cuando lo hacen parecen bastante desatinadas y enfocadas a perpetuar el gasto; como la vacuna de la gripe, donde solo se habla de la vacuna y nada de lavarse las manos, o el no haga nada, consulte con su profesional m¨¦dico o farmac¨¦utico y ya que la macrogesti¨®n no funciona, habr¨¢ que inventar la microgesti¨®n, nuestro d¨ªa a d¨ªa, nuestro entorno, nuestros 5 metros de alrededor que es nuestro mundo, ?solos? O mejor todav¨ªa aunando microgestiones de otros como nosotros, creando un modelo de abajo arriba. Si en estos ¨²ltimos a?os hemos visto mensajes de calidad en prevenci¨®n de salud en los telediarios o prensa generalista, han sido de la mano de profesionales blogueros, pediatras como Lucia Gal¨¢n, premio divulgadora del a?o por la OMC, farmac¨¦uticos como Marian Garc¨ªa, la boticaria Garc¨ªa, o M¨¦dicos de Familia en su lucha contra las pseudociencias y magufadas como Vicente Baos o el mismo Fernando Fabiani, con el que comparto esta charla, nutricionistas de moda y una gran variedad de profesionales que de su cuenta publican y medran para que los mensajes de salud sean m¨¢s visibles y sobresalgan en el basurero de Internet.
?Yo que hago? Microgesti¨®n
Pero como dec¨ªa la SEMFYC hace poco en Twitter "Como MF necesitamos pensar tanto a nivel peque?o como a nivel m¨¢s grande ¨C y no siempre debemos sentir que debemos avanzar solos. Algunos de los modelos en asistencia moderna ofrecen un apoyo efectivo y a mayor capacitaci¨®n" es decir el m¨¦dico de atenci¨®n primaria debe trabajar en conjunto con su comunidad, identificando riesgos y siendo proactivo, conociendo a la familia en conjunto y eso no lo facilita la pediatr¨ªa y la separaci¨®n por edades. Sabemos que el ni?o enferma en la comunidad, en la tribu, en la familia, conocer a la familia y sus procesos nos hace poder seguir con m¨¢s cercan¨ªa la forma de enfermar del peque?o. Si fuera el m¨¦dico de cabecera, el m¨¦dico de la familia el que entiende y trata al global del n¨²cleo estar¨ªa en disposici¨®n de participar en los procesos de prevenci¨®n y evitaci¨®n de enfermedades, as¨ª como el tratamiento en su entorno.
La divulgaci¨®n no solo es aparecer en los medios p¨²blicos, radio y televisi¨®n, no todo el mundo se atreve con una c¨¢mara o un micro o con un escrito que pueda viralizarse y llegar a 200.000 personas. Es comunicar, es compartir vuestra sabidur¨ªa como docentes de vuestra poblaci¨®n, peque?os grupos de apoyo, participaci¨®n en grupos y asociaciones locales, colegios y AMPAS pueden ser puntos de apoyo y difusi¨®n.
La divulgaci¨®n no es dar el tost¨®n con palabras grandilocuentes y t¨¦rminos t¨¦cnicos, es traducir el lenguaje m¨¦dico al lenguaje vulgar, con respeto, con un verbo adecuado al p¨²blico al que va dirigido sin suponer que son idiotas, ni dar por entendido lo que se dice. Es un espect¨¢culo, es enamorar y seducir al p¨²blico, ya sean 5 personas en grupo o sesi¨®n o 500 en un escenario, es igual.
Participar en redes sociales con nombre y apellidos es muy ¨²til e interesante, Twitter y Facebook son grandes herramientas, ahora tambi¨¦n Instagram o Telegram y no digo nada de YouTube, pero hay que conocerlas antes, hay que saber qui¨¦n est¨¢ al otro lado, riesgos, empat¨ªa a raudales, y sobre todo saber que el interlocutor puede ser an¨®nimo, que nadie se llama (dios tuitero, o barbijaputa o Gerardo Tec¨¦) o incluso el amoroso y musculoso joven de la foto es un cincuent¨®n calvo con malas intenciones. Y ante todo defenderos como gato panza arriba de las listas de WhatsApp, son lo peor. Todas las madres tienen una lista que se llama segundo de primaria, o mamis en lactancia. Si est¨¢is en alguna de ellas huid, corred insensatas, siempre tendr¨¢ mucha m¨¢s relevancia lo que diga lo que ha o¨ªdo a su cu?ada, que vuestra versada opini¨®n, aunque aport¨¦is papers y Cochrane que nadie leer¨¢.
En la divulgaci¨®n, el medio a trav¨¦s del que se hace puede ser importante en cuanto a saber a qu¨¦ p¨²blico est¨¢s accediendo, no es lo mismo salir en un programa cient¨ªfico de La 2 que en S¨¢lvame de Luxe, pero en ambos sitios se puede emitir mensajes de calidad y as¨ª lo demuestra Vicente Baos que sali¨® en S¨¢lvame o sus colaboraciones con cuarto milenio de Iker Jim¨¦nez, da igual, lo importante siempre es el mensaje. Un blog puede ser muy bonito muy espectacular con mucho atractivo, lo ves una vez y no vuelves, pero si tiene contenidos, da igual si es letra negra sobre fondo blanco, se lee y se sigue. Contenido, contenido, contenido.
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