En defensa de Haddad: Brasil, un pa¨ªs feliz y soberano para todos
El acceso a la educaci¨®n y a un trabajo decente son vacunas para construir una generaci¨®n libre de hambre y de pobreza y para volver a un pa¨ªs democr¨¢tico. Que los brasile?os elijan con estas premisas en mente
Hace solo unos meses denunci¨¢bamos, en este mismo diario, que el hambre que a¨²n persiste en el mundo es un crimen. Un mundo que dispone de comida suficiente para alimentar a todos pero que desperdicia un tercio de lo que produce. Un mundo en el que sabemos de sobra cu¨¢les son las causas profundas del hambre y conocemos las soluciones para combatirla.
Esas soluciones fueron parte del debate del D¨ªa Mundial de la Alimentaci¨®n celebrado hace unos d¨ªas en la FAO, en el que ambos estuvimos presentes. A pesar del aumento del hambre en el ¨¢mbito global ¡ªya son m¨¢s de 821 millones los hambrientos de todo el planeta¡ª estamos convencidos de que erradicar el hambre para el a?o 2030 a¨²n es posible. Y los dos recordamos la experiencia brasile?a como modelo para ese ¨¦xito.
Con el programa Hambre Cero y las pol¨ªticas sociales que siguieron, como Bolsa Familia, Brasil consigui¨® reducir el hambre del 10,6% de su poblaci¨®n total (cerca de 19 millones de personas) a inicios de los 2000, a menos del 2,5% en el trienio 2008-2010, seg¨²n las estad¨ªsticas de la FAO. Y todo en menos de 10 a?os.
Bajo el liderazgo del expresidente Lula, los pobres pasaron a ocupar un lugar prioritario en los presupuestos y se asegur¨® su derecho a comer tres veces al d¨ªa. ¡°Debemos superar el hambre, la pobreza y la exclusi¨®n social. Nuestra guerra no es para matar a nadie: es para salvar vidas¡±, afirm¨® en el discurso de toma de posesi¨®n. Repetimos lo que afirmamos en junio: la paz es una din¨¢mica compleja y permanente de relaciones entre personas y pueblos en la que los alimentos ocupan un lugar fundamental. El de Lula era un Brasil con problemas que, sin embargo, mejoraba con instrumentos democr¨¢ticos consolidados.
A pocos d¨ªas de la segunda ronda de las elecciones, debemos hacernos la siguiente pregunta: ?qu¨¦ futuro se escribir¨¢ para el pa¨ªs a partir del 1 de enero? Y para poder responderla, los electores deber¨¢n usar su capacidad para discernir cual de las opciones es la mejor en las urnas.
Fernando Haddad encarna los principios y re¨²ne todos los requisitos para reconstruir la paz
Esta votaci¨®n enfrenta a dos candidatos con visiones del mundo diametralmente opuestas. Mientras uno asume el conservadurismo como doctrina ¡ªseg¨²n apunt¨® uno de sus colaboradores m¨¢s cercanos en un reciente art¨ªculo, lleg¨® el fin del ideal progresista brasile?o en el cual ¡°las leyes deben ser creadas para hacer justicia y alcanzar la igualdad social siempre que sea posible y en todos los aspectos¡±¡ª, el otro utiliza la promoci¨®n de la educaci¨®n y el est¨ªmulo del empleo formal como sus mayores armas.
Pero en un momento en el que la deconstrucci¨®n del oponente suplanta la valorizaci¨®n de uno mismo, hablemos del candidato que mejor puede representar la continuaci¨®n de un Brasil que funcion¨® para todos.
Fernando Haddad, profesor y economista, fue elegido uno de los mejores alcaldes del mundo cuando administr¨® la mayor ciudad de Brasil, S?o Paulo y ministro de educaci¨®n reconocido por multiplicar las universidades y las plazas para pobres para reducir la abismal brecha social. ?l encarna los principios y re¨²ne todos los requisitos para reconstruir la paz en Brasil.
En S?o Paulo, Haddad replic¨® desde el ¨¢mbito local la exitosa experiencia nacional del Hambre Cero con la aprobaci¨®n de la ley municipal que vincula la compra de productos de agricultura familiar con el abastecimiento de alimentaci¨®n escolar de la ciudad. Adem¨¢s, introdujo una gran innovaci¨®n: los productos deber¨ªan ser de base agroecol¨®gica, dando prioridad as¨ª a la producci¨®n sostenible, sin qu¨ªmicos, y conforme a un mundo que hoy clama por el uso adecuado de unos recursos escasos.
Mientras uno asume el conservadurismo como doctrina, el otro utiliza la promoci¨®n de la educaci¨®n y el est¨ªmulo del empleo formal como sus mayores armas
Una acci¨®n simple e innovadora fue capaz no solo de promover el desarrollo econ¨®mico en una zona tradicionalmente vulnerable de la ciudad (Parelheiros), sino tambi¨¦n de fortalecer las escuelas paulistas con una alimentaci¨®n de calidad y sostenible. En 2016, el proyecto fue premiado por Bloomberg Philanthropies tras considerar iniciativas de casi 3.000 ciudades de todo el mundo, y el Ayuntamiento recibi¨® cinco millones de d¨®lares para reforzar el proyecto.
Como gestor de la educaci¨®n en Brasil durante siete a?os, Haddad masific¨® el acceso de los brasile?os m¨¢s pobres a la universidad con programas de cr¨¦dito y apertura de nuevas plazas. Adem¨¢s, reforz¨® las escuelas de formaci¨®n profesional t¨¦cnica e implant¨® el salario base para profesores, una demanda de hac¨ªa d¨¦cadas.
Los dos pilares principales de su programa, educaci¨®n y empleo de calidad, son requisitos ampliamente reconocidos como esenciales para la paz y para el desarrollo del pa¨ªs. Haddad sabe que esos pilares no ser¨¢n posibles sin una pol¨ªtica de seguridad p¨²blica eficiente, basada en la prevenci¨®n y en el refuerzo de las estrategias de inteligencia contra el crimen organizado. Con su integridad f¨ªsica protegida, los brasile?os estar¨¢n en mejores condiciones de asegurar esos y otros derechos fundamentales.
El acceso a la educaci¨®n y a un trabajo decente son vacunas para construir una generaci¨®n libre de hambre y de pobreza y para volver a un Brasil democr¨¢tico, con menos desigualdades, m¨¢s justicia, m¨¢s cohesi¨®n, m¨¢s soberan¨ªa y m¨¢s paz. Que los brasile?os elijan con estas premisas en mente.
Jos¨¦ Graziano da Silva es exministro Especial de Seguridad Alimentaria y Lucha contra el Hambre de Brasil. Adolfo P¨¦rez Esquivel es Premio Nobel de la Paz y miembro de la Alianza de la FAO por la Seguridad Alimentaria y la Paz.
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