¡°Es dif¨ªcil definir el dolor, cada persona lo percibe de una forma distinta¡±
En los pacientes mayores de 60 a?os, el n¨²mero de enfermedades que lo ocasionan es muy elevado, debido al aumento en la prevalencia de algunas patolog¨ªas
¡°La percepci¨®n del dolor depende de la persona y, por lo tanto, va a ser siempre una experiencia individual, muchas veces ligada tambi¨¦n a su duraci¨®n (a la cronicidad) y a las experiencias previas¡±, afirma Concha P¨¦rez, portavoz de la Sociedad Espa?ola del Dolor y jefe de la Unidad del Dolor del Hospital Universitario de La Princesa. En un mundo como el actual con una esperanza de vida tan longeva, el dolor se ha convertido en un problema para las personas y resulta un desaf¨ªo para los sistemas sanitarios, las econom¨ªas y la sociedad, en general.
Cada a?o, aproximadamente uno de cada cinco europeos o, lo que es lo mismo, el 20% de la poblaci¨®n adulta en Europa padece dolor cr¨®nico. A estos datos, recogidos por la Plataforma Impacto Social del Dolor o Pain in Europe (SIP en ingl¨¦s), se suman los 153 millones de personas que sufren migra?as u otros dolores de cabeza que les incapacitan para su actividad diaria, los 200 millones que sufren trastornos musculoesquel¨¦ticos o los 100 millones que padecen otras formas de dolor cr¨®nico. El coste directo o indirecto estimado de atenci¨®n m¨¦dica para los trastornos de dolor cr¨®nico en los Estados miembros var¨ªan entre el 2% y el 3% del PIB en toda la UE.
En nuestro pa¨ªs, uno de cada seis espa?oles (17%) sufre de dolor cr¨®nico, seg¨²n datos recogidos en 2014 por la iniciativa Pain Proposal, promovida y avalada por la Federaci¨®n Europea de la Asociaci¨®n Internacional del Estudio del Dolor (EFIC) y la Federaci¨®n Europea de Asociaciones Neurol¨®gicas (EFNA). Las principales conclusiones que se extrajeron fueron que los pacientes se quejan del largo periodo de tiempo de espera para el diagn¨®stico y del dolor persistente a pesar del tratamiento, y que los profesionales de la salud muestran su insatisfacci¨®n con los diferentes aspectos del manejo del dolor cr¨®nico.
La soluci¨®n, seg¨²n esta iniciativa, pasa por una mejor gesti¨®n del dolor que proporcionar¨ªa beneficios econ¨®micos sustanciales; un uso m¨¢s eficiente de los recursos existentes para el tratamiento del dolor supondr¨ªa menos absentismo, una mayor productividad y una menor carga sobre los presupuestos de la Seguridad Social. Un coste que para el tratamiento del dolor cr¨®nico alcanza los 15.000 millones de euros al a?o, seg¨²n el art¨ªculo Costes del tratamiento del dolor versus su no tratamiento: Aproximaci¨®n a la realidad de Portugal y Espa?a, elaborado por los doctores Miguel ?ngel Caram¨¦s y Minerva Navarro, del Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negr¨ªn.
En el D¨ªa Mundial contra el Dolor que se celebra este mi¨¦rcoles 17 de octubre, Pedro Bermejo, coordinador del Grupo de Estudio de Dolor de la Sociedad Espa?ola de Neurolog¨ªa (SEN) afirma que ¡°cada persona no solo percibe el dolor de forma diferente sino que cada uno de nosotros puede percibir el mismo tipo de dolor distinto dependiendo de las circunstancias¡±.? Bermejo manifiesta que ¡°no se ha demostrado que con el paso de los a?os la percepci¨®n del dolor difiera, aunque s¨ª cambian las causas y las enfermedades que lo provocan¡±.
La Real Academia Espa?ola define el dolor como ¡°la sensaci¨®n molesta y aflictiva de una parte del cuerpo por causa interior o exterior¡±. Juana S¨¢nchez, responsable del Grupo de Dolor de la Sociedad Espa?ola de M¨¦dicos Generales y de Familia (SEMG), apunta que ¡°el dolor es una experiencia compleja, definida por tres dimensiones: la dimensi¨®n sensorial discriminativa que nos facilita identificar, caracterizar y localizar el dolor en el tiempo y el espacio; la dimensi¨®n cognitiva, el concepto de dolor, que est¨¢ modificado por nuestra experiencia previa y la educaci¨®n; y la dimensi¨®n psicoafectiva, motivacional, que explica nuestra respuesta emocional al dolor y mueve a la toma de decisiones¡±.
En los pacientes mayores de 60 a?os, el n¨²mero de enfermedades que ocasionan dolor es muy elevado, ya que la prevalencia de muchas patolog¨ªas aumenta a partir de esta edad y muchas de ellas se asocian con dolor. Seg¨²n indica Bermejo, ¡°las causas m¨¢s frecuentes de dolor a esta edad se relacionan con el sistema musculoesquel¨¦tico, sobre todo las lumboci¨¢ticas y las que se asocian a artrosis como los dolores de rodilla y cadera¡±. Asimismo, ¡°otro tipo de dolor que tambi¨¦n aumenta con la edad es el neurop¨¢tico, en el cual la lesi¨®n que provoca la percepci¨®n dolorosa se encuentra en el mismo sistema nervioso, central o perif¨¦rico, que transmite los impulsos nerviosos de forma err¨®nea. Algunas de las enfermedades asociadas a este tipo de dolor como polineuropat¨ªas, neuralgias postherp¨¦ticas o debidas a carencias nutricionales, tambi¨¦n son m¨¢s frecuentes en este grupo de edad¡±, a?ade el experto.
Los tratamientos m¨¢s habituales que se suelen recetar, explica la doctora Concha P¨¦rez, ¡°son los analg¨¦sicos simples, paracetamol o antiinflamatorios solos o asociados a opioides d¨¦biles¡±. Sobre este tema, la portavoz de la Sociedad Espa?ola del Dolor alerta sobre la automedicaci¨®n y advierte que, ¡°aunque muchos de estos f¨¢rmacos no van ligados a la receta m¨¦dica, no deben ser utilizados sin la supervisi¨®n de un m¨¦dico, por dos motivos: pueden tener efectos secundarios graves en pacientes con otras patolog¨ªas y, por otro lado, no todo el dolor responde a analg¨¦sicos de este tipo¡±. Y recomienda que en pacientes fr¨¢giles (edad avanzada y patolog¨ªas m¨²ltiples junto a politratamiento) y aquellos con dolor de dif¨ªcil manejo, sean derivados a las Unidades de Dolor, ¡°donde el abordaje permite ofrecer otros tratamientos no convencionales y a veces con resultados m¨¢s satisfactorios¡±.
Con relaci¨®n a la percepci¨®n del dolor asociado al g¨¦nero, el estudio Pain in Europe recoge un ligero predominio en las mujeres (52%) frente a los hombres (48%). Juana S¨¢nchez enumera algunos de los factores que m¨¢s influyen en el dolor, su mantenimiento y respuesta al tratamiento: ¡°la personalidad del paciente, el momento vital, sus relaciones con otras personas, el sexo y la edad, el nivel cognitivo, los dolores previos y el aprendizaje de dichas experiencias, el nivel cultural, intelectual y educacional, y el ambiente que nos rodea (por ejemplo, las cefaleas empeoran con el ruido y la luminosidad)¡±.
Afirman los expertos que aunque con el dolor cr¨®nico no se puede convivir, es necesario facilitar a las personas que los sufren las herramientas y el aprendizaje de estrategias para que puedan convertir el dolor si no en un aliado al menos no en un enemigo. Por eso, la Sociedad Espa?ola del Dolor facilita una serie de herramientas de autoayuda para pacientes con dolor cr¨®nico y un documento de preguntas y respuestas para pacientes de la Unidad del Dolor, entre otros.
Y el dolor imaginario, ?existe? Juana S¨¢nchez parafrasea a Margot McCaffery, enfermera pionera en el tratamiento del dolor, que en 1968 enunci¨® que ¡°el dolor es todo lo que siente una persona cuando dice que tiene dolor¡±.
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