Siete pautas para prevenir la dislalia y lograr que el ni?o articule bien las palabras

La llamada lengua de trapo de los ni?os peque?os que suele arrancar m¨¢s de una sonrisa entre los adultos se puede convertir en una dislalia a partir de los 4 a?os y medio, cuando articula uno o varios sonidos de manera incorrecta sin tener ning¨²n problema f¨ªsico. Es el caso de un ni?o que dice sapato en vez de zapato. La dislalia ¡°se trata de una de las consultas de logopedia menos graves y que tiene un mejor resultado con el tratamiento. Se produce sobre todo en la etapa del desarrollo del lenguaje de los ni?os, durante los 6 primeros a?os de edad¡±. Explica Dar¨ªo Fern¨¢ndez Delgado, psic¨®logo, logopeda y m¨¦dico de familia del Gabinete M¨¦dico Delicias.

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Las dificultades articulatorias o dislalias pueden solucionarse de manera espont¨¢nea con la edad (dislalia evolutiva) o pueden requerir la intervenci¨®n de un logopeda que corrija la pronunciaci¨®n err¨®nea del ni?o, como cuando se prolongan en el tiempo o se trata de una o varias dislalias de complicada soluci¨®n (decir pego en lugar de perro).

Las dislalias infantiles sin diagn¨®stico ni tratamiento que se prolongan en el tiempo, m¨¢s all¨¢ de los cuatro a?os y medio, pueden acarrear al ni?o ¡°dificultades para el aprendizaje de la escritura y la comprensi¨®n lectora cuando es m¨¢s mayor, porque el ni?o escribe como escucha y habla. Las dislalias que tardan en corregirse pueden persistir en la edad adulta y venir tambi¨¦n acompa?adas de fracaso escolar y baja autoestima, porque el ni?o ha sido objeto de burla por su forma de hablar¡±, explica el logopeda Dar¨ªo Fern¨¢ndez, que cifra en un 60% los casos de dislalias que los progenitores consultan a los logopedas. No obstante, Solenn Roussel, logopeda del centro de psicolog¨ªa y logopedia, Bla Bla matiza que ¡°la adquisici¨®n del habla es similar a la construcci¨®n de un puzle, donde el ni?o aprende a juntar las distintas piezas hasta que consigue encajarlas perfectamente. Cada ni?o tiene su propio ritmo de aprendizaje. Lo habitual es que alrededor de los 4 a?os la mayor parte de los sonidos se pronuncien correctamente, aunque no siempre ocurre lo mismo con sonidos m¨¢s complejos como la s, z y rr, por lo que conviene dar un margen hasta los cinco o seis a?os de edad para comprobar c¨®mo evoluciona el ni?o¡±. Roussel menciona varias se?ales que ponen de manifiesto la dislalia infantil:

• Cambio sistem¨¢tico de un sonido por otro. Como en el caso de cambiar siempre el sonido k por la t.
• Confusi¨®n entre sonidos. El ni?o es capaz de articular de manera aislada la s y la z, pero las confunde como en el caso de decir sapato, aunque sea capaz de decir zumo. Tambi¨¦n puede decir sapo pero en vez de casa dice caza.
• Lenguaje ininteligible del ni?o, que requiere un gran esfuerzo para comprender lo que quiere expresar.

Causas que dificultan la correcta pronunciaci¨®n del ni?o

Entre las razones m¨¢s habituales que provocan en el ni?o dificultades para articular de manera correcta las palabras, se encuentran:

El retraso psicomotor implica un tono muscular escaso que resta fuerza a la mand¨ªbula, lengua y el aparato fonador que intervienen en el habla.

Otitis frecuentes, que impliquen un per¨ªodo de p¨¦rdida de audici¨®n, mientras se diagnostica, trata y recupera el ni?o.

La respiraci¨®n a trav¨¦s de la boca debido a afecciones como los catarros, las vegetaciones o las sinusitis, que influyen en la deformaci¨®n del paladar hacia arriba; el labio superior se retrae y acorta, lo que dificulta la colocaci¨®n correcta de la lengua para pronunciar los sonidos.

La incorrecta colocaci¨®n de los dientes que impide una oclusi¨®n adecuada de la mand¨ªbula y obstaculiza el funcionamiento adecuado del aparato fonador del ni?o.

Prevenir la dislalia en los ni?os

Desde casa, podemos ayudar a nuestros hijos para que fortalezcan los ¨®rganos que intervienen en el habla (bucofonatorios), distingan de manera correcta los diferentes sonidos y mejoren su habilidad articulatoria. De esta forma, las dislalias infantiles se pueden mantener a raya con pautas preventivas como:

1. Evitar las infecciones de o¨ªdo y los catarros.

2. Fomentar la respiraci¨®n nasal en el ni?o.

3. Aportar una dieta s¨®lida a partir del a?o para fortalecer los m¨²sculos articulatorios de la boca.

4. Evitar el chupete o la succi¨®n del pulgar porque provoca deformaciones del paladar y la incorrecta degluci¨®n (tragar alimentos o l¨ªquidos).

5. Practicar en casa ejercicios que mantienen en forma el aparato fonador como soplar velas, silbatos, globos o matasuegras, coger agua con una pajita para pasarla de un vaso a otro, practicar onomatopeyas como sonidos de motos o hacer pedorretas.

6. Dar ejemplo al ni?o a la hora de hablar. Evitar los diminutivos, articular de manera clara, pero sin exagerar. Los ni?os son grandes imitadores tambi¨¦n en lo que respecta a c¨®mo se expresan los adultos.

7. El juego y la m¨²sica son dos herramientas ¨²tiles para motivar que el ni?o distinga de manera l¨²dica, relajada y sin presi¨®n emocional los sonidos para que los pronuncie de manera correcta, como en el caso de divertirse a trav¨¦s de los trabalenguas o canturrear s¨ªlabas (miiimaaamuuumoooo) y canciones.