La ¡®hipsterizaci¨®n¡¯ de las plantas
Las redes sociales rescatan del olvido el mundo de la bot¨¢nica para convertir los hogares en aut¨¦nticas junglas urbanas
ES HABITUAL que los clientes entren en Planthae con el m¨®vil en la mano. Algunos lo hacen porque han descubierto esta peque?a tienda de plantas a trav¨¦s de Google Maps; otros, porque es Instagram quien les ha puesto sobre la pista. Menos com¨²n resulta lo que ocurri¨® con una de las clientas. Lleg¨® con su m¨®vil, como tantos otros, y lo ense?¨® en el mostrador: en la pantalla, una cordyline deslumbraba con sus hojas rosadas en una imagen que la due?a de la tienda hab¨ªa publicado en Instagram. ¡°Quiero esta planta porque esta es la foto con la que m¨¢s likes has conseguido¡±, le dijo, mientras agitaba el tel¨¦fono. ¡°Y si t¨² has conseguido tantos likes, yo tambi¨¦n lo har¨¦¡±. Elena P¨¢ez recuerda la an¨¦cdota sentada en la parte de atr¨¢s de su local. Las plantas, por supuesto, son las due?as del lugar. Ocupan cualquier resquicio libre: las m¨¢s solicitadas dan la bienvenida en la entrada, las colgantes se asoman a saludar desde mesas y estanter¨ªas, y las m¨¢s grandes dan vida a esquinas y recovecos con sus tallos erguidos y sus llamativas hojas. Este diminuto refugio verde en el c¨¦ntrico barrio de Lavapi¨¦s, en Madrid, es solo uno de los nuevos negocios que, con las plantas como excusa, han abierto sus puertas recientemente. Y lo han hecho al calor de una nueva tendencia que reivindica la planta de interior como el objeto decorativo m¨¢s deseado.
Ya no hay cat¨¢logo ni revista de decoraci¨®n que prescinda de ellas. Sus hojas copan las portadas, mientras que en el interior abundan los art¨ªculos sobre qu¨¦ especies elegir para iniciarse en el mundo de las plantas de interior. Pero donde realmente reinan es en Internet. La moda se cocin¨® primero a fuego lento en webs y blogs de decoraci¨®n para despu¨¦s explotar en las redes sociales. Si antes las plantas se ve¨ªan como algo antiguo y pasado de moda, m¨¢s propio de otras generaciones, ahora Instagram y Pinterest las han recubierto con una capa de modernidad que las ha convertido de nuevo en tendencia.
En primera l¨ªnea de ese renacer han estado Igor Josifovic y Judith de Graaff. Estos dos blogueros, ¨¦l desde M¨²nich y ella desde Par¨ªs, fraguaron en 2013 el concepto de Urban Jungle Bloggers, un blog para los amantes de las plantas que despu¨¦s creci¨® hasta convertirse en un libro y en una comunidad en Instagram en la que usuarios de todo el mundo comparten instant¨¢neas de sus casas y sus plantas. Su cuenta suma 700.000 seguidores y su ?hashtag, #urbanjunglebloggers, m¨¢s de 650.000 publicaciones. ¡°Con las redes sociales, cualquier hogar lleno de plantas puede llegar a millones de personas de todo el mundo. Por eso esta tendencia es tan global; no importa d¨®nde est¨¦s, cualquiera puede apreciar la belleza desde la pantalla de su tel¨¦fono¡±, asegura De Graaff.
En redes sociales hay especies de plantas con sus propios ¡®hashtags¡¯ y legiones de seguidores
Lo verde se ha convertido en sin¨®nimo de m¨¢s likes. Las cuentas dedicadas a ense?ar casas plagadas de vegetaci¨®n se multiplican y hay especies que incluso tienen sus propios hashtags (y sus legiones de seguidores): el lunes es el d¨ªa dedicado a publicar fotos de monsteras (tropicales de hoja perenne), los viernes son para los filodendros (familia de trepadoras y colgantes), y los domingos, para la sansevieria (de hojas duras y punzantes, procedentes de ?frica y Asia). Tal es la locura que Apartment Therapy, la web de referencia en el mundo de la decoraci¨®n, lanz¨® el pasado marzo ??@iplanteven, una cuenta de Instagram dedicada en exclusiva a compartir fotos y contenido sobre plantas de interior. La moda urban jungle no se conforma, sin embargo, con colonizar hogares y pantallas de smartphones. Cada vez con m¨¢s frecuencia, las plantas de interior se hacen con el protagonismo de los escaparates de las tiendas y de la decoraci¨®n de los restaurantes. Mientras, los estampados bot¨¢nicos inundan papeles pintados, cojines, l¨¢minas e incluso colecciones de ropa de grandes marcas.
La moda slow y la preocupaci¨®n por el medio ambiente y por llevar una vida sana conectan con este resurgir bot¨¢nico. ¡°Las plantas ayudan a mantener un equilibrio y a frenar el ritmo de nuestras vidas aceleradas¡±, apunta Igor Josifovic, de Urban Jungle Bloggers. ¡°Cada vez m¨¢s gente vive en entornos urbanos, desconectados de la naturaleza. Las plantas son una especie de refugio verde¡±. Cuidar de ellas es casi una terapia, y tenerlas en casa, un plus de bienestar: purifican el aire, reducen el estr¨¦s, favorecen la concentraci¨®n¡ Son baratas y desde un punto de vista est¨¦tico tampoco tienen rival. ¡°Hacen hogar, le dan m¨¢s vida a cualquier estancia. Adem¨¢s, con su volumen y su forma ayudan a potenciar el estilo de una casa¡±, resume la arquitecta e interiorista Sandra Rodr¨ªguez, del estudio R de Room.
¡°La idea es ir aumentando poco a poco tu peque?a colecci¨®n. Porque las plantas enganchan¡±
Otro elemento explica esta fiebre verde: el coleccionismo. En eso son expertos Jes¨²s Monteagudo y Pancho Doren. Antes de inaugurar la tienda Casa Protea en el barcelon¨¦s barrio de Gracia, hace un a?o, viv¨ªan en un apartamento en Santiago de Chile con 200 plantas como compa?eras de piso. ¡°La idea es ir aumentando poco a poco tu colecci¨®n. Porque las plantas enganchan¡±, explica Monteagudo. Desde su negocio, ¨¦l y su socio tratan de fomentar ese concepto de coleccionismo. El mismo objetivo con el que hace casi dos d¨¦cadas abri¨® sus puertas en Madrid Cacto-Cacto, precursora y referente para los amantes de cactus y suculentas. Su propietaria, Tina Rubio, da cuenta de c¨®mo ha cambiado el negocio: ¡°Se ha adelantado la edad para comprar. Ahora mismo una chica de 22 a?os, que antes no pensaba en eso ni por asomo, llega a la tienda y se lleva una¡±.
Como en toda moda, hay olvidadas y estrellas. Triunfan las de hoja grande y verde, nada de flores. Y si hace un par de a?os cualquier interior deb¨ªa incorporar un Ficus lyrata, hoy la planta m¨¢s deseada es la Monstera deliciosa (o costilla de Ad¨¢n). No hay me gusta que se resista a sus grandes hojas agujereadas y al aspecto tropical de esta planta, com¨²n en las selvas de Am¨¦rica Latina.
El boom es tal que incluso Amazon lanz¨® a finales del a?o pasado su propia tienda de plantas en Estados Unidos. Las cifras le avalan: las plantas de interior est¨¢n ya presentes en el 30% de los hogares estadounidenses (con un gran tir¨®n entre los millennials), seg¨²n la m¨¢s reciente National Gardening Survey. En Europa, el mercado de plantas y flores alcanza casi los 36.000 millones de euros, tal y como apunta el gigante holand¨¦s del sector Royal FloraHolland. Y en Espa?a, las importaciones de plantas de interior alcanzaron en el primer semestre de este a?o los 18 millones de euros, un 11% m¨¢s que en 2017. Al mismo tiempo, por todo el mundo surgen tiendas innovadoras que pretenden distanciarse del concepto tradicional de florister¨ªa: The Sill, en Nueva York; Mama Petula, en Par¨ªs, o Espai Joliu, en Barcelona. Este ¨²ltimo es cafeter¨ªa, tienda de plantas y galer¨ªa de arte, todo en uno. ¡°La idea surgi¨® en Berl¨ªn. Me fui a estudiar dise?o y all¨ª las concept store est¨¢n muy extendidas. Como tienen pocas horas de sol, los interiores est¨¢n muy cuidados y llenos de plantas¡±, explica Luc¨ªa L¨®pez, que, siguiendo la estela europea, abri¨® este espacio hace tres a?os en el barrio de Poblenou.
Pero aunque la tendencia regresa por todo lo alto, las plantas de interior nunca desaparecieron del todo. Siempre estuvo ah¨ª ese ficus erguido en su maceta al lado de la televisi¨®n. O el potos, pr¨¢cticamente imposible de matar, colgando desde lo alto de una librer¨ªa. ¡°Las plantas nunca desaparecieron en el interiorismo. Ahora vuelven, combinadas adem¨¢s con la tendencia del macram¨¦, algo que no se ve¨ªa desde los ochenta¡±, explica Coralia D¨ªaz, cofundadora de la plataforma de decoradores online DecoTheco. Para Elena P¨¢ez, due?a de Planthae, lo m¨¢s llamativo es el componente de tradici¨®n: ¡°Las plantas setenteras y ochenteras, las denuestras abuelas, eran maravillosas. En los noventa desaparecieron, pero lo curioso es que ahora se vuelven a llevar¡±. Adem¨¢s de darles una segunda vida, las redes sociales han servido tambi¨¦n para dar a conocer una gran diversidad de especies y variedades de todo el mundo. Pero las modas pueden hacer olvidar que cada una necesita unos cuidados y unas condiciones de luz y espacio espec¨ªficas. Elegir cu¨¢l colocar en ese rinc¨®n falto de alegr¨ªa del sal¨®n es mucho m¨¢s que dejarse guiar por un n¨²mero de likes.
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