Hay muchos tipos de obesidad, ?cu¨¢l es importante para la salud?
Algunas formas de obesidad trastornan gravemente las trayectorias metab¨®licas que nos mantienen sanos
Nuestra sociedad parece haber aceptado que el aumento de peso es la consecuencia inevitable de vivir en un lugar con f¨¢cil acceso a las calor¨ªas y en el que la actividad f¨ªsica desempe?a una funci¨®n cada vez menor en nuestra vida privada y profesional. El envejecimiento dificulta a¨²n m¨¢s la p¨¦rdida de peso.
A corto plazo, las consecuencias del exceso de peso parecen lejanas o carentes de importancia; un problema de est¨¦tica, una limitaci¨®n menor a la movilidad. Pero puede acabar provocando tasas m¨¢s elevadas de diabetes o enfermedades cardiovasculares, y suponer un problema importante a la hora de disfrutar de un estilo de vida activo.
Mi trabajo y el de mis colaboradores aqu¨ª y en Reino Unido muestra que la obesidad no es solo una cuesti¨®n de grasa bajo la piel: es una verdadera modificaci¨®n de nuestro metabolismo. Altera nuestra forma de absorber los nutrientes y modifica las relaciones qu¨ªmicas que sostienen nuestra existencia. Nuestro trabajo m¨¢s reciente, publicado en Cell Metabolism, examinaba las consecuencias de la obesidad sobre nuestro metabolismo. Mis compa?eros y yo emprendimos este proyecto porque reconocimos que hay muchos tipos de obesidad, cada uno de ellos con diferentes consecuencias para la salud de la persona. Es lo que llamamos ¡°heterogeneidad¡± de la enfermedad. Si entendemos la heterogeneidad, podemos personalizar los tratamientos contra la obesidad y ¨Cesperemos- tener m¨¢s posibilidades de ¨¦xito.
Mi obesidad, mi metaboloma
Somos un equipo de investigadores de diferentes campos, entre ellos la medicina, la tecnolog¨ªa y el an¨¢lisis de datos complejos. Estudiamos a casi 2.500 personas obesas con dos potentes tecnolog¨ªas nuevas: secuenciamos todo el genoma de cada participante en el estudio y analizamos m¨¢s de 1.000 sustancias sangu¨ªneas, o metabolitos. Esta colecci¨®n de metabolitos es lo que ahora denominamos ¡°metaboloma¡± e incluye compuestos tan conocidos como la glucosa y el ¨¢cido ¨²rico, y tambi¨¦n trabalenguas como el 1-estearoil-2-dihomo-linolenoil-GPC.
Incluimos el an¨¢lisis del genoma para entender c¨®mo los genes predispones a una persona a la obesidad. Escogimos el metaboloma para captar en tiempo real el impacto del sobrepeso. Muchos de los participantes del estudio fueron objeto de un seguimiento durante m¨¢s de 10 a?os; esto permiti¨® la evaluaci¨®n de las consecuencias de nuestras observaciones a largo plazo.
La noticia sorprendente e inquietante es que las subidas y bajadas de peso provocan cambios en los niveles de muchos cientos de metabolitos espec¨ªficos. Algunos de estos cambios se esperaban: las grasas o l¨ªpidos ¨Cincluido el colesterol¨C aumentan r¨¢pidamente con la subida de peso. Sin embargo, tambi¨¦n observamos cambios de otros tipos de metabolitos y procesos corporales: el metabolismo de las prote¨ªnas y los carbohidratos, la producci¨®n de energ¨ªa y las concentraciones de hormonas.
La imagen general es que el peso trastorna dr¨¢sticamente el metabolismo corporal. La buena noticia es que las alteraciones pueden revertirse con la p¨¦rdida de peso.
El obeso sano y el delgado enfermo
Otra observaci¨®n fundamental fue que las alteraciones metab¨®licas comportaban m¨¢s consecuencias para la salud que el mero aspecto f¨ªsico: algunos de los participantes ten¨ªan lo que denominamos un metaboloma ¡°obeso¡± a pesar de su peso normal. Por otra parte, algunos individuos obesos ten¨ªan un metaboloma muy normal, similar a los de individuos con un ¨ªndice de masa corporal saludable.
No tenemos claro por qu¨¦ una persona obesa puede tener un metaboloma normal. No sabemos si los responsables de mantener a este grupo de individuos m¨¢s sanos son los genes o el entorno. Ser¨¢ necesario investigar m¨¢s para determinarlo.
No tenemos claro por qu¨¦ una persona obesa puede tener un metaboloma normal. No sabemos si los responsables de mantener a este grupo de individuos m¨¢s sanos son los genes o el entorno. Ser¨¢ necesario investigar m¨¢s para determinarlo
Al disponer de informaci¨®n m¨¦dica en el momento de efectuar los an¨¢lisis metab¨®licos, y de datos de seguimiento a largo plazo, pudimos ver las consecuencias del metabolismo an¨®malo.
Los individuos obesos que sufr¨ªan mayor trastorno del metabolismo desarrollaron diabetes, enfermedad cardiovascular e hipertensi¨®n. Estos mismos participantes fueron tambi¨¦n los que acumularon tejido graso dentro del abdomen y en el h¨ªgado ¨Clas localizaciones ¡°malas¡±¨C en lugar de a?adirla sin m¨¢s bajo la piel de la cintura o de los muslos. As¨ª, la obesidad f¨ªsica era importante, pero la forma en la que el exceso de peso afectaba espec¨ªficamente al funcionamiento interno de cada individuo constitu¨ªa una medida m¨¢s exacta de su salud general.
El informe sobre el metaboloma podr¨ªa decir m¨¢s que el IMC
Podr¨ªa ser tentador pensar que la obesidad es consecuencia de los genes heredados de nuestros padres. Y es cierto, pero el impacto de nuestros genes palidece en comparaci¨®n con el impacto abrumador de la ingesta cal¨®rica y la vida sedentaria.
Hab¨ªa una excepci¨®n. Detectamos algunos individuos muy obesos con cambios en un gen que controla el apetito, el denominado receptor de melanocortina 4 (MC4R). Estos pacientes sufr¨ªan una mutaci¨®n gen¨¦tica que les hac¨ªa sentir permanentemente hambre y los llevaba a comer m¨¢s de lo necesario. Hay muchas esperanzas de poder tratar pronto a estos pacientes con f¨¢rmacos espec¨ªficos. Como se preve¨ªa, esta forma de obesidad trastornaba gravemente el metabolismo de la persona afectada.
Vemos constantemente que la ciencia aporta nuevos conocimientos sobre importantes problemas de salud, y que dichos conocimientos parecen desaparecer una vez terminado el ciclo de noticias. Pero despu¨¦s del bombo publicitario viene la incubaci¨®n de nuevas estrategias que podr¨ªan acabar haci¨¦ndose un hueco en la pr¨¢ctica m¨¦dica.
En el terreno espec¨ªfico de la obesidad, creo que llamar la atenci¨®n sobre los importantes cambios que produce en el metabolismo proporciona una sensaci¨®n de urgencia. Este trabajo aporta tambi¨¦n una nueva forma de medir las repercusiones perjudiciales de la obesidad y de cribar las poblaciones para determinar qui¨¦nes podr¨ªan beneficiarse m¨¢s de la participaci¨®n en ensayos cl¨ªnicos de nuevos f¨¢rmacos. En esto se incluyen individuos delgados con un metaboloma insalubre, pero que no son conscientes de su estado de salud y a quienes les beneficiar¨ªa una intervenci¨®n preventiva.
Amalio Telenti?es profesor asociado en Farmacia y Ciencias Farmac¨¦uticas en la Universidad de California San Diego; catedr¨¢tico de Gen¨®mica en Scripps, Instituto de Investigaci¨®n Scripps.
Cl¨¢usula de Divulgaci¨®n.?Amalio Telenti fue con anterioridad empleado y asesor de Human Longevity Inc.
Este art¨ªculo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.
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