Aquellos a?os en los que una mujer firmaba con sus iniciales para que la tomaran en serio
El editor sugiri¨® a Susan E. Hinton, que escribi¨® 'Rebeldes' con 15 a?os, que ocultase su identidad femenina
Susan E. Hinton aparece de forma fugaz en Rebeldes y Rumble Fish, las pel¨ªculas de 1983 de Coppola basadas respectivamente en su primera y tercera novela. En Rebeldes, Hinton, de enfermera, echa pestes de Dallas, el personaje que interpreta Matt Dillon; mientras que en Rumble fish, de la que adem¨¢s fue coguionista, intenta ligar con Rusty James, encarnado por el mismo actor. En la secuencia, Rusty James solo tiene ojos para el Chico de la Moto, su hermano mayor, pandillero legendario en el ocaso de su reinado al que ya solo sigue como un perrillo faldero el benjam¨ªn de la familia. Ni el Chico de la Moto, ni la calle, ni las pandillas son ya lo mismo, y en su cameo, Hinton se conforma con enredar con Steve, fiel escudero de Rusty James, quien en otro momento le dice al Chico de la Moto: ¡°No entiendo c¨®mo a¨²n nadie ha cogido un rifle y te ha volado la tapa de los sesos¡±. A lo que el personaje que interpreta Mickey Rourke responde: ¡°Hasta en las sociedades m¨¢s primitivas existe un respeto innato por los locos¡±.
"Nunca hab¨ªa visto a chicos como aquellos. Dallas, Ponyboy¡ tipos desarraigados que cre¨ªan por encima de todo en la amistad"
El suplemento de estilo del New York Times ha dedicado su ¨²ltimo especial hombres a Hinton y al reciente 50 aniversario de Rebeldes, novela de iniciaci¨®n situada en el mundo de las pandillas publicada en 1967 y que pronto se convirti¨® en todo un fen¨®meno. Un texto de Lena Dunham y un editorial de moda firmado por Gus Van Sant invocan uno de los episodios m¨¢s fascinantes de la historia de la literatura juvenil. Hinton, nacida en 1948, escribi¨® Rebeldes con 15 a?os. Fue el editor quien sugiri¨® que firmase el libro con sus iniciales para ocultar su identidad femenina. De otra forma, no la hubiesen tomado en serio. ¡°Nadie hubiese cre¨ªdo que sab¨ªa de lo que hablaba. Incluso hoy muchos chicos creen que soy un hombre¡±, dice Hinton a Dunham, a quien explica que prefiere las voces masculinas porque nunca se identific¨® con las chicas de su ¨¦poca. ¡°No me interesaba jactarme del tipo de coche de mi novio, yo lo que quer¨ªa era el coche¡±. Como escrib¨ªa Miqui Otero en EL PA?S hace unos meses, en Rebeldes no hay ¡°un narrador adulto acariciando remotos problemas adolescentes¡±, sino alguien vivi¨¦ndolos en tiempo real y por eso ¡°tiene navajas y olor a chicle; besos en el autocine y peleas en el parque¡±.
En mi caso, descubr¨ª a Hinton por el d¨ªptico del 83 de Coppola. Ahora mismo, frente a m¨ª, tengo un cartel original de Rumble fish que compr¨¦ despu¨¦s de ver con mi padre la pel¨ªcula en los cines Madrid. Ni los a?os ni las mudanzas han podido con ¨¦l. Tan solo unos meses antes se hab¨ªa estrenado Rebeldes, pel¨ªcula que sum¨® nuevos rostros al Hollywood Brat Pack de los ochenta y que a m¨ª, como a tantas, me cambi¨® la vida. Sencillamente, nunca hab¨ªa visto a chicos como aquellos. Dallas, Sodapop, Darry, Johnny, Ponyboy¡ tipos desarraigados que cre¨ªan por encima de todo en la amistad, que eran sensibles, le¨ªan y hasta ?recitaban poemas de Robert Frost! Recuerdo arrastrar a una amiga a comprar en un quiosco de Princesa una revista de tem¨¢tica er¨®tica gay de la ¨¦poca que tra¨ªa un reportaje sobre los actores del filme, con Matt Dillon en la portada. Recuerdo la cara del quiosquero, la verg¨¹enza de mi amiga y mi gesto desafiante para intentar desactivar la candidez del estricto uniforme del colegio. Cualquier cosa por aquellos chicos. La frase m¨¢s c¨¦lebre de la obra, prestada de Frost, fue aquel ¡°stay gold, Ponyboy¡± (sigue siendo de oro, Ponyboy) y su capacidad evocadora de un mundo marginal, callejero y rom¨¢ntico permanece ¨ªntegra.
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