13 valiosas lecciones que los padres pueden aprender de sus hijos
Hijos maestros y progenitores aprendices, gracias a nuestra prole podemos recordar y recuperar una forma de vivir que nos reporta felicidad, bienestar y autenticidad
Educar a los hijos es un gran reto y, adem¨¢s, si somos observadores y emp¨¢ticos, puede aportar a los progenitores interesantes ense?anzas y recordarles ciertas facetas olvidadas de su infancia que conviene mantener en la edad adulta, como la espontaneidad, la curiosidad, la capacidad de sorpresa, la inocencia o la confianza.
Los hijos tambi¨¦n son nuestros maestros al resultar un espejo para sus progenitores en las cuestiones que deben cambiar o mejorar. ¡°Observan a los padres de arriba abajo, imitan muchos de sus comportamientos porque sus neuronas espejo est¨¢n muy desarrolladas y nos conocen muy bien, por lo que tambi¨¦n nos pueden ense?ar mucho y dar muchas lecciones¡±, explica Dar¨ªo Fern¨¢ndez Delgado, m¨¦dico de familia y psic¨®logo cl¨ªnico. Algunas de esas ense?anzas son:
- Ser congruentes con lo que pensamos, decimos y hacemos. Cuando los padres tratan de educar a sus hijos pueden caer en incoherencias que no aportan ning¨²n ejemplo, como en el caso de cuando los progenitores insisten en que los ni?os no jueguen mientras comen, pero lejos de dar ejemplo, los padres leen el peri¨®dico o ven la televisi¨®n. ¡°Esto es una ense?anza que pone en evidencia la incongruencia de nuestros comportamientos. Los ni?os nos recuerdan un principio general de la pedagog¨ªa, el lenguaje verbal, el corporal y los actos o hechos no pueden ser contradictorios¡±, recuerda Dar¨ªo Fern¨¢ndez.
- Expresar los miedos o complejos delante de los hijos fomenta que los desarrollen ellos tambi¨¦n. ¡°Si el padre comenta: Ma?ana tengo que dar una conferencia, qu¨¦ verg¨¹enza, qu¨¦ nervios, el ni?o/a aprender¨¢ a tener miedo a hablar en p¨²blico. As¨ª que mejor no decir nada o cont¨¢rselo a otra persona¡±, advierte el m¨¦dico y psic¨®logo, Dar¨ªo Fern¨¢ndez.
- El valor de la empat¨ªa, una ense?anza impagable. Cuando el ni?o miente, ¡°seguramente es porque tenga un deseo o impulso incontrolable de cambiar la realidad". "Necesita que los padres se pongan en su lugar, que le dejen terminar de expresarse, que no le interrumpan, ni le juzguen, porque en caso contrario se corta la comunicaci¨®n con los padres, ya que el ni?o o adolescente asimila que no vale la pena contar nada porque no le van a entender¡±, comenta Fern¨¢ndez
- Lecci¨®n sobre gesti¨®n de celos. A trav¨¦s de la educaci¨®n de los hijos se puede aprender que no merece la pena tomar partido en las disputas fraternas. As¨ª que los progenitores pueden aprender la valiosa lecci¨®n de solucionar las disputas a trav¨¦s del pacto (o negoci¨¢is u os qued¨¢is los dos sin el juguete).
- Las consecuencias de usar el verbo ser y hacer. Pensar antes de pronunciar frases como: T¨² eres tonto, un quejica, un ego¨ªsta o T¨² la pr¨®xima vez lo que tienes que hacer. El ni?o/a sabe qu¨¦ es lo que hace mal. Lo que necesita de sus progenitores es una gu¨ªa u orientaci¨®n sobre c¨®mo proceder o comportarse para gestionar mejor sus emociones.
- Alegr¨ªa y disfrute del propio cuerpo y de los sentidos. Estar en el aqu¨ª y ahora, un continuo presente, que es donde realmente sucede la vida. ¡°Ese estado, que es natural en los ni?os, es la aspiraci¨®n de los practicantes de meditaci¨®n para lograr apartarse de la tendencia de la mente de llevarnos a un futuro que no existe o a un pasado sobre el que ya no tenemos capacidad de modificaci¨®n¡±, explica Tristana Su¨¢rez, psic¨®loga cl¨ªnica e infantil y terapeuta Gestalt
- La espontaneidad para ser aut¨¦nticos. Los ni?os peque?os se dejan llevar por sus deseos y su propia visi¨®n de las situaciones. ¡°Todav¨ªa no se les puede sobornar con facilidad. Por ello protagonizan situaciones como negar un beso a alguien si no lo quieren dar o expresar su verdad sobre lo que sienten o perciben sin importarles lo que piensen los dem¨¢s. Esto aporta una frescura a su forma de moverse por el mundo, que en las dosis adecuadas, estar¨ªa bien recuperar. Un poco m¨¢s de libertad y atrevimiento¡±, comenta la terapeuta, Tristana Su¨¢rez.
- Recuperar el sentido l¨²dico como v¨ªa de aprendizaje. Los maestros del juego nos pueden ense?ar a probar y experimentar dentro del entorno seguro que establece la capacidad de jugar.
- Ser creativos para liberarnos de prejuicios. Podemos recordar e imitar la mente de aprendiz de nuestros hijos para tener una perspectiva de la realidad libre de esquemas y prejuicios. As¨ª recuperamos la capacidad de crear sin l¨ªmites.
- La rebeld¨ªa como homenaje a nuestra autenticidad. Evitar hacer lo que pueda ir en contra de nosotros mismos por agradar o encajar en el entorno. Imitar la capacidad de nuestros hijos de ser rebeldes tiene que ver con saber ser fiel a uno mismo.
- Disfrutar de la curiosidad y la capacidad de exploraci¨®n. Podemos aprender de nuestros hijos a observar y preguntar para entender el funcionamiento del mundo. Nuestros peque?os maestros nos pueden ense?ar a probar y equivocarnos. Experimentar sin miedo para descubrir algo nuevo cada d¨ªa.
- La inocencia como camino hacia la magia. ?Qu¨¦ mejor maestro de la inocencia que un ni?o/a? Ellos mejor que nadie son capaces de ser y mirar sin culpa y con pureza. Podemos aprender y recordar de los ni?os a asombrarnos ante la realidad tal como se presenta, lo que provoca que todo pueda parecer extraordinario y m¨¢gico.
- La confianza para espantar el miedo y la inseguridad. Merece la pena aprender que el mundo es un lugar donde vale la pena vivir. La confianza tiene mucho que ver con la esperanza y la certeza de que van a suceder acontecimientos positivos, o que cuando ocurre algo no tan bueno, lo vamos a poder superar. Los ni?os tambi¨¦n nos muestran cada d¨ªa el valor de la confianza interna para no amedrentarse por los miedos o las inseguridades.
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