Mal alumno

El l¨ªder del Partido Popular, Pablo Casado, ha lanzado como plataforma de su promoci¨®n como m¨¢ximo responsable de su grupo una competici¨®n con el l¨ªder de Ciudadanos, Albert Rivera, y lo ha hecho en uno de los peores planos posibles: la reivindicaci¨®n de un nacionalismo espa?ol excluyente (tributario de un supuesto y asfixiante esp¨ªritu del pueblo), que nada tiene que ver con el patriotismo constitucional (la ciudadan¨ªa llamada a reivindicar sus derechos y a cumplir responsablemente sus deberes) que formul¨® en su d¨ªa el fil¨®sofo alem¨¢n J¨¹rgen Habermas y que ha inspirado una poderosa corriente de pensamiento democr¨¢tico europeo.

Defender la Constituci¨®n proponiendo ¡°atajos¡± o interpretaciones tan poco consistentes como la aplicaci¨®n del art¨ªculo 155 de la Ley Fundamental sin l¨ªmite temporal ni ¨¢mbito competencial alguno es situarse fuera de esa Constituci¨®n y abrir el camino precisamente a aquello que se dice querer combatir. La Constituci¨®n admite interpretaciones, sin duda, pero no est¨¢ formada de plastilina, como parece suponer el dirigente popular.

Es preocupante, adem¨¢s, que este tipo de razonamiento tan poco patri¨®tico y tan acomodado a simples intereses electorales empiece a trasladarse al escenario internacional. Pablo Casado hizo un flaco favor a sus conciudadanos en la ¨²ltima cumbre europea de Salzburgo cuando se dirigi¨® al presidente de la Comisi¨®n Europea, el democratacristiano Jean-Claude Juncker, para quejarse de su pa¨ªs con una expresi¨®n lamentable: ¡°Espa?a es un desastre¡±, dijo. Podr¨ªa haber sido una an¨¦cdota, pero el joven dirigente conservador ha vuelto a las andadas esta misma semana con motivo de un nuevo viaje a Bruselas: ¡°O la Comisi¨®n Europea tumba estos Presupuestos, o estos Presupuestos tumban a Espa?a¡±, declar¨®. El presidente del Partido Popular tiene todo el derecho a discutir y criticar los planes del Gobierno socialista de Pedro S¨¢nchez, pero hacerlo en los pasillos del Consejo Europeo indica, por una parte, poca madurez y, por otra, poco conocimiento de las condiciones establecidas en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la Uni¨®n Europea.

El dirigente popular deber¨ªa saber que el plan presupuestario del Gobierno para 2019 ¡ªincluso siendo mejorable y admitiendo debate sobre el acierto de sus pron¨®sticos en cuanto a la recaudaci¨®n impositiva, nada nuevo respecto a la anterior etapa del PP¡ª propugna el estricto cumplimiento de los rigurosos m¨¢rgenes de consolidaci¨®n presupuestaria establecidos por Bruselas y que es inveros¨ªmil que la Comisi¨®n pueda ¡°tumbarlo¡±. Reclamar que Europa lo revoque es, eso s¨ª, tocar el tambor frente a los mercados pidiendo que reaccionen en claro perjuicio de la econom¨ªa espa?ola, un prop¨®sito muy poco loable en un dirigente pol¨ªtico, por mucho que ejerza la oposici¨®n.

Pablo Casado ha dicho en varias ocasiones que admira a Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y seguramente se plantea ser un buen alumno del expresidente popular. Ser¨ªa triste que no eligiera los momentos m¨¢s brillantes de su mentor sino los m¨¢s reprochables, como cuando, en 1992, Aznar tild¨® al Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez de ¡°pedig¨¹e?o¡±, justo cuando Espa?a pugnaba por llenar de contenido el Fondo de Cohesi¨®n de Maastricht, que tantos beneficios report¨®.